Capítulo 2: Investigación

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*Daniela

Cuando lo vi por primera vez sentí ese deseo imposible de resistir. Algo dentro de mi cabeza gritaba “¡Mátalo!, ¡Es el enemigo!, ¡Acábalo!”. No puedo creer que mi predecesor, el anterior Elemental de Agua, sintiera la misma sensación. Por no mencionar a todos mis predecesores desde el año 146 a.C., es decir, hace más de dos mil años, lo que pasó entonces le dio a Roma la victoria en la Batalla de Corinto. Sé lo que pasó porque el Elemental de Agua de aquella época, un hombre completamente despreciable, me lo contó todo con lujo de detalles.

Solo con escuchar lo que mi ancestro había hecho me hacía sentir sucia. Me siento sucia porque no solo era mi ancestro, era mi vida pasada, claro una vida que acabó hace más de dos mil años, antes que el propio Jesucristo naciera, pero eso no cambia el hecho de que, de cierta manera, yo lo hice. Me siento sucia porque mi ancestro le hizo esas cosas a esa pobre mujer. Me siento sucia porque lo felicitaron por aquello. Me siento sucia porque estoy condenada a sentir ese odio por el resto de mi vida cuando vea a Maxwell. Me siento sucia porque muy en el fondo disfruto del recuerdo de mi predecesor.

Cada Elemental tiene diferentes habilidades según su elemento y la bestia que lleva dentro. En mi caso mi elemento es el agua, también llamado como el elemento que lo une todo, no solo soy capaz de sentir el desequilibrio en la Energía de la Naturaleza, que no es una percepción tan aguda como la del Elemental de Tierra, también soy capaz de hablar con mis predecesores, como Aang en la serie Avatar: The Last Airbender. Suelo tener estas conversaciones en el mundo donde habita el Dragón: El Todo. Una versión del planeta donde los humanos nunca existieron, como Elemental de Agua puedo hacer viajar mi conciencia a este mundo a voluntad, sin tener el problema de desgastar demasiada energía cada vez que lo hago.

Lo que me lleva a la razón por la que estoy en Marsella. Hace tres meses tuve una conversación con el Dragón, me dijo que algo sucedía en Marsella, algo que provocaba un desbalance tremendo en el flujo de la Energía sobre los seres vivos, cosa que también noté por mi cuenta, así que hice lo único que podía hacer: tomé mis escasas pertenencias y vine inmediatamente a Marsella. Supe que había Iluminados en la ciudad nada más llegar, me percaté de ello en las primeras semanas que estuve en Marsella. Dejé que me vieran para que alertaran a la Orden de la Luz y enviaran a alguien para que me buscara, esa persona podría ayudarme a investigar qué pasaba y solucionarlo lo antes posible. Lo que no esperaba era que enviaran al Elemental de Tierra, esto si es mala suerte, pero esto es una emergencia y no puedo ser quisquillosa ni exigente. El último Episodio de Desbalance que hubo, el cual se produjo de 1941 a 1945 como consecuencia de las más de 40 millones de personas que perdieron la vida en la Segunda Guerra Mundial y tuvo como secuela el tsunami del 2004.

Pese a la cantidad de tiempo transcurrido entre una época y otra, si es posible que ocurra, cuando un Episodio de Desbalance ocurre y no se soluciona a tiempo, la madre naturaleza se encarga de resolverlo. Primero intenta arreglarlo haciendo que nazcan muchos bebes, pero normalmente termina haciendo demasiados y tiene que solucionarlo sacrificando a unos cuantos corderos. Es por eso que el tsunami del 2004 fue tan potente como para devastar casi todo el sur y sudeste de Asia, incluyendo partes de Indonesia, Malasia, Sri Lanka, India y Tailandia.

Aún se puede detener lo que está ocurriendo en la ciudad. Todavía no se ha llegado al punto de no retorno y eso significa que aún hay tiempo. Me preparé para ir a buscar a Maxwell, me puse algo que no impediría que me moviera con libertad, unos pantalones morados de tela flexible y elástica, una camiseta manga corta azul marino y unos tenis que combinaban ambos colores. Llegué al hotel diez minutos antes de la hora acordada, podía oír cómo los empleados hablaban sobre mi presencia, no les presté atención, y me senté en una silla en la recepción para esperar a Max:

Libro 4 | Saga Elementos | Tierra: El Hijo del GolemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora