Salimos al alba, cuando el sol todavia esta un poco mas soportable. Como salimos sin rumbo aparente, Cassius se molesta cuando llevamos un par de horas sin encontrar nada. Las molestias en las personas del equipo estan comenzando a ser notorias, todos tenemos los labios secos y a penas podemos con nosotros mismos. Tenemos suficiente comida para sobrevivir toda una semana pero no tenemos nada de agua.
Me pregunto si habran visto como Mailey me besó. De ser asi, la audiencia estara como loca comentando un beso en los juegos. Estoy casi segura de que nos vieron al Capitolio no se le escapa ninguna toma de algun Tributo. Mientras sigo adelante, estoy segura de que todavía salgo en las pantallas del Capitolio, así que debo seguir ocultando con cuidado mis emociones; sin embargo, Claudius Templesmith debe de estar pasándoselo en grande con sus comentaristas invitados, diseccionando el comportamiento de Mailey y mi reacción. ¿Qué querrá decir todo esto? ¿Ha revelado Mailey sus verdaderas intenciones? ¿Cómo afecta eso a las apuestas? ¿Perderemos patrocinadores? ¿Acaso tenemos alguno? Sí, yo creo que sí los tenemos.
El sol sube en el cielo e, incluso a través de los árboles, parece demasiado brillante. Me unto los labios con un jugo de alguna de las frutas que sacamos de la Corncopia e intento no jadear, aunque no sirve de nada, porque ya ha pasado un día y me deshidrato rápidamente. Conforme avanza el día, sé que voy a tener problemas. La poca orina que expulso es marrón oscuro, me duele la cabeza y noto una sequedad en la lengua que se niega a humedecerse.
La fatiga empieza a pesarme; no la fatiga normal después de una larga caminata, sino que tengo que detenerme y descansar frecuentemente. Sé que no encontraré cura para mi mal si no sigo buscando. Intento una táctica nueva, buscar rastros de agua, pero, por lo que veo en todas direcciones, sólo hay arena y más arena.
Todos estams igual o casi igual. Jean y Rapder comenzaron a tropezarse ellos solos asi que tuvimos que parar en la sombra de un arbol. La mañana sólo me trae preocupaciones. Me palpita la cabeza con cada latido del corazón. Los movimientos más simples hacen que me duelan las articulaciones como si me clavaran cuchillos. Me apoyo en el tronco del árbol y me acaricio con cuidado la superficie áspera de la lengua mientras evalúo mis opciones. ¿Cómo puedo conseguir agua?
Mi unica esperanza es que Brutus o alguno de los mentores de los demas nos manden agua, pero si han visto que estamos literalmente muriendo de sed ¿Porque no la han mandado antes? ¿Sera alguna clase de mensaje? Entonces lo comprendo. Si Brutus no me ha mandado agua es porque sabe que estamos a punto de encontrarla.
Aprieto los dientes y me levanto. La mochila parece pesar el triple de lo normal. Agarro una rama rota que me sirva de bastón y me pongo en marcha. Todos me siguen. El sol cae a plomo, es aún más abrasador que en los dos primeros días, y me siento como un trozo de cuero secándose y agrietándose con el calor. Cada paso me supone un gran esfuerzo, pero me niego a parar, me niego a sentarme. Si me siento, es muy probable que no vuelva a levantarme, que ni siquiera recuerde cuál es mi objetivo.
Seguimos caminando sin embargo, cuando cae la tarde, sé que se acerca el final. Me tiemblan las piernas y el corazón me va demasiado deprisa. Se me olvida continuamente qué estoy haciendo. Me tropiezo una y otra vez, y, aunque consigo levantarme, cuando por fin se me cae el bastón, me derrumbo por última vez y no me levanto más. Dejo que se me cierren los ojos.
El aire es menos caluroso, lo que significa que se acerca la noche. Hay un suave aroma a dulce que me recuerda a los nenúfares. Acaricio la suave tierra y deslizo las manos fácilmente sobre ella.
-No es un mal lugar para morir-digo para mis adentros
Dibujo remolinos en la tierra fresca y resbaladiza. Me encanta el barro, pienso. También es bueno para las picaduras de abeja. Barro. Barro. ¡Barro! Abro los ojos de golpe y hundo los dedos en la tierra. ¡Es barro! Levanto la nariz y huelo: ¡son nenúfares! ¡Plantas acuáticas!
Empiezo a arrastrarme sobre el lodo, avanzando hacia el aroma. A unos cinco metros de donde había caído atravieso una maraña de plantas que dan a un estanque. En la superficie flotan unas flores amarillas, mis preciosos nenúfares. Resisto la tentación de meter la cara en el agua y tragar toda la que pueda, porque me queda la suficiente sensatez para no hacerlo.
-¿Es agua?-pregunta Cassius
-Tengo un bote con yodo, para desinfectar el agua-dice Mailey sacando un pequeño frasco
La media hora de espera es una agonía, pero la aguanto. Al menos, creo que ha pasado media hora, aunque, sin duda, es lo máximo que puedo soportar. Ahora, poco a poco, me digo. Doy un trago y me obligo a esperar. Después otro. A lo largo de las dos horas siguientes me bebo los dos litros enteros. Después otra botella.
Decidimos que si no nos quedamos aqui, moriremos de sed, asi que hacemos un campamento aqui, al lado de la laguna. Cuando suena el himno, me siendo mucho mejor. Esta noche no sale ninguna cara en el cielo, hoy no han muerto tributos, lo cual me sorprende porque si nosotros estuvimos a punto de morir de sed, significa que los otros tributos tambien tienen agua, o tal vez ya habian llegado aqui.
Pido a los demas quedarme a hacer guardia, Cassius, Jean y Rapder no protestan y se van a dormir pero Mailey no se mueve de mi lado, no se separa de mi, cada 5 minutos me pregunta si me siento bien o si necesito agua ¿Tan mal me veré como para que se preocupe por mi? Al final se queda ella conmigo observando las estrellas.
Esta noche me recuerda a aquella noche en donde las estrellas tambien eran testigas de mis sentimientos. Si no estuviera en un estadio desertico compitiendo contra quince chicos por la supervivencia, me atreveria a confesarle lo que siento por ella.
-Me gustan las estrellas-dice ella-Las estrellas siempre fueron mis amigas, saben todos mis secretos, todas mis inseguridades, todos mis temores. Son mis confidentes, les cuento sobre mi vida cuando nadie me ve.
Miro hacia donde estan nuestros compañeros esperando a que nadie me escuche o a que nadie se entere de lo que estoy a punto de decirle a Mailey.
-Debemos irnos-le susurro-Solo tu y yo, vamonos, hay que dejarlos.
-Tambien habia pensado en esa posibilidad-dice sin dejar de mirar a las estrellas-Pronto comenzaran a quedar menos y menos tributos, tendriamos que enfrentarnos entre nosotros tarde o temprano.
-Mejor que sea tarde-le digo-Que pelen entre ellos, nosotras nos esconderemos.
-¿Que pasara si solo quedamos tu y yo?-Voltea a verme y clava sus ojos verdes en mi ser, no se que responder a esa pregunta. Quiero ganar tanto como ella, se que ninguna quiere morir pero tampoco quiero ser la primera en atacar-Pensaremos en eso luego, por ahora, sera mejor que duermas. Estuviste a punto de morir hace unas horas. Yo hare guardia.
No peleo a eso, no me habia dado cuenta que estoy debastada, no tardo en cerrar los ojos y acurrucarme a su lado. Siento su mano recorer mi espalda y de repente me suelta. Tengo solo un sueño donde esta ella pescando, por sus rastros faciales se que le han pasado los años encima, pero a pesar de eso, su cabello sigue anaranjado y sus ojos siguen igual de verdes. Sonrie mucho. Se ve feliz. No puedo evitar sonreir tambien, su alegria es sumamente contagiosa.
Entonces, el sonido del cañon me despierta. Me levanto torpemente alistandome a luchar con lo que sea que haya matado a alguien. El alma me regresa al cuerpo cuando descubro que Mailey esta dormida a mi lado, entonces con una linterna que ella tenia a su lado, lumino al sendero por donde dormian mis compañeros y veo algo que me deja sin palabras.
Parece un animal salvaje pero por la forma de su cuerpo puedo ver que es un humano, esta comiendo algo, o mas bien a alguien. No se a dado cuenta que lo estoy observando, pero cuando ilumino para ver quien es y a quien se esta comiendo, veo un rostro familiar. Es el chico del Distrito 6, Titus creo que se llama. Y al moverme un poco mas puedo ver que a quien se esta comiendo es a Jean. Su cuerpo esta tendido y su sangre esta manchando la tierra. Al rededor duermen placidamente Rapder y Cassius.
Intento ir a despertarlos para que nos vayamos de aqui pero un el sonido de mis pisadas hace que el chico del 6 se de cuenta de mi presencia. Comienza a gritar cosas y es ahi cuando mis compañeros se despiertan. Gritan cuando ven el cuerpo de nuestra compañera. Tomo mi mochila y la mochila de alguien mas y corro a donde estaba antes.
-¡Mailey!-Digo sacudiendola intentando despertarla, le explico rapidamente lo que acaba de suceder.-Debemos salir de aqui, toma tus cosas
Tomamos todo lo que podemos y salimos corriendo sin mirar atras, dejando a Cassius, Rapder y al canibal chico del 6.
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HUNGER GAMES: THE OLD VICTORY
FanfictionKayler Motgomery es una chica de 18 años quien por aprobación de su familia termina enrollada en los 69º Juegos Del Hambre ¿Lograra salir con vida? LIBRO 1 DE 3