*narra Stephenie*
Escucho un ruido y me sobresalto de inmediato. Miro a mi alrededor confundida y me encuentro con la mirada de Andrew quien está haciendo lo mismo que yo.
-¿Qué mierda…?-mascullo y luego veo que Drew no está así que bajo las escaleras corriendo. Entro a la cocina y ahí está Drew parado en una silla con dos vasos en la mesada y uno roto en el piso-Cariño, ¿qué haces?
-Les quería hacer el desayuno a ti y a mi hemanito-dice y hace un puchero.
-Te pudiste haber cortado-le digo-¿Por qué no me pediste que te ayudara?-me pongo a recoger los vidrios del piso.
-Es que tu y Andy estaban abazados y dumiendo y no quedia molestar-se encoje de hombros.
-Mamá se va enojar cuando vea que le rompiste un vaso-le dice Andrew entrando a la cocina y yo le pego un codazo en las costillas.
-No le hagas caso-le digo a Drew quien se asusto luego de lo que dijo su hermano-será nuestro secreto-le susurro al niño y se ríe cubriendo su cara como si hubiera cometido un delito-Ven… hagamos waffles.
Nos ponemos a hacer los waffles y luego de un rato Drew se sienta en la mesa a desayunar mientras ve televisión de espaldas a mí mientras que yo me pongo a limpiar lo que ensuciamos.
-No tienes por qué lavarlo, ya lo haré yo-dice Andrew quien se había ido a cambiar.
-No importa, ya acabe-digo y me giro secándome las manos.
Se me queda viendo a los ojos en silencio y tengo que decir que es el momento más incomodo de mi vida. Sus azules ojos me miran atentamente cada parte de mi, paso la vista por todo su rostro y me pongo nerviosa, puede que lo odie pero tengo que admitir que es muy guapo.
-Esto… creo que es mejor que me vaya-digo pero mi voz no es muy segura, no responde pero baja la mirada.
Tomo mi chaqueta que está en el sillón, me despido de Drew y salgo por la puerta algo confundida. Eso fue lo más raro que he vivido en mi vida. Me pongo los auriculares, pongo aleatorio y suena Hell Above de Pierce The Veil. Empiezo a mover los dedos al ritmo de la canción con la intención de distraerme.
-Hey-alguien tira de mi brazo.
-¿Qué ocurre Andrew?-digo sacándome los auriculares.
-Olvidaste esto…-agarra mi cara con sus manos y acerca mi cara hasta que nuestras narices se rozan. Sus labios tocan los míos dejándome sin respiración y me besa. Tardo unos segundos en reaccionar es decir él, Andrew Biersack, el creído que tanto odio me está besando. Sus labios son esponjosos y saben a pasta de dientes. Está siendo muy delicado y me agarra como si tuviera miedo de que me vaya pero al mismo tiempo con un roce cariñoso. Paso las manos por su pecho, donde siento sus fuertes latidos, y las apoyo en sus hombros acercándome más a él. Su lengua acaricia mi labio inferior antes de entrar en mi boca y acariciar la mía.
-Mira nada más Andy, al fin usas la boca para algo que no sea decir idioteces-dicen a lo me separo de él y bajo la cabeza avergonzada.
-¿Qué quieres Purdy?-dice Andrew sin separarse de mí, giro la cabeza y me encuentro con la mirada de Ashley.
-Iba en camino a tu casa y ¿con qué me encuentro en la esquina?-dice, se nota que la situación le parece divertida.
-Ya calla-le dice.
-Yo ya me voy-digo y me doy media vuelta para irme. Escucho la risa de Ashley, los miro de reojo y veo que Andrew esta mirándolo con expresión seria y le da un golpe en la nuca a Ash.
Llego a casa corriendo y riéndome de lo que acaba de pasar. Me tiro en el sillón de la entrada boca abajo y suspiro. Escucho como alguien tose falsamente y miro para la cocina y me encuentro con un chico en pantalones sin remera ni calzado sirviéndose una taza de café.
-Sin ofender pero, ¿se puede saber quien mierda eres?-pregunto y él se queda callado.
-Hey estás seguro que…-aparece Chloe usando un bóxer y una remera que creo que es del chico.
-¿Qué? ¿Que si uso condón?-digo y río seguida del chico-¿Alguien me dice quien es este mudo?
-Me llamo Christian-dice.
-Bueno Christian un placer conocerte pero yo me voy a mi cuarto les pido que si repiten no hagan ruido y escóndanse de Elena que si los ve así le dirá a papá-digo con un envidente tono de burla subiendo las escaleras.
Me tiro en la cama y me llevo la mano al labio inferior pensando en lo que ocurrió. Fue raro, demasiado raro, también fue lindo pero me confundió mucho.
-Maldito...-murmuro como si me fuera a oír.