— Tú madre será tu incordio pero no te preocupes, yo conozco quienes si nos pueden ayudar con esto y no son policías. Así lograremos preparar algo que no arriesgue su vida, lo que menos queremos es que le haga algo malo.
— ¿En qué piensas Alejo? — preguntó Martín. Yo también me encontraba bastante curioso por lo que iba decir, se lo veía realmente seguro.
— ¿Andrés recuerdas a Christian nuestro antiguo guardaespaldas? Ahora está trabajando como jefe de seguridad en el museo del Prado, Arami lo llamará podremos contar con él sabemos lo eficiente que es para estas cosas.
Pude ver como Andrés sonreía con malicia y bastante seguro, probablemente se trate de una persona muy competente si pasó de trabajar como guardaespaldas para los O'Kelly como jefe de seguridad en el museo donde Arami era vicedirectora, es más que evidente que se trata de alguien de mucha confianza para ellos.
— Ya lo llamaré. — anunció ella tomando el celular y buscando entre sus contactos.
— Yo daré aviso a unos amigos que de seguro están muy preocupados, esperan noticias mías para saber que todo esto haya salido bien.
— Diles que vengan, más cabezas mejores ideas — comenta Sheryl.
Yo asentí a su comentario, mirando los rostros de los demás veo aceptación así que llamo a mis amigos para ponerlos al tanto y decirles que vinieran cuanto antes. En el segundo timbrazo la voz de Leslie me llega a los oídos, podía escuchar un sonido de armas de fondo así que de inmediato supe que estaban teniendo un momento de ver alguna película juntos, algo que pasaba con muy poca frecuencias pero que lo amaban ya que era como una cita en casa para ambos. Lamentaba mucho tener que arruinarles el momento.
— ¡Amigo! ¿Cómo va todo, sigues ahí?
— Leslie ponme en alta voz. — le pido y me responde con un bueno ya más serio, se ha percatado que algo ocurría — Lamento tener que arruinar su momento, pero los necesito.
— ¿Qué ocurrió Joaquín? Me estás asustando — me dice Leslie con una voz temblorosa y entonces no puedo evitar que se me escape un pequeño sollozo lleno de frustración, amargura y preocupación.
— Es Solana, se apareció aquí con un arma reveló toda mi verdad y se ha llevado a Constanza como rehén.
— ¿Qué cosa has dicho? — grita colérica Leslie — ¡Esto no me lo puedo creer! ¡Esa maldita bruja! Espero que hayan llamado a la policía ya.
— Nos amenazó que si lo hacíamos acabaría con ella, estamos esperando su llamada porque dijo que se comunicaría conmigo luego, mientras tanto estamos pensando en alguna estrategia para poder salvarla ¿Podrán venir?
— Ni siquiera lo preguntes amigo — dijo Felipe — Ya nos estamos preparando y salimos para allá, mándanos la dirección.
Cuando finalizo la llamada con mis amigos Celeste se acerca a mi con una taza humeante, cuando la miro veo una sonrisa pequeña en sus labios, estaba preocupada pero estaba tratando de ser fuerte por los demás. Bastian era un hombre con suerte ya que esta mujer era fuerte que lograba empatizar con los sentimientos de los demás.
— Esto es para ti, estás muy nervioso y necesitas pensar con la mente relajada. Ya has hablado con tus amigos y muy pronto vendrán y ya no te sentirás solo.
— Pero no estoy solo — respondo sorprendido ante sus palabras.
— No estás solo pero te encuentras rodeado de personas que no son tus amigos y no te brindan la contención que necesitas para luchar por ella, créeme que entiendo. Toda persona necesita siempre de sus amigos para las grandes batallas y esta será la tuya, aunque no tengo dudas que después de esto, estas personas aquí te aceptarán.
— Si es que ella vuelve a aceptarme. Sé que fui egoísta y le mentí pero de verdad la quiero.
***
— Muy bien, pude rastrear a Solana se encuentra en esta zona
Christian, el hombre que Arami había llamado resultó ser un verdadero As en todo esto de seguridad ya que llegó con un montón de aparatos de rastreos para poder encontrar con el celular a Solana. Cosas que realmente yo no entendía mucho pero ciertamente estaba feliz que lo pusiera hacer.
Cuando el hombre que era más músculo que hombre señaló en la pequeña pantalla la ubicación real de Solana el corazón me dejó de latir por unos segundos. ¿A qué nivel de locura había llegado finalmente? No podía ser cierto, esta mujer enserio conocía todos mis movimientos.
— ¿Conoces ese lugar? — preguntó el gigante viendo como mi rostro iba perdiendo color.
— Si, está cerca de la cabaña que compré para ella. Es un acantilado, allí pasamos un tiempo Cony y yo cuando nos escapamos el fin de semana.
— Enserio esa mujer me da miedo — comentó Andrés — Es increíble que conozca todos esos detalles.
— Lo mismo estoy pensando, no sé hasta que punto llegó su locura, esto de verdad me preocupa.
— Tranquilo, lo bueno es que somos conscientes de donde se encuentran. Veré si puedo hackear un satélite para tener una vista en tiempo real y armaremos una estrategia y tú Joaquín serás la carnada y la distracción.
— Por supuesto que sí.
— La traeremos amigo, tú tranquilo.
La voz segura de Felipe y su apretón en mi hombro logró que recuerde de seguir respirando y así lo hice profundamente mientras escuchaba a Christian decirnos su plan. Todos los hombres tendríamos un papel en todo esto ya que no dejaríamos que las mujeres se arriesgaran y ellas se quedarían en la casa. Esto nos valió unos cuantos grititos de frustración pero las logramos convencer. Ya nos encontrábamos listos lo único que nos quedaba era esperar la bendita llamada.
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7 De Julio
Short StoryConstanza siempre había sido determinada para todo, amaba tener el control de todo en su vida. Cumplía con todo lo que se proponía y siendo aún joven había logrado tachar algunos logros importantes en su lista de prioridades en la vida. Pero lo que...