Abro los ojos lentamente hasta que noto que me está mirando fijamente. Me giro hasta que me lo encuentro apoyado sobre su mano y mirándome con una sonrisa dibujada en los labios.
- Deja de mirarme así - me quejo tapándose la cara con las manos.
- Antes no te quejabas - me reprende - Oh, vamos. No seas así ahora.
En este momento mi cabeza va a mil por hora, ¿qué demonios acaba de pasar? Estoy con Josh al lado, mirándole como una boba y encantada por haber caído en su tentación, pero no creo que él piense lo mismo así que quiero asegurarme.
- Oye, ¿el tema de la apuesta... ?- decidí decirlo sin más porque si me lo pensaba mucho no diría nada.
- ¿Que pasa rizos?
- No sé dímelo tú - sabía cómo era Josh así que puede que estuviese apunto de soltar una bomba
- No le veo ningún problema.
Sabía que para él los cuatro besos no eran nada, yo ya había perdido mientras él seguía firme con sus pensamientos. Que ilusa soy por pensar que puede que algo haya cambiado entre nosotros, a veces se comportaba de esta manera, cariñosa que me encanta y me hago ilusiones. Decido levantarme e irme. Si sigo aquí mucho tiempo no voy a poder resistirme a él.
- Descansa Josh, - digo mientras me coloco bien el vestido - Espero no volver a verte de la manera que te vi.
Sin esperar respuesta cierro la puerta detrás de mí y voy a la de Emi. Tengo la cabeza hecha un jodido lío. No se que pensar de nada sobre lo que ha pasado. Necesito hablar con alguien. No lo voy a contar la verdad, eso si que no. Pero necesito hablar con ella de su hermano. Necesita ayuda y todos lo sabemos.
Al abrir la puerta me la encuentro con un libro tirada en la cama, levanta la vista con una sonrisa y me mira de arriba a abajo.
- ¡Ya puedes estar contándolo todo! - reclama mientras se sienta como un indio - ¡Vamos!
- Emi... - digo negando con la cabeza y una sonrisa triste.
- Dime que no te ha hecho nada porque lo mato - dice mientras me abraza.
- Mejor dejamos el tema - susurro cuando siento las lágrimas en los ojos.
No. Me niego a dejarlas ir, no voy a llorar por él. No voy a llorar por alguien con el que no soy nada. No voy a llorar por Josh, ni de coña.
- Dime - me mira al separarme - ¿Noche de chicas, hoy?
- Ten por seguro que si - sonrio.
- Genial - salta de la cama - Antes, vamos a tirar toda la mierda de Josh por el retrete, ¿te apetece?
- ¡No sabes cuanto! - salto de la cama y me acerco a ella.
Nos encaminamos a la habitación de Josh. Ella abre la puerta sin siquiera llamar y entramos directas al baño. Josh se encuentra en la cama tirado boca arriba sin camiseta y los cascos puestos mirando al techo. Al oirnos levanta la cabeza y nos mira frunciendo el ceño.
- ¿Qué demonios estáis haciendo? - dice pero nosotras lo ignoramos.
Con una sonrisa malévola en los labios ambas entramos al baño y él nos sigue desde atrás. Observa todo lo que hacemos con cautela y cuando ve que registramos sus armarios en busca de la droga que le queda parece que lo comprende todo.
- Si estáis buscando esto - sostiene un paquete con polvo blanco en su interior - Todo vuestro.
Deja el paquete en la encimera del lavamanos y nos mira expectantes. Cojo deprisa el paquete y lo miró cautelosamente. Se lo doy a Emily y ambas miramos a su hermano. Parece tranquilo pero a la vez algo tenso. Sin pensar me acerco a él y le sostengo la muñeca dejando leves caricias.
- Si no quieres no tienes porque hacer esto todavía - susurro.
- Debo hacerlo - me mira y luego a su hermana - Deshazte de eso.
Asiento en dirección a Emi y luego le doy una última mirada a Josh que desaparece por la puerta de su habitación. No se que va a ser de la apuesta o de lo que sea que tenemos. Pero si se que quiero que deje esta mierda, se lo que hace y se como afecta. No lo quiero para él, eso no.
Hoy tenemos noche de chicas, lo que significa alcohol, juegos y comida. El plan perfecto para mi. Estamos en casa de Emi, Hanna y Mia aparecerán dentro de poco con comida ya que nosotras ya tenemos el alcohol. Con ellas siempre es divertido, incluso que sea lo más simple siempre me sacan una sonrisa. Mia y Hanna no tardan en llegar y la noche empieza con alcohol. Mucho alcohol.
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SINCE I MET YOU
RomanceA Emma siempre le había quedado muy grande esto de las ciudades grandes con mucha gente rica a su alrededor, pero su vida dio un giro y ahora todo es diferente. Tendrá que adaptarse a este cambio y lo hará de la mejor manera conociendo nueva gente q...