The Sound Of Your Voice •{Carlisle Cullen}•

•06•



El trayecto de Seattle a Forks era largo teníamos que tomar una avioneta para llegar a Port Angeles y de ahí otra hora en auto, para mí suerte ya estábamos en nuestro auto, yo miraba por la ventana la cual se encontraba abierta pues quería sentir el aire frío, tenía una sonrisa en mi rostro, sabía que mi padre venía cantando una canción porque lo podía sentir moviéndose como gusano en su asiento.

Con clama puse la palma de mi mano sobre una de las bocinas del estereo y pude sentir la vibración de este y pude hacerme una idea de que canción cantaba.

-¿Es Lost On You?- le pregunté.

-Sí- me respondió rápidamente para volver a seguir cantando y moviendose como gusano, es una canción tristes ¿Por qué baila?

Sin duda mi padre es raro pero lo adoro mucho, después de todo es lo único que me queda después de mamá, podría decir muchas cosas sobre mi papá pero no me alcanzarían las palabras, es un poco torpe al momento de demostrar sus emociones y sentimientos, es carismático, amable, cariñoso, es mi 007 este es un apodo que según mi mamá le habían dado en el hospital donde se conocieron, mi padre a pesar de que pertenece o pertenecía a los sagrados veintiocho siempre fue libre de ser el mismo, sin que le impusieran creencias exageradas, no creía en la pureza de la sangre, tampoco creía en las palabras de Voldemort y mucho menos le importo enamorarse de una muggle.

Mi mirada seguía perdida en el bosque que se abría paso a nuestra vista, pude divisar un letrero que decía "Bienvenido a Forks"



Hola Forks, tu y yo seremos buenos amigos, miraba por la ventana y antes de entrar por completo al pueblo mi padre tomo un camino nuestra casa se encontraba a las afueras del pueblo pero no tan lejos como para llegar tarde a la escuela, una casa de madera y ventanales se poso en mi campo de visión pero no pude ver mucho solo las luces encendidas, pasamos la casa y llegamos a la nuestra, cuando por fin mis pies tocaron tierra me deje caer de rodillas y levanté mis manos al cielo.

-¡Gracias a los calzones de Dumbledore llegamos!

-¿Usa calzones?- me cuestionó papá

-No lo se, yo supongo que sí.

Y así me diriji a la cajuela y saque mi pequeña maleta para meterla a la casa, camine por la estancia y era bonita, tenía piso de madera y las paredes eran de un color verde jade con paredes en color beige, mire el cuadro de mi madre este se movía como de costumbre.

-Hola ma.

-Hola estrellita- El cuadro movió sus manos.

Sonreí y camine escaleras arriba, como ya es costumbre que en la casa no podemos estar con zapatos ya iba descalza así que pude sentir la vibración de las patitas de mi gatita.

-Hola Onix– deje una caricia en su cabeza y por fin entre en mi habitación, está tenía las paredes de color verde jade con detalles  en rojo escarlata, era una combinación extraña pero me encantaba, era como verme a mí y a los gemelos, tenía fotos mías y de mis amigos pegadas en las paredes, está decoración se logró gracias a Hermione y Ginny, me acerque a ver mi pared y la primer foto que captó mi atención fue mi favorita, en ella nos encontramos los gemelos y yo, recientemente me habían quitado las muelas del juicio y tenía mis mejillas como hamster y ellos se burlaban de que me encontraba dopada.

Sonreí y dejé mi maleta en mi cama y acomode su contenido en el ropero, mis manos tocaron la bolsita que me dieron George y Fred, la saqué y la dejé en mi tocador, cuando todo estuvo en su lugar camine al baño para poder darme una ducha, apestaba a polvos flu y no es agradable.