Capítulo 4: La sensación de ser mamá

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Cierta noche que Lily se levantó a las 2 de la mañana para ir al baño, escucho las voces de las gemelas detrás de su habitación, decían cosas como: ¡Fóllame! ¡dame más duro! ¡que rico se siente!, de impulso abrió la puerta y lo que vio fue algo espantoso ante sus ojos; sus dos hermanas tenían un consolador penetrando las vaginas de ambas, estaban completamente desnudas y su laptop al frente de ambas, grababa, su intimidad. Antes que Lily reaccionara Lola se levantó y cerró la puerta, mientras que Lana apago la laptop. 

 –No le dirás esto a nadie ¡entendiste! – amenazo Lola. 

 –No se lo diré a nadie, lo prometo. – dijo Lily–. ¿Pero porque hacen esto? Ustedes son hermanas. 

 –Hay por favor, nos dice la mocosa que está enamorada de su hermano mayor.

 –¿Qué? ¿De que estas hablando?

 –Ay por favor no te hagas, sé que estás enamorada de Lincoln. 

 –Lola leyó tu informe de la psicóloga – intervino Lana. 

 –No debiste hacer eso, eres una chismosa. 

 –Y tú también lo serás, si le dices a alguien de esta familia, será mejor que olvides lo que paso.

 –Ya Lola dejara – dijo Lana mientras tocaba los pechos de su hermana gemela – ella no le dirá a nadie, sabe bien lo que le conviene.

 –No pienso decírselos a nadie, pero antes quiero saber porque están haciendo estas cosas, no sienten vergüenza. Lola besa a Lana con lengua delante de su hermana menor. 

 –Me gusta tener sexo con Lana – dijo Lola – y aparte sacamos provecho de esto, hay un montón de pervertidos de este mundo que les calienta ver a dos hermanas gemelas teniendo sexo y nos pagan por vernos hacerlo. 

 –Regresa a tu habitación Lily – dijo Lana. 

 Y ella obedeció. 

Lily quedo horrorizada aquella noche, se tumbó a la cama y lloro. La pequeña Loud se sentía cada vez más sola, no tenía a nadie para hablar de sus problemas, su autoestima era realmente bajo; cuando termino la escuela no tenía idea de que estudiar en la universidad así que simplemente decidió ayudar en el restaurante de su papá.

 Así fue su vida hasta que cumplió los 18 años, las gemelas abandonaron la casa y se alquilaron un departamento para que vivan juntas y también tener privacidad para dedicarse a su actividad sexual. Mientras que Lincoln y Syd tuvieron una hija la llamaron Sylvia; cierta noche que los jóvenes padres decidieron ir a un restaurante para celebrar su aniversario, le pidieron a Lily que cuidara de su hija y ella accedió. 

Se quedó sola en casa con la bebé, Luan, Lynn, Lucy y Lynn sr. salieron a ver una película. Cuando cargaba la niña su instinto maternal se encendió, a sus 18 años ella nunca ha tenido un novio y mucho menos experimento el sexo; se sentía alejada la idea de que ella algún día encuentre a su alma gemela y pudiera formar una familia, de pronto la bebé empezó a llorar, le dio palmadas en la espalda por si quería eructa, le dio leche de su biberón, y trato de hacerla dormir pero nada eso funciono; de pronto recordó que años atrás cuando ella también era una bebé una vez sus hermanos le contaron que en una ocasión ella no paro de llorar y la calmaron haciéndola escuchar cantar un muñeco de juguete; trato de buscar un juguete parlante pero si éxito en el ático, de pronto la bebé toco el pecho de Lily como siquiera amamantarla. 

 –Yo no tengo leche, no soy tu madre – dijo Lily.

 La bebé no paraba de llorar así que, en un intento desesperado, desnudo su pecho derecho y la bebé empezó a chupar su pezón, tranquilizándola en el acto. Lily regreso a su habitación y tomo asiento, y se sintió como si fuera una madre y que su sobrina era su hija, fue una experiencia maravillosa para ella, pero su pequeña felicidad fue interrumpida por Syd. 

–¿Qué diablos estás haciendo con mi bebé? – dijo Syd muy enfadada y le arrebató a la bebé. 

 –Lo siento, ella no dejaba de llorar y a darle mi pecho se tranquilizó – se defendió Lily. 

 –Y no se te ocurrió darle su chupón – aclaro Syd. Lily vio que Sylvia se tranquilizó cuando su madre le dio su chupón–.Perdón no se me había ocurrido. 

 –¿Qué paso Syd? ¿Está bien la bebé? – dijo Lincoln que acababa de llegar. 

 –Es la última vez que dejamos a Sylvia al cuidado de tu loca familia – dijo muy molesta y se retiró de la habitación. 

 Lincoln le pidió una explicación a su hermano lo que había sucedido, ella le conto lo que paso, pero lejos de que su hermano se enfadado le dio risa. 

 –A nosotros no se nos ocurrió cuando eras una bebé, pero no te preocupes no has hecho nada malo, Syd es madre primeriza es muy sobreprotectora con Sylvia. Cuando tengas tu hijo también tendrás esa reacción. 

 Lily asintió, y su hermano le dio un abrazo y se despido de ella.

Continuará... 

Solo te quiero para mí (Lilycoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora