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Una joven caminaba mientras intentaba no pisar las líneas de piso, llevaba tiempo de sobra, pues  había salido con tiempo de anticipación para poder llegar con tiempo por su padre al hospital, según le comento había ido un conocido a el hospital pues habían tenido una cirugía que necesitaba reconstrucción facial, tal parecía que Foks se estaba alborotando desde su llegada, pero no era alguna persona del pueblo, si no se equivoca era un turista que viajo para poder escalar una de las montañas de aquí.

Ese sujeto tuvo suerte de no morir por la caída, pero muy probablemente necesite rehabilitación, y otro par de cirugías más, estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando entro por la puerta del hospital, tal vez sea medimaga o médico en el mundo muggle, aún no lo sabía con certeza o solo tal vez trabajaría con los gemelos en sortilegios Weasley, les hacía falta platicarlo.

Estaba mirando el piso del hospital hasta que su cuerpo choco contra otro que parecía estar hecho de piedra, en ese momento supo que había chocado con Carlisle, lo supo por su olor, ella levantó su cabeza con lentitud para poder mirarlo.

–Carlisle– saludo cortésmente la cobriza, ella se tomaba el tiempo de admirarlo un poco, pues no siempre lo tenía de frente y de tan cerca–¿Cómo se encuentra?

Señorita O'Malley– dijo con sus manos y el pudo escuchar su voz más aterciopelada de lo normal, el miraba esos ojos verdes y todos los pequeños detalles que había en su rostro– Muy bien, ¿Y tú?

–No me puedo quejar– dijo con una pequeña risa, ella miro a su alrededor y se topo con un cuerpo que ella conocía a la perfección el también la miro y sonrió con alegría– No puede ser– dijo entre feliz y conmocionada el rubio la miraba pues escuchaba su corazón latir con fuerza el no entendía nada y todo lo que podía ver era a el doctor que vino de emergencia mirar a su Rubí con mucho ímpetu.

–¿No piensas saludarme O'Malley?– Le dijo el cirujano mientas abría sus brazos en una señal de falso malestar y decepción– Me lo esperaba de tu padre pero no de ti– le dijo entre risas.

Hasta yo lo abrace– le confeso su padre cuando llegó a su lado el le dio un pequeño empujón para que ella caminara.

La cobriza salió disparada a abrazar al doctor, cuando lo tuvo entre sus brazos lo abrazo con fuerza, tenía tiempo que no lo veía la última vez fue cuando su madre estaba en el hospital por las quimioterapias y el ya era un titular, cirujano plástico y el mejor de los mejores, el se encargo de eliminar la cicatriz de su frente.

–El gran Mark Sloan está en Forks– dijo con felicidad, ella le había tomado mucho cariño a Mark pues el se había encargado de hacerle la estadía en el hospital muy amena, pues el quería ser padre y la veía como una hija el le tenía mucho cariño a la pequeña O'Malley– Tenía años sin verte.

Tu padre me llamo– le dijo el mayor mientras la veía, esa cicatriz en su frente ya no estaba y ya era una joven de 17 años la cuál era lo más cercano que tenía a una hija– Me dijo que viniera de emergencia y trabajo en Seattle así que vine lo antes posible.

–¿En el Grey's de Seattle?

–  Exactamente estoy trabajando ahí, Fui por Derek.

–¿Seguro qué no estás enamorado de él?– pregunto la joven con burla.

No solo es mi mejor amigo y ya– se defendió el hombre ante las insinuaciones de la joven.

La cobriza se rió por lo bajo y dejo una caricia en el brazo del doctor, juntos caminaron en dirección a su padre y el doctor bonito, el ambiente estaba un poco tenso pero era soportable, la joven siguió platicando con el cirujano de diferentes temas, pues el sabía que ella poseía un gran cerebro casi podía jurar que tenía memoria fotográfica Rubipedia sería un buen apodo para la joven, el se rió un poco de su propio pensamiento.

The Sound Of Your Voice •{Carlisle Cullen}•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora