Marinette no supo exactamente cómo terminó en esa situación, y culpó instantáneamente a su increíble torpeza.
Un momento estaba en la sala de su hogar hablando con Alya por teléfono, y al otro estaba siendo arrastrada por sus padres para ayudar en la panadería ya que esa semana habían más clientes de lo normal.
En realidad no era que le pareciera malo o fastidioso, de hecho, a ella le encantaba ayudarlos en todo lo que podía. Pero al parecer, ese día su mala suerte y su torpeza aumentaron tanto como los clientes en la panadería, haciendo que en vez de ayudar, dé más trabajo.
Y de pronto se encontró ahí, botando se casualidad un vaso de agua que cayó en su brazo y encima de su delantal, el cual estaba lleno de harina.
Sus padres suspiraron despacio y voltearon a ver a su hija con una pequeña sonrisa en sus rostros, las cuales cambiaron por horror al verla tan sucia.
—Pero Marinette...—su madre habló primero —¿Cómo es que te ensuciaste tanto?
Hasta tenía crema de la torta en la cara y en el cabello.
—Perdón, perdón, perdón —chilló ella juntando sus manos —Prometo limpiar todo, pero creo que ahora será mejor que me vaya. No quiero darles más trabajo, me llamaron para ayudar.
—Sí...—susurró Tom —Mejor ve a limpiarte, cariño. —sugirió nervioso —Nosotros nos encargaremos de esto.
—Perdón —repitió —Se los compensaré. Lo juro.
Subió directo a su cuarto maldiciendo por lo bajo lo torpe que era, y claramente, tampoco estaba lista para la escena que le esperaba dentro de su habitación.
Chat Noir se tensó de pies a cabeza cuando escuchó los pasos y susurros de Marinette, y escondió al pequeño ser que tenía en manos detrás de su espalda para después voltear con una sonrisa nerviosa al mismo tiempo que la azabache entraba a su habitación.
Ambos separaron sus labios, claramente sorprendidos de verse de esa manera.
—¡¿Qué te pasó?! —exclamaron al unísono.
—Creo que lo mío es evidente, ¿no? —Marinette desvió la mirada avergonzada, rascándose la mejilla con su dedo índice.
La carcajada del rubio le hizo regresar su atención a él y lo fulminó con la mirada, notando en ese instante que tenía las manos detrás de su espalda.
—Eres hija de panaderos y no puedes hacer pan —rio con más fuerza —¿Entiendes? ¡No tiene sentido!
—¡B-Bueno, ya! —se cruzó de brazos con el ceño fruncido —Sí puedo hacer pan, es solo que hoy estoy más torpe de lo normal —admitió —¿Pero y tú? ¿Qué te pasó para que estés tan sucio?—ladeó un poco la cabeza, tratando de ver qué es lo que ocultaba —¿Y qué es lo que traes ahí?
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‹‹La suerte del Gato Negro›› // Reto Marichat 2021//
De Todo-Mi amor por ti es más grande que el universo, tan infinito como las estrellas del cielo, y tan puro como lo puede ser un ángel. Lograremos estar juntos, Princesa ♡ 《Reto de Mayo: Marichat 2021》