Todo había salido tal y como lo habíamos planeado junto con Sheryl. Bailamos, comimos, jugamos y nos reímos como nunca. Me pude dar cuenta que Joaquín estaba mucho más cómodo y conversaba animadamente con los chicos con quienes al parecer tenía mucho en común. Al único que notaba un poco reacio era a Martín pero sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo en poner de su parte compartiendo conversaciones y tragos con él.
Me alegraba de ver a mis amigos y al hombre que me traía loca y soñando despierta, juntos compartiendo y riendo muy animadamente. Varios de ellos durante el transcurso del día se habían acercado para decirme que había elegido bien y que lo aprobaban. Las chicas estaban más que maravilladas con mi doctor sexy, habían estado muy sorprendidas cuando él les mencionó su plan de regalarme una casita de playa. Yo había omitido esa parte luego de nuestro fin de semana porque no lo creía real.
Por supuesto se encargaron de hacerme ver que él solo dejaría de insistir cuando lo aceptara porque esa era su forma de mostrarme que no había límites en cuanto a lo que daría con tal de verme feliz. A pesar de ser algo material apreciaba mucho que fuera tan detallista, porque lo que hacía que me enamorara más de él no era el echo de que me comprara una cabaña sino que supiera que aquello de verdad me alegraría a mí y me ayudaría a pensar un poco más en mi tranquilidad y me ayudaría despejar mi mente saliendo de la ciudad.
— Eres asombrosa amiga, no sé porque no puedes creer que él de verdad estuviera genuinamente interesado en ti. Porque lo está y muy seguro de lo que siente. Es solo ver como despega la vista de ti en ningún momento.
— Any tiene razón, durante todo este tiempo que estuvo con los chicos no ha dejado de buscarte con la mirada en todo momento. Básicamente tiene un ojo puesto en ti y el otro en el grupo que tiene a lado.
— Sé que realmente le intereso pero ya saben como soy. Tengo miedo de que no funcione y que luego me destroce el corazón, no quiero ilusionarme y darme cuenta que es un mentiroso.
— Amiga nunca sabrás si es o no un mentiroso como dices si no le das la oportunidad. Ya te lo he dicho, no dejes que el tiempo pase porque te puedes arrepentir y puede que la vida no te de segundas oportunidades.
— Lo sé Arami. Gracias chicas por sus consejos de verdad, no saben cuan importante era para mi que los conociera más a fondo que viera un poco más de mi mundo y las personas que me rodean.
La tarde se había pasado muy pronto, más aún cuando tienes buena compañía. Pero a eso de la tarde noche, cuando ya estaba anocheciendo un auto pequeño de color gris se aparcó en la entrada sorprendiéndonos a todos. Todos nos quedamos inmovilizados porque no entendíamos quien sería ya que no esperábamos la llegada de nadie más. Tampoco se trataba de ningún familiar de parte de los O'Kelly o los Marti porque conocían los vehículos de todos. Entonces ¿Quién era?
— ¿Conoces el auto? — pregunta Celeste a Bastian.
— No, no tengo idea de quien se trate.
Arami decide que irá ella a ver de quien se trata, le deja el niño a Anabelle y se dirige hasta la entrada. Los demás no se habían percatado de la llegada de esta persona ya que estaban muy inmersos en la conversación, al parecer Alejo, Joaquín, Andrés y Ezequiel habían encontrado un tema que les había interesado tanto que no se percataban de nada a su alrededor.
Vimos como Arami habló con la mujer que bajó del auto, aunque no estoy muy segura pero me pareció ver que la mujer me señalaba a mí. Estaba aún más confundida porque la realidad es que no la conocía y estaba muy segura que no se trataba de nadie de la empresa porque no tenía nada pendiente, y no me había llegado ningún mail por ninguna emergencia ¿Qué querría conmigo y cómo me conocerá?
Arami la invita a pasar y la vemos avanzar hasta donde nos encontramos todos reunidos, la mujer era realmente hermosa. Una rubia despampanante con unos ojos del color del cielo en un día de verano donde no se podía ver ninguna nube. Su andar demostraba que era una mujer con clase, bastante segura de si misma y con mucha confianza en todo lo que hacía. Su actitud y su mirada un poco altanera pero podía percibir que era una mujer poderosa y de recursos ¿Qué querría conmigo?
— Constanza, esta mujer dice que necesita urgentemente hablar contigo. — anuncia Arami con su sonrisa falsa para personas desconocidas, era la sonrisa que utilizaba en las galas del museo y entrevistas.
— Si, soy Constanza Meyer ¿Qué le puedo ayudar? — me presento porque realmente ahora viéndola aún más de cerca me convenzo que nunca la había visto antes.
La mujer se acercó unos pasos más cerca de mi, primero me escaneó con la mirada y luego sin esperarlo. Sentí como mi cabeza giraba en un movimiento brusco y mi rostro de inmediato comenzó a calentarse, al principio no comprendí que fue lo que había ocurrido hasta que levanté mi mano izquierda y la pasé por mi rostro. Sentí la sensación de quemazón en mi mejilla y supe que la mujer me había dado un cachetazo bastante fuerte que estaba muy segura me dejaría un gran moretón.
— ¿Qué mierda? — dije bastante enfadada y mis amigas que lo habían estado viendo comenzaron a gritar bastante enfadadas.
Todas se habían acercado hasta mí, al parecer el grito y el escándalo logró que los chicos se percataran de su alrededor que vi el momento exacto en que esa mujer rubia enfocó sus ojos a mis espaldas, cuando giré lo vi. Vi como miraba a Joaquín y vi como él la miraba a ella. Rabia, frustración, enfado y muchas otras cosas pasaron por su rostro y luego enfocó sus ojos en los míos que habían estado escaneando todo ese momento que habrá durado un milisegundo. Vi como su mirada llena de rabia pasó a una de completo terror.
¡La conocía! ¿Quién diablos era esta mujer y por qué mierdas había venido a darme semejante cachetada cuando ni siquiera la conocía?
— ¿Solana? ¿Qué haces aquí? — vi como la rabia volvió a sus ojos y comenzó a dar grandes zancadas hasta posicionarse a una distancia prudente entre las dos ya que aún esa mujer estaba a muy pocos centímetros cerca de mí.
— Vine porque no me diste opción Joaquín, vine porque no iba a permitir que esto siga ocurriendo. Te lo advertí y no me dirás que no, te advertí que te demostraría de lo que era capaz si no terminabas esta absurda relación. Y sabes que no hablo en vano, no fue muy difícil encontrarte y encontrarla, sabes muy bien que no puedes ocultarme nada porque siempre me entero todo sobre ti, nada es un secreto para mi.
— ¡Basta! — grité completamente histérica — ¿Qué diablos significa todo esto? Quiero que ahora mismo me digas quién eres y con qué derecho vienes a levantarme la mano maldita estúpida.
— Ingenua, la estúpida eres tú. ¿Acaso no te ha hablado de mí? Ohh ya veo, no lo ha hecho. ¡Vamos Joaquín, dile quien soy!
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7 De Julio
Short StoryConstanza siempre había sido determinada para todo, amaba tener el control de todo en su vida. Cumplía con todo lo que se proponía y siendo aún joven había logrado tachar algunos logros importantes en su lista de prioridades en la vida. Pero lo que...