-Mi amor por ti es más grande que el universo, tan infinito como las estrellas del cielo, y tan puro como lo puede ser un ángel. Lograremos estar juntos, Princesa ♡
《Reto de Mayo: Marichat 2021》
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Marinette fue abriendo lentamente los ojos al escuchar unos gruñidos y maullidos en la parte baja de su habitación. Frunció el ceño y se asomó por la baranda, logrando enfocar a Chat Noir jugando con Abrazos.
O mejor dicho, molestándolo.
Bajó silenciosamente hasta que estuvo sentada en el diván, y puso mala cara cuando vio a su novio dándole varias palmaditas en la cabeza a su gato, quien gruñía como aviso de que pronto lo atacaría.
—Chat, deja de fastidiarlo. —ordenó seriamente mientras se acomodaba para volver dormir.
Al escuchar la voz de su chica, ambos felinos dirigieron su mirada hacia ella. Abrazos mordió el dedo de Chat que estaba en su cabeza para que pueda soltarlo, y fue a acostarse debajo del diván.
—¡Au! ¡Princesa, es la segunda vez que Abrazos me muerde! —se quejó el héroe, acariciando su dedo lastimado.
—Porque lo molestas.
—¡A ti nunca te muerde!
—Porque nunca lo hago enojar. A mí me ama. —respondió con una sonrisa burlona.
Chat Noir arrugó su nariz antes de rodar los ojos, y no perdió el tiempo en ir con ella y acurrucarse en su pecho.
—¿Te sientes mal? —preguntó él —Cuando llegué estabas dormida, y quieres seguir durmiendo ahora...
—Solo estoy cansada, es todo. —respondió aún con los ojos cerrados, dándole caricias en su melena rubia.
El héroe decidió no insistir en eso y dejarlo de lado. Aunque, de todos modos, no podría seguir el hilo de la conversación con los mimos que estaba recibiendo de su novia.
Pronto sintió que su mano rascaba detrás de la oreja de su traje, e inevitablemente, de su garganta salió un ronroneo que lo hizo congelarse.
Marinette sonrió con ternura antes de recordar que ella no sabía ese dato. Solo Ladybug lo había escuchado durante la pelea con un akuma.
—Oww. ¿Puedes ronronear? —preguntó emocionada.
—No, olvida eso —le respondió con las mejillas rojas de la vergüenza, para después ocultar su rostro en el pecho de su contraria.
—¿Por qué? —rio divertida —Si eso es muy tierno, no le veo nada de malo.
—No.
Marinette carcajeó y dirigió su mano hacia la oreja gatuna nuevamente, y a las justas pudo darle una caricia antes de ser detenida.
—No hagas eso...—susurró Chat en medio ronroneo.
—¿No te gusta?
—Sí pero... ¡El sonido sale solo! Ni siquiera puedo detenerlo o algo. Supongo que me siento un poco incómodo ronroneando, sobretodo porque no tengo control sobre eso.
La azabache lo miró con amor y alcanzó su celular para empezar a teclear.
—No tiene nada de malo ronronear, ¿sabes? A mí me gusta mucho —dijo ella.
—¿Qué haces? —Chat la ignoró y se asomó para ver su celular.
Ella entró a una página de Google antes de aclararse la garganta y comenzar a leer, sin embargo, su novio fue más rápido y se adelantó.
—Si tu gatito ronronea, es una señal de afecto o te está pidiendo algo. Por ejemplo: Comida. —leyó él.
—Sí eres. —contestó Marinette en medio de una risa.
—¡Hey!
—De todos modos, eso no es lo que iba a leer —dijo cuando sus risas pararon, se aclaró nuevamente la garganta y esta vez leyó —El ronroneo es un gran aliado para serenarse y tener la mente en calma. Cuando un gato ronronea libera endorfinas que ayudan a combatir el estrés y la ansiedad en las personas.
Un sorpresivo Chat la observó poner su celular en su sitio para después recostarse y atraerlo hacia ella.
—¿Lo ves? —dijo la ojiazul, dándole caricias otra vez —Los ronroneos ayudan mucho a quitar el estrés y mantener la mente en calma, justo lo que necesito en estos momentos.
—Entonces... ¿Puedo ayudarte mucho más si ronroneo? —preguntó con los ojos brillosos.
Lo único que podía hacer cuando la veía así de cansada era insistir en que tome un descanso y dejarla dormir en paz. Pero ahora prácticamente podía darle esa paz mental que necesitaba y sería de más ayuda.
—Claro. ¿Ronronearías para mí?
—Por supuesto, Princesa. —contestó al instante.
Sin embargo, antes de poder empezar con su propósito, un fuerte maullido los hizo detenerse, y pronto se vieron con Abrazos entre ellos.
—Se sintió desplazado —rio Marinette.
—Abrazos, por esta vez te dejaré en paz —informó Chat Noir antes de acomodarse mejor y empezar a acariciarlo —Pero hay que ronronear para quitarle el estrés a nuestra Mari.
Ella rio encantada y acarició a ambos, quienes no tardaron en soltar ronroneos que, sinceramente, sí la relajaban.
—Tendré la mente tan calmada que después no querré hacer nada —avisó con la voz adormilada.
—No importa, ahora que sé que puedo ayudarte de esa forma, no pararé de ronronear.
🌹🌹🌹
El ronroneo de Chat Noir en Reina Primicia me da mil años de vida JAJAJAJA.
No hay mucho por decir, espero que se encuentren de maravilla. ¡Nos leemos mañana con Encerrados en...! Los adoro, besos✨✌🏻
