Capitulo 3.

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Luego de no sé exactamente cuánto tiempo desperté completamente pérdida no sabía exactamente donde me encontraba hasta que sentí que alguien a mi lado se removió, entonces lo recordé al arrogante pero sexy doctor. Lo miré una vez más y no lo podía creer me había acostado con el tipo sin conocerlo de nada, debo decir que estuvo muy bueno y me sentía renovada.

Aunque me volví a alarmar cuando sentí que mi celular vibraba, una llamada de Any. ¡Cierto! Yo les había avisado que iría a comprar y a ver al bebé en los cuneros ¿Cuánto tiempo ya ha pasado? Miro el reloj y quede pasmada. Había dormido como dos horas luego de toda esa acción, me desaparecí de mis amigas hace casi ya 4 horas. Me estarían queriendo matar porque no saben nada de mí.

Corté la llamada mientras veía como zafar del brazo de Joaquín, evitando despertarlo pude moverme y salir de la cama. Me vestí rápidamente y ni siquiera comprobé si olvidé algo o no, agradecía por completo el habernos quedado dormidos ya que esto evita escuchar las excusas típicas de los hombres luego de obtener lo que quieren.

Cuando ya estaba fuera del cuarto decidí que sería mejor avisar que estaba bien. Sabía que si no lo hacía luego ellas eran capaces de movilizar un equipo de rescate por todo el hospital.

– ¡Any! – digo al escuchar el Hola! Desesperado de mi amiga – Escucha estoy bien, estoy comprando unas cosas para Israel y luego les contaré lo que ocurrió.

– Pero ¿Estás bien? Constanza nos asustaste no contestabas los mensajes creímos que te paso algo

– Y vaya que si me paso algo pero bueno ahora les contaré llegaré en 15 minutos asegúrate que estén todas porque lo contaré solo una vez.

– ¡Ok! – la emoción en su voz ya me dijo todo. Estaba desesperada por saber que me ocurrió y claramente se lo que estaba pensando y maldita sea tenía razón. Ahora debía de pensar bien que les contaría a mis amigas, las quiero como mis hermanas pero había veces que no llegaban a comprenderme y temía que fuera éste uno de esos momentos.

Salí casi disparada al primer local de Madres que vi y compre el mejor y más cómodo pijama que vi para aquellas mamás primerizas y recientes, luego salí corriendo a otro local donde vendían cosas para bebés en ese lugar quise llevarme todo pero me decidí por dos peluches uno en forma de auto y el otro en forma de pelota además de un conjunto de ropa de cama para la cuna del pequeño.

En el momento que volví a entrar al hospital estaba exhausta ya no daba con mi vida y decidí tomarme el ascensor aunque los odio. Allí unas enfermeras venían hablando diciendo que hacía ya varias horas un médico había desaparecido, al principio no prestaba atención a las cosas que decían pero en un momento mencionaron el nombre Joaquín Paz y recordé que era él, el doctor sexy aquel era su nombre.

Me fue inevitable, tuve que prestar atención a esa conversación.

– Un irresponsable, lo llamaron a Neo por una consulta resulta que jamás llegó y le mencionaron al médico que lo solicitó que lo vieron con una mujer.

– Eso quiere decir que ¿Dejó a todos esperando por estar con una mujer? ¡Wow! Ya decía yo que tenía cara de Donjuan.

No lo podía creer, yo era la mujer y si en definitiva ahora no me quedaban dudas de que es todo un Donjuan. ¿Pero dejar a un paciente por acostarse con alguien? No estaba del todo segura de que pensar al respecto. Sin poder disimular mi reticencia al llegar al piso donde me correspondía bajar ya que quería seguir escuchando tuve que hacerlo, caminé pensativa aún con las palabras de las enfermeras rondando en mi mente. Habían dicho que a pesar de todo era el mejor cirujano pediátrico y uno de los favoritos del país. Eso quiere decir muchas cosas de él aunque me había desilusionado el que prefirió estar conmigo antes que atender una consulta.

7 De JulioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora