Ashton entró en la casa, ajetreado. Él se moría por tomarla, por penetrarla profunda e intensamente. Hacía seis días ya que no mantenían relaciones sexuales, ni siquiera se besaban. Y lo necesitaba… la necesitaba, necesitaba sus besos. La encontró en la cocina, preparando la comida.
- Amor… - se acercó y la rodeó por detrás. ________ no pudo evitar gimotear al sentir su erección. – vamosal cuarto, anda…
- ¿Eh? – ella se giró y miró a Ashton. Haciéndose la despistada.
- Vamos… - sonrió y se inclinó para besarla. Ella lo evitó.
- No querrás perder la apuesta ¿cierto?
- ¿Pero qué…? – Ashton arqueó una ceja. – Oh no, eres una tramposa. – se cruzo de brazos y la miró serio, molesto.
- No cariño, la única norma era: no sexo ni contacto sexual…
- Dios… - Ashton se pasó una mano por el pelo. – eres mala, muy, muy mala… en la luna de miel te vas a enterar.
- La espero con ansias. – sonrió ella.
Ashton no dijo nada, se subió al piso de arriba y cerró la puerta del baño de golpe.
- No lo hagas querido… - gritó ________ desde la cocina.
- ¡Déjame! – le contestó Ashton desde el lavabo.
__________ negó con la cabeza y subió las escaleras. Abrió la puerta del lavabo. Se acercó a Ashton.
- Madre mía. – jadeó ella en ver la enorme erección de Ashton.
- Eso mismo… - él le alzó la cara, cogiéndola por el mentón. – podemos terminar ahora este juego… - suspiró, acercándose a su rostro. – aquí mismo. – Se sentó en la taza del váter y palmeó sus muslos. – vamos mi amor… estas lista para mi… lo deseas…
___________ se giró.
- No, no y no. Pasado mañana es nuestra boda. Si he aguantado seis días sin hacerlo, voy a aguantar hasta la noche de bodas… - le guiñó un ojo y salió por la puerta. – No hagas nada que lo noto.