Capítulo Ocho: Emma

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Todos estaban emocionados por la siguiente presentación, esperaban que alguno fuera un hijo de ellos y saber que sus seres queridos estaban a salvo en el futuro.

-Me alegra mucho tener otra vez a toda mi familia junta -dijo la Señora Weasley a su esposo mirando feliz a todos sus hijos- espero y nos den muchos nietos.

-Yo también estoy muy feliz, aunque todavía hay un largo camino para poder disfrutar plenamente todo -dijo Arthur recordando la guerra que se avecinaba.

-Lo sé -dijo Molly preocupada por la seguridad de todos sus seres queridos.

Mientras ellos hablaban un grupo de amigos también lo hacía.

-¿Creen que haya algún hijo suyo? -preguntó Neville a Seamus y a Dean.

-La verdad no sé si me veo casado y con hijos -respondió Seamus.

-A mi si me gustaría que hubiera algún hijo mío -respondió Dean casi al mismo tiempo- ¿tú crees que haya algún tuyo? -le preguntó a Neville.

-La verdad no creo que alguien se vaya a fijar en mí y mucho menos querer tener una familia conmigo -dijo Neville un poco sonrojado y decaído.

-No pierdas la esperanza -le dijo Dean palmeandole la espalda.

Las conversaciones se cortaron cuando un encapuchado carraspeo para que le pusieran atención.

-Bueno ahora que tengo su atención, comenzaré -dijo mientras se quitaba la capucha, cuando se la quitó completamente se pudo ver a una hermosa chica rubia- Hola pasado soy Emma Finnigan.

Al escucharla, Seamus abrió los ojos de sobremanera.

-¡¿Qué?! -gritó Seamus sorprendido.

-Felicidades amigo -dijo Dean- aunque puedo recordar que hace un momento dijiste que no te veías casado y con hijos -dijo divertido- ¿qué es lo que habrá cambiado? -se siguió burlando.

-Cállate -le respondió Seamus mientras lo fulminaba con la mirada.

-Si te sorprendiste con esto, me imagino que te sorprenderás más cuando te diga quien es mi madre -dijo Emma también burlándose de su padre.

-¿Quién es tu madre? -preguntó Seamus asustado.

-Prepárate papá porque sé que te sorprenderá y creo que a mamá también -dijo Emma riendo- mi madre es la hermosa Lavender Brown -y se calló para que ver su reacción.

Pudo ver como sus padres iban procesando la información que les acaba de dar hasta que por fin explotaron, nunca la decepcionaban pensó divertida.

-¡¿Me casé con él?!

-¡¿Me case con ella?!

Gritaron horrorizados los dos al mismo tiempo apuntándose el uno al otro.

-Sé que nunca se imaginaron que ustedes iban a quedarse juntos y por lo visto nadie porque muchos me dijeron que se sorprendieron mucho cuando se enteraron de que eran pareja porque en sus tiempos en Hogwarts no se llevaban muy bien, pero déjenme explicarles cómo es que llegaron a esto -dijo Emma apundandose y tratando de calmar a sus padres.

-Por favor, porque no me cabe en la cabeza el porqué es que me case precisamente con ella habiendo tantas mujeres en el mundo -dijo Seamus.

-Pues déjame decirte que no es que esté saltando de alegría al enterarme que me case contigo también habiendo tantos hombres en el mundo -le respondió Lavender fulminándolo con la mirada.

-La verdad es que no estuvieron juntos hasta muchos años después -comenzó diciendo Emma- ustedes después de la guerra siguieron sus vidas por separado y no se volvieron a ver hasta años después gracias a una boda, que no puedo decir aún de quién era, pero en fin los dos fueron invitados y ahí se volvieron a ver, según me dijeron que habían cambiado mucho desde la última vez que se vieron, también que habían madurado y parecía que el destino los estaba juntando porque les tocó sentarse en la misma mesa. Ahí platicaron, se pusieron al día y recordaron anécdotas de sus tiempos de escuela, la plática iba aumentando y el alcohol disminuyendo, una cosa llevó a la otra y ya saben -dijo guiñándole un ajo divertida a sus padres mientras ellos se sonrojaban y los amigos de estos se burlaban- después de ese día siguieron saliendo y poco después se enteraron que yo venía en camino -terminó diciendo.

La Tercera Generación y el Viaje al PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora