Ingreso

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Hoy sería el gran día en el que el joven peliblanco ingresaría a la U.A. y el joven definitivamente no estaba muy emocionado que digamos, sus hermanos después del día de los resultados lo trataban como si en cualquier momento fuera a explotar o algo así, su padre le miraba extraño y sus amigos le seguían tratando igual, puesto que no sabían nada de lo que sucedió.

Se miró en el espejo viendo su uniforme nuevo, el joven se sentía extraño, como si no fuera digno de cargar con dicho uniforme después de todos los crímenes que ha cometido en su vida anterior "¿Qué tal me veo?" pregunto girando su cuerpo para ver a sus hermanos, una sonrisa adornaba su rostro.

"Guapo, matarás a las chicas con esa sonrisa" respondió alegremente la joven de catorce años, el más pequeño de la casa, parpadeo confundido, el tercer hermano solo asintió ante lo dicho por su hermana mayor.

"¿Se puede matar gente con una sonrisa?" fue una pregunta inocente que provoco que los tres mayores vieran a su menor con distintas miradas de perplejidad.

"No Sho, es una manera de expresarse" respondió la única mujer en la habitación "Es como decir que Toya se ve encantador y apuesto" explico con calma la joven.

"Oh, no lo sabía"

"No es tu culpa" se encogió de hombros Natsuo "Dudo mucho que padre te haya enseñado algo acerca de las niñas" el más pequeño asintió.

"Aja, una vez incluso le pregunté cómo se hacen los bebes y no me respondió" un pucherito adornaba su cara, el tema de los bebes puso tenso a los dos hermanos mayores, Toya y Fuyumi se miraron.

"Está bien no saber" volvió a responder Natsuo "Aunque ahora que lo pienso, yo tampoco lo sé del todo" ambos niños miraron a los adolescentes, los adolescentes en cuestión sintieron como sus almas se iban de sus cuerpos.

Como si mirase la hora, Toya comenzó a salir de la habitación "Pero mira la hora, voy a llegar tarde si no me apresuro" Fuyumi en cuestión miro a su hermano mayor como si la hubiese traicionado e insultado personalmente de maneras horribles "Será mejor que me vaya, no quiero llegar tarde en mi primer día"

"Todoroki Toya no te atrevas" fue el grito de su hermana, mientras se acercaba a su hermano.

"Estoy seguro que Fuyumi explicara todo muy bien y con manzanitas" y con eso el joven corrió como si no hubiese un mañana escuchando de fondo los gritos de su hermana menor, los menores por su parte no entendían el escándalo de sus hermanos por una simple pregunta.

Ese fue uno de los días más incómodo en la adolescencia de Fuyumi, hasta días futuros sigue maldiciendo a su hermano mayor.

Cuando estuvo a una distancia decente de la casa el joven comenzó a caminar, Rumi y el habían acordado ir juntos al primer día de clase, mientras caminaba la mente del joven divagaba en múltiples pensamientos, los que más presentes estaban eran los que se preguntaba como haría para arreglar todo lo que sucede en el futuro.

Tiene vagas ideas de lo que desea hacer, pero ninguna de ellas está completa o parecer ser útil, pero sabe que tendrá que pensar en algo pronto, podría advertir a la gente, a los héroes, pero el duda seriamente en que hagan algo o tan siquiera le crean, no quiere meter a su familia en este desastre y aunque tiene amigos se conocen muy poco tiempo y Toya aún no confía lo suficientemente en ellos para decirles, lo que lo deja trabajando solo.

Mirando la heladería frente a el decidió entrar en busca de su amiga conejo, la madre de la chica lo vio entrar desde su lugar en el mostrador, ella le sonrió cálidamente "Buscando a mi niña supongo" el más joven asintió no sin antes saludar a la señora "Ella aún se está cambiando, aunque no lo demuestra ella está nerviosa" la mujer oculto una pequeña risa tras su mano.

De regreso al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora