HUNGER GAMES: THE OLD VICTORY

Chapter 15

Sabes que te pudriste por dentro cuando las moscas de fruta vienen a comer lo que queda de ti.

Mi regreso al Capitolio es triunfal. Despues de pasar unos dias en el hospital para tratar mis heridas y mi dehidratacion, Brutus y Dakotta me reciben como su fuera una clase de diosa, la diosa de la muerte me llaman ellos. Me dirjieron que aunque la mayoria de Tributos murieron por dehidratacion, yo fui la que mas Tributos mato en total, con una cifra de cinco Tributos. Mi apodo retumba por las calles, todos me miran y me aplauden, me habientan sus flores y sus palabras como aquella vez cuando pasaba por esta avenida en el desfile de tributos, pero esta vez no tengo ganas de saluday y sonreir. No puedo sonreir.

Dakotta me arregla como solo ella sabe, pero sin ser demasiado exagerada. La costumbre es que el vencedor y su equipo de preparación salgan al escenario en una plataforma

elevada. Primero el equipo de preparación, seguido por el acompañante, el estilista,

el mentor y, finalmente, el vencedor. Han instalado una nueva plataforma de metal para elevarme; todavía se ven pequeños montoncitos de serrín y huele a pintura fresca.

El rugido de la multitud es tan ensordecedor que no me doy cuenta de la llegada de Brutus hasta que me toca el hombro y doy un bote, sobresaltada; supongo que parte de mi sigue en los Juegos.

-Lo hiciste increible, Kayler-dice Brutus-Si algo le encanta a los televidentes es el amor y la desgracia. Bien jugado.

-El problema es que yo no estaba jugando-susurro. Me a oido porque me abraza y besa mi frente.

-Lo se Kayler, lo se-

El himno me retumba en los oídos y después oigo a Caesar Flickerman saludar a la audiencia. ¿Sabe lo crucial que es decir la palabra correcta a partir de ahora? Seguro, querrá ayudarnos. La multitud rompe en aplausos cuando presenta al equipo de preparación. Me imagino a todos dando saltitos y haciendo reverencias ridículas; creo que puedo decir sin temor a equivocarme que no tienen ni idea de lo que está pasando. Después presenta a Neferet. Cuánto tiempo lleva esperando este momento; espero que lo disfrute, porque, por muy despistada que sea, tiene un buen instinto para algunas cosas. Dakotta y Hutt reciben grandes vítores, por supuesto, ya que han estado geniales, después de un debut tan deslumbrante.

Debo sonreir y saludar, es mi momento de hacerlo para las camaras aunque en el fondo los odie con todo mi corazon. Luces cegadoras. Un rugido ensordecedor que hace vibrar el metal que tengo bajo los pies. Entonces veo a Cesar a pocos metros de mí. Parece tan limpio, sano y guapo que apenas lo reconozco.

Caesar Flickerman hace algunos chistes y pasa al espectáculo. Durará exactamente tres horas y es de visión obligatoria para todo Panem. Cuando reducen la intensidad de las luces y aparece el sello en la pantalla, me doy cuenta de que no estoy preparada para esto, de que no quiero ver morir a mis veintitres compañeros. Ya vi bastante la primer vez. Empieza a latirme el corazón con fuerza y siento el impulso de huir. ¿Cómo se han podido enfrentar a esto solos los otros vencedores? Durante los mejores momentos suelen mostrar la reacción del ganador en un cuadrito de una esquina de la pantalla. Pienso en los años anteriores... Algunos parecían encantados, alzaban los puños y se golpeaban el pecho.

Es increible como cortan una semana y media en tres horas, supongo que la persona encargada de esto sabe cual sera su punto de referencia y cabe que historia contara. Cuenta mi historia de amor con Mailey y mi enemistad con Cassius hasta el final.

La primera hora o así se centra en los sucesos anteriores al estadio: la cosecha, el paseo en carro por el Capitolio, las clasificaciones del entrenamiento y las entrevistas. Una banda sonora animada hace que parezca el doble de horrible porque, claro, casi todos los que aparecen en pantalla están muertos.