Capítulo 23: La llegada de Leonard Reyes

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*Max

- ¿Nos estás diciendo que el viaje fue un fracaso? – Preguntó Ivan casi gritando.

- Salvamos a los rehenes – Le recordé al hombre – Eso es lo que cuenta.

- ¡Tonterías! – Gritó golpeando el reposa manos de su silla – Gastamos muchos recursos moviendo a esos rehenes, lo mínimo que se puede esperar de ti es que completaras tu misión con éxito.

- Debo decir que Ivan tiene razón, Max – Dijo Bruno con un tono neutro – Me refiero a su frustración ¿Qué fue lo que ocurrió con la Elemental de Agua?

Llegué al templo al día siguiente después de que Daniela se fuera y como era de esperarse me están dando un regaño de los buenos. Desafortunadamente no puedo responder la pregunta de Bruno, no con Ivan presente, me tuve que inventar una buena excusa de la nada para que no insistieran en el tema:

- Ella no quiso venir conmigo – Dije finalmente – Hice todo lo que pude para convencerla, pero al final decidió irse por su cuenta.

- ¿Por qué no lo impediste? – Me preguntó Ivan.

- Ivan – Le advirtió Ras.

- ¡Debiste obligarla a venir en lugar de dejarla irse con los Oscuros!

- ¡IVAN! – El grito de Ras pareció resonar en todo el Himalaya – Podrá ser una Elemental, pero sigue siendo una persona, con libertad y libre albedrío, no podemos simplemente obligarla a venir con nosotros si no quiere, eso no nos haría diferentes a los Oscuros.

- Tal vez sea momento de pensar diferente – Un silencio sepulcral inundó todo el cuarto – Tal vez debamos convertirnos en demonios para vencer a los demonios – No puedo creer lo que estoy oyendo.

- Eso no pasará – Dijo Ras de manera fulminante – Y el tema se cierra ahora mismo.

La reunión concluyó con un final muy tenso. Mientras las Estrellas se retiraban decidí esperar a Ras para poder hablar con él a solas y contarle sobre lo que le había dado a Daniela. Finalmente la habitación quedó despejada, sobre todo de Ivan, y Ras quedó totalmente solo. Me acerqué por detrás para poder decirle las verdaderas noticias:

- ¿Puedo ayudarte en algo más, Maxwell? – Preguntó sin siquiera voltear a verme.

- Sí, pero es algo muy pequeño y minúsculo – Dije mientras me acercaba a él con paso resuelto – Es sobre la Elemental de Agua.

- ¿De qué se trata? – Me preguntó de forma seria.

- Verá... – Y le expliqué absolutamente todo. Ras se quedó callado unos segundos antes de responder.

- Ya veo – Dijo calmado – Estaré atento a cualquier llamada a la línea directa.

- Una cosa más – Ras volteó a verme expectante – ¿Podría mantener esto en secreto? Sobre todo de Ivan.

- No hay problema – Dijo de inmediato – Sé perfectamente que si llegara a saberlo se pondría a cazar a la Elemental de Agua, dijiste que se llamaba Daniela Chase ¿Cierto?

- Sí – Respondí.

- Bien – Y terminó de recoger sus cosas – Si eso es todo, tendrás que disculparme, pero tengo cosas que hacer.

- Por supuesto.

Me fui del Monasterio del Cielo y comencé a dar un pequeño paseo por el parque central. Había niños jugando, vendedores de golosinas y por supuesto, parejas dándose cariño mutuo. Sé que suena cliché, pero me deprimí un poco al ver aquellas escenas, deseaba que Daniela y yo fuéramos como alguna de esas parejas, pero ella no está y no sé cuándo volveremos a vernos.

Libro 4 | Saga Elementos | Tierra: El Hijo del GolemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora