CAPÍTULO 19

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Bajamos del coche y entramos a la casa. Ya había estado millones de veces allí así que no tenía que enseñarme el camino hacia su habitación. Subimos las escaleras mientras mis tacones resonaban por todo el espacio y las palmas de las manos me sudaban. Cierro la puerta de la habitación detrás de él y yo me quedo en el centro de la habitación sin saber que hacer, lo miro a él y se está quitando el traje que ha llevado puesto durante la tarde y parte de noche, pues son las 10 p.m. Mientras lo hace me quedo embobada mirándolo y es jodidamente perfecto, enserio, tiene unas abdominales perfectamente simétricas, y unos bíceps de escándalo. Se queda en un simple bóxer Calvin Klein, de color gris con el borde negro y las letras bordadas en el. Mi mente divaga y solo puedo pensar en cómo sería si nuestros cuerpos se unieran, cómo sería sentir esa conexión con él. Necesito sentirlo, tocarlo, lo que sea con tal de tener roce.

- ¿Que miras rizos? - no me doy cuenta de lo que hago hasta que me lo dice y salgo de mi trance momentáneo.

- Eh.... Nada, nada. - aparto la vista para poder sentarme porque si lo miro, no lo consigo.

- ¿Te vas a meter en la cama así? - pregunta señalando mi vestido. - No me malinterpretes, te queda de escándalo, pero no creo que sea muy cómodo para dormir con él.

No le falta razón, es bastante cómodo para llevar durante un rato, pero ya llevaba unas tres horas con él. Me encanta y lo había comprado especialmente para él. Aunque no quisiera admitirlo, lo había hecho, solamente para él y que me dijera que me quedaba de escándalo me había dibujado una sonrisa tonta de adolescente enamorada en la cara. Para dormir no creo que sea su primera opción, pero no había traído nada, y quedarme a dormir con Josh había sido una decisión imprevista, no lo tenía planeado hasta que me lo ha dicho y no he dudado en aceptar, ya que no hay nadie en casa hoy.

- No he traído nada más - me encojo de hombros.

- Tienes razon, pero puedes ponerte mi camiseta - coge la camiseta de suelo y me la tiende. Me sorprende que me preste su ropa. Nunca se me hubiera pasado por la cabeza que hiciera algo si, pero, ¿por qué no? Es decir no tiene nada de malo, esta es suficientemente larga como para taparme hasta por encima de las rodillas, gracias a la altura de Josh.

- Eee... Si claro. - cogo la camiseta y me voy al baño a cambiarme sin mirar atrás.

El baño no es demasiado grande. Tiene lo necesario y suficiente. Cuando me cambio me miro al espejo, y una sonrisa me aparece en la cara, parezco una colegiala, a la que el novio le acaba de dejar su camiseta, pero no es así. La camiseta es de Josh, que no es mi novio, ni mucho menos. Me fijo en mi cara y veo que aún llevo maquillaje. Me lavo la cara para poder dormir sin el estorbo del maquillaje de buena mañana. Recojo mi pelo en un moño alto despeinado del que caen algunos mechones.

De repente antes de salir del baño me invade el pánico, dormir con Josh es algo nuevo, nunca había dormido con un chico y no se como actuar. Se me forma un nudo en el estómago, mis sentimientos confundidos hacia el, me la están jugando. Decido salir del baño y apartar el miedo y los nervios. Decidida y con el vestido en la mano, lo dejo en la silla del escritorio y me quedo mirando una foto que tiene en el escritorio.

- Esta Emma me gusta más - comenta Josh a mis espaldas.

Me giro y me miró el cuerpo por si hay algo raro en él. Él está apoyado en el cabezal de la cama con los brazos por detrás de la cabeza, supongo que esperándome. Me recorre el cuerpo con la mirada y un escalofrío me invade el cuerpo.

- ¿Que Emma? - pregunto sin entender a qué se refiere.

- Esta - dice señalándome - La de verdad. La que le dan igual las apariencias - intenta explicarse - Como ya he dicho antes, ese vestido te queda espectacular, en serio, pero prefiero verte así. Pareces mas tú - se encoge de hombros mientras se le forma una sonrisa. Me esta comiendo con la mirada, literalmente. Me acerco a él y le doy un manotazo en el hombro. Luego cruzo los brazos en mi pecho, lo que hace que aparte la mirada de ellos que se había quedado allí y la dirigiera a mis ojos.

SINCE I MET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora