Solo te quiero para mí (Lilycoln)

Capítulo 2: El temporizador de flujos

Lily se dirigió a su habitación, a unos cuantos pasos ocurre una explosión, se trataba de Lisa realizando uno de sus experimentos. 

 –¿Ahora qué fue lo que paso? – preguntó Lily. 

 –Un mal error de cálculo hermana menor. 

 –Has hecho explotar toda la habitación. 

 –Estoy tratando de perfeccionar mi mayor invento: El temporizador de flujos. 

 –¿Y en qué consiste? – dijo muy confundida. 

 –Observa – le muestra un artefacto diminuto, con medidor de fechas, botones de los 10 dígitos y un brazalete aparte – esto es el futuro, pero aún es muy pronto para que la humanidad sepa de esto. 

 –Sigo sin entender de que se tratar, es acaso un moderno cronometro. 

 –Mente inferior, que bueno que es lo que ves por fuera así no levantaría sospechas, de su verdadera función. Con este aparato puedo manipular el espacio y tiempo de nuestra realidad. 

 –Lisa por favor, en cristiano.

 –Es una máquina de tiempo. 

 –Oh una máquina del tiempo... ¡una máquina del tiempo! 

 –Así es hermana, con este aparato puedo viajar al pasado y presente sin tener que quebrantar las leyes de la física, me coloco este brazalete y no importo a dónde vaya mi persona no presentará dificultades de adaptación de mi entorno, si decido ir a la edad de tener 25 años, despertara a esa edad, será como cerrar los ojos y a abrirlos me encontraré en dicha edad. 

 – Es un invento fascinante. ¿pero qué pasa si viajas si el brazalete?

 –Eso sería un error catastrófico, si quisieras viajar a la edad de 20 años, no despertarías con 20 años si no con 16 años, y te toparías con tu doppelganger de esa época, te encontrarías con la Lily de 20 años, ya que tu viajarías de una realidad a otra. 

 –¿y qué pasa si decidiera regresar a mi tiempo? 

 –Sería una catástrofe, ya no regresarías con 16 años sino con 20 años. 

 Mientras viajes al futuro tu edad se quedaría intacta, el problema es regresar al pasado una vez que llegaste al futuro, porque nosotros los humanos no nos rejuvenecemos en el tiempo, es todo lo contrario; por eso idee este brazalete que no viola las leyes de la física. 

 –Da un poco de miedo cuando lo piensas detenidamente. 

 –Mientras sepas las leyes des del a física no haya nada de que temer. 

 –Entiendo. Podía ver una demostración. 

 –Bueno, primero te colocas el brazalete, luego enciendes el temporizador con el botón rojo, marcas la fecha a la cual quieres viajar presionar el botón azul. 

 –Eso es todo, prácticamente tu mente llego a la edad que elegiste y listo. 

 –Bueno es lo que me gustaría decir; me tomara tiempo crear el condensador de espacio y tiempo es el corazón del artefacto, sin eso no podrá funcionar. 

 Lisa alisto sus maletas porque al día siguiente ella partió a Inglaterra, consiguió un empleo en una empresa de tecnología; se despidió de su familia con una video llamada porque no soportaba en contacto físico. Mientras que Lily se fue a visitar a la doctora López. 

 –Cuéntame un poco de tu vida – dijo la psicóloga.

 –Bueno soy la menor de una familia grande, somos 10 hijas y un hijo, mis padres se acaban de divorciar; a mis hermanas no les da mucha importancia porque la mayoría son mayores de edad.

–¿Y qué hay de tu hermano?

 –No lo tomo bien al igual que yo, pero me dijo que no había nada que pudiéramos hacer; fue su decisión.

 –¿Y tú cómo te sientes con respecto a su separación? 

 –No muy bien, me hubiera gustado que estuvieran juntos hasta su muerte. 

Quisiera que todo fuera como antes, cuando éramos más unidos. Cuando mis hermanas mayores Lori y Leni aun vivían con nosotros; y mis padres se querían mucho, y Lincoln me llevaba a comer helado cada vez que me veía triste; ahora le presta más atención a su novia que a mí, y lo peor de todo es que tengo que soportarla en mi casa. 

 –Siente celos de ella.

 –Un poco, yo diría que ella es la celosa, se molesta cuando abrazo a mi hermano, ella no trabaja, la que trabaja es mi hermano, siento que se aprovecha de él. 

 –Sientes que tu hermano es feliz con ella. 

 –No lo voy a negar, cuando esta con ella siempre esta alegre, no soporto que estén tan apegados y siempre se dicen cosas cursis. 

 –¿Has tenido novio? 

 –No nunca, ningún chico se me acercado a preguntarme que sea su novia. 

 –¿Y cómo te gustaría que fuera tu novio? 

 –Como mi hermano Lincoln, atento y dulce conmigo.

Continuará...