Comienza

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Pasaron unos minutos más antes de que comenzaran a recoger las hojas de los exámenes o más bien desaparecer y reaparecer en el escritorio del profesor, el joven de cabello blanco no pudo evitar preguntarse en qué consistía realmente la peculiaridad del profesor.

Dirigiendo una mirada a todos los aspirantes, el maestro sonrió con tranquilidad "Esperamos que sus exámenes estén bien hechos jóvenes" y con un guiño el profesor se dirigió a la salida "Por cierto tienen un descanso de quince minutos después de eso diríjanse al otro salón donde se les indicará dónde ocurrirá la siguiente parte de su examen".

Mientras todos se levantaban, Toya se quedó sentado un momento más, mirando a la nada, pensando, eso hasta que alguien le toco el hombro suavemente.

"¿Estás bien?" fue la suave pregunta de la joven peli-blanca.

"Sí, solo pensando que tal me habrá ido en el examen" respondió el joven mientras se levanta de su asiento, comenzando a ir directo a la puerta de salida acompañado de su amiga.

"No me digas" rodó los ojos la joven "Oye, ¿cuál se te hizo más difícil?"

"Las de historia, nunca he sido bueno para retener fechas que no me van a servir de nada en el futuro, además no soy amante de la historia, a menos claro que me convenga de alguna manera" el joven miro a la chica mientras buscaban el otro salón.

¿No podrían ser los exámenes en un mismo lugar? Fue una de las tantas preguntas que rondaban la cabeza del chico de ojos azules.

"Ya que preguntantes tan amablemente cuál se me hizo más difícil a mí" había sarcasmo en toda esa oración "Para mí lo más complicado fue las matemáticas" la joven arrugo el entrecejo "Estoy seguro de que algunas de esas preguntas no las había visto en mi vida"

"Por eso te dije que estudiaras más" había una pequeña burla en la voz de Toya "¿Pero la señorita escucho? Por supuesto que no" las siguientes palabras fueron Toya intentando hacer una pobre imitación de la voz de su amiga "No necesito estudiar , con unos cuantos minutos me basta, yo puedo" eso le gano un golpe de una chica ligeramente molesta.

"Primero que nada, yo no hablo así, respeta mi hermosa voz"

"¿Cuándo tu voz ha sido hermosa amiga querida?" el tono meloso era claramente para molestar a la joven y por el camino que iba lo estaba consiguiendo "Creo que tantas zanahorias te están haciendo daño, como tu amigo es mi deber preocuparme por ti"

"Recuérdame porque somos amigos" su tono de voz era de claro arrepentimiento de sus elecciones de vida.

"Porque me quieres, además si nunca te molestara, ¿Qué clase de amigo seria?" la joven lo miro molesta.

"¿Uno que si es soportable?"

"Eso sería demasiado aburrido"

"¿En qué momento cambiamos de lugares?" finalmente llegaron al siguiente salón, después de que ambos jóvenes se perdieran un poco "Por lo general yo soy la que molesta y tu mi pobre e indefensa víctima" cruzándose de brazos la peli-blanca espero una respuesta.

Ambos jóvenes se hicieron a un lado dejando pasar a los demás.

"Pues esta víctima indefensa se reveló hoy" Toya saco pecho tratando de parecer orgulloso.

"Amanecimos rebeldes" la chica sonrió y alzo un poco la voz "¡Esto no lo voy a permitir! ¿Después a quien molesto?" una mala actuación de tristeza después de que ambos jóvenes estaban soltando pequeñas risitas.

"Ya mejor entremos antes de que nos dejen afuera por andar asiendo el estúpido en los pasillos"

"Tú, porque yo no" y con un movimiento de cabello la joven entró con todo un porte orgulloso.

De regreso al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora