Capítulo 17: El concierto parte 1

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*Daniela

Normalmente no me molesta mucho mi apariencia, suelo conformarme con ducharme, arreglar mis rastas, vestirme con algo que no se vea ridículo y con eso estoy más que servida, pero hoy me siento indecisa sobre qué usar. Digo, sé que es un concierto en la playa, pero no sabía si ponerme unos shorts y el sostén de mi bikini o ir directamente en bikini, sinceramente soy un desastre:

- ¡Ya decídete niña! – Dijo exasperada mi antepasada más reciente.

- Sí, deberías ponerte solo el traje de baño y salir – Dijo el mi antepasado nazi, y sé lo irónico que suena que una chica negra tenga a un antepasado nazi – Se les hará tarde.

- ¡Ustedes cállense! – Dije poniendo mis dedos en las sienes – No me están ayudando.

- ¿Quieres mi consejo? – Preguntó mi antepasada.

- No en realidad.

- Ponte solo el bikini y ve con él – Dijo con un tono que dejaba claro que estaba intentando joderme un poco.

- Eso solo provocará al chico – Protestó mi antepasado nazi.

- Esa es la idea – Y de un momento a otro estoy gritando con mi cara en la almohada – Después de todo planeas...

- ¡Basta! – Grité con la cara ardiendo – No presionen ¿Quieren? – Dije completamente avergonzada – Todavía me siento nerviosa solo con pensar en ello.

- Oye, tal vez tu primera vez no fue la mejor, pero ahora es tu oportunidad de estar con un chico que te quiere y respeta – Dijo mi antepasada con un tono tranquilizador – Además, ese chico en serio es guapo y se nota que le gustas mucho – Y se arruinó el momento.

Decidí seguir sus consejos y me puse solamente mi bikini verde, luego me hice una cola de caballo y salí al pasillo con los nervios a flor de piel. Me encontré con Max en el pasillo y parecía tan nervioso como yo, solo vestía unas bermudas y podía ver su abdomen desnudo y sus pectorales:

- ¡Contrólate! – Me dijo mi antepasada en mi cabeza.

- Si no se callan ahora los pondré en una burbuja de hielo a ustedes también – Les advertí con ganas de querer matarlos.

- ¿Está todo bien? – Me preguntó Max con una ceja levantada.

- ¡Sí! – Me apresuré a decir – Todo está bien.

- De acuerdo – Dijo restándole importancia – ¿Nos vamos?

No puse queja y emprendimos camino a la playa. Faltaba media hora para que empezara el concierto, pero no podía esperar a llegar, la verdad es que Evanescence es mi banda musical favorita y me encanta cada una de sus canciones, pero creo que mi favorita, y la mayoría de fanáticos estarán de acuerdo conmigo, es Bring Me To Life. Simplemente es la canción perfecta. Cuando llegamos a la playa nos enteramos de algo curioso y que fue una completa sorpresa. Resulta que no sería un concierto en toda regla, era más una batalla de bandas y Evanescence sería la banda que cerraría la noche con broche de oro. No me molestó en lo más mínimo, pero sí que fue una sorpresa.

Había un pequeño lugar que servía bebidas y refrescos en la playa, fuimos hasta allá y pedimos un par de gaseosas para tomar. No faltaba mucho para que el concierto empezara y cada vez estaba más emocionada:

- Me pregunto qué clase de ritmos tocarán – Le dije a Max.

- Solo espero que el ritmo sea bueno, porque no creo que pueda entender la letra – Me reí por ese comentario.

- Tampoco hablo francés, pero espero poder moverme bien en la pista – Le dije a manera de coqueteo, él se sonrojó mucho por eso.

- Si... bueno – Carraspeo y continuó como pudo – Yo también espero poder moverme bien.

- ¿No sabes bailar? – Pregunté burlándome.

- ¡Mira! Parece que ya van a comenzar – Se salvó de milagro.

Empezaron con una introducción, de la cual no entendí absolutamente nada, y luego salió la primera banda de la noche. Tocaron una canción con un ritmo bastante pegajoso que me hizo bailar un poco, pero esa fue solo la punta del iceberg. Vino otra y esta tocó un ritmo que me hizo mover las caderas como nunca antes y Max parecía encantado con el espectáculo:

- Normalmente te diría que dejes de provocar a los hombres – Me dijo mi antepasado nazi – Pero ahora solo digo: ¡Bésalo de una buena vez!

Lo ignoré y pasaron a la siguiente banda, esta tocó un ritmo igual de bailable y Max se unió a la diversión. Bailamos por lo que pareció ser una eternidad, durante todo ese tiempo él no dejaba de mirarme y yo no dejaba de mirarlo a él, era como si los demás no existieran. Luego de eso tuve que disculparme para usar el baño. Al salir y lavarme las manos supe que alguien me estaba hablando:

- Nada mal niña – Me dijo la voz de mi antepasada más reciente – Mi esposo y yo solíamos bailar así todo el tiempo.

- Bueno, supongo que todos tenemos eso en común – Le dije mientras salía.

- Somos la misma persona, pero hasta donde sé, es la primera vez en más de dos mil años que un Elemental de Agua no quiere matar a un Elemental de Tierra.

- Los tiempos cambian – Dije mientras observaba a Max desde la distancia – Las reglas cambian, las emociones también, pero los que nunca cambiarán serán los sentimientos.

- Eso debo reconocértelo – Dijo mi antepasada – En mis tiempos era inconcebible la idea de que una mujer se casara con otra mujer, lo mismo aplicaba con los hombres, ahora pueden casarse y formar familias casi sin ninguna barrera que se los impida.

- En mis tiempos era inconcebible que un negro fuese presidente de los Estados Unidos, pero hace unos años eligieron a Barack Obama – Agregó el nazi.

- Lo único que no cambió a lo largo de los años son los sentimientos de esas personas – Concluí para después regresar a donde estaba Max – Ya es hora de reclamar mi libertad.

Cuando volví junto a él vi que me esperaba con dos gaseosas listas y bien frías. Luego de beberlas empezó a tocar otra banda. Fuimos hasta la multitud para escuchar mejor, pero luego de unos aburridos cinco minutos la banda por fin se retiró. En serio tocaban muy mal y fue demasiado aburrido, hasta para los franceses:

- Ya sabemos quién perdió la batalla de las bandas – Dijo Max con sarcasmo y yo solo asentí con la cabeza.

Vino otra banda y esta sí que sabía cómo hacer las cosas, su ritmo era pegajoso y pudimos bailar un buen rato en lo que tocaban. Max al final de todo me miraba con felicidad y yo estaba igual que él. Una banda más llegó y me di cuenta de que se trataba de una banda de canciones románticas. El ritmo lento de su melodía me hizo querer bailar y fue Max quien me tendió la mano y me invitó a hacerlo.

Puso su mano en mi cintura y me tomó la otra con suavidad, cuando la música empezó nos movíamos al ritmo de una canción lenta y relajante. En una movida que me sorprendió a mí misma terminé por poner mis manos detrás de su cuello y él puso ambas manos alrededor de mi cintura. Bailamos así el resto de la canción y cuando terminaron de tocar nos besamos.

Al principio fue lento, pero en un momento sentí sus manos en mi trasero y supe que ya habíamos llegado al punto sin retorno. Genial:

- Disculpa – Me dijo y trató de hablar otra vez, pero lo besé antes de que pudiera hacerlo, fui hasta su oído y le susurré.

- Volvamos al hotel.

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Bueno, chicos y chicas, aquí les dejo un capítulo cuyo desenlace es más que obvio 
😏😏 y que además forma parte de un especial 2x1 que se estrena hoy mismo 🥳🥳. Este regalo mío para ustedes se debe a que los primeros tres libros de Wattpad están participando en los premios Wattys2021 🥳🥳🥳. Me siento muy feliz por esto y quise compartirlo y celebrarlo con ustedes con un capítulo doble.

Sin nada más que decir me despido de ustedes con un fuerte abrazo y nos veremos la próxima semana, bye 😉😎.

Libro 4 | Saga Elementos | Tierra: El Hijo del GolemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora