Y como cada año, debía volver a la misma rutina, la escuela.
Cada lunes me repetía; »Sólo un año más «.
Levantarse temprano era lo peor de todo, necesitaba un par de horas decentes para dormir y la escuela no me dejaba.
Hoy era el primer día de clases del año y la verdad no estaba nerviosa ni nada por el estilo.
Me metí a la ducha y estuve como treinta minutos, salí y me puse mi ropa.
«Ting, ting, ting»
Tres veces sonó la corta melodía de mi móvil, avisando la llegada de un nuevo mensaje.
Termine de ponerme mis zapatos de tacón alto y lo cogí; me fui a la bandeja de entrada y abrí el mensaje.
Desconocido: Hola hermosa. No puedo esperar más por verte hoy. x
Lo primero que se me vino a la mente fueron mis amigos, quizás hayan cambiado de número.
Rápidamente teclee una respuesta para volver a lo mío.
Yo a desconocido: Hola. Am, ¿tampoco yo? Creo, ¿quien eres?.
«Ting, ting, ting»
Nuevamente la melodía se volvía a escuchar; cogí el móvil y abrí el mensaje.
Desconocido: No tan rápido muñeca.
¿Qué significa aquello?
Digo, no entiendo por que no me respondió lo que pregunte.
Yo a desconocido: ¿no me dirás?
Inmediatamente tuve una respuesta.
Desconocido: No. Deberías apurarte si no quieres llegar tarde el primer día, te veo luego. x
»Te veo luego« definitivamente debo conocerlo.
~*~
Al llegar a la escuela lo primero que vi fue el alocado pelo rojo de mi mejor amiga que en cuanto me vio corrió hacia mi.
Ambas chillamos de emoción al abrazarnos, ya que no los habíamos vistos en las vacaciones. Ella se había ido de viaje con sus padres para estas.
Palabras como »te extrañe tanto« y cosas así salían al abrazarnos.
Después de todo, buscamos a nuestros amigos del grupo y se repitió todo.
Las clases fueron aburridas, como siempre, nada nuevo.
Nos encontrábamos en la gran cafetería de la escuela, escuchando los chillidos y habladurías de los estudiantes.
Habían miradas que se posaban en mi, en nosotros, en nuestra mesa. Digamos que debido a que éramos populares aquí.
Estaba picando en mi ensalada hasta que el timbre de mi móvil me interrumpe.
- ¿Quien rayos te envía mensajes cuando estas en la escuela? - pregunto Penny con gracia.
- Nadie importante -respondí ignorando su tono.
Abrí el mensaje y aquel desconocido número estaba ahí, otra vez.
Desconocido: Te ves magnífica hoy, Maggie. x
Me atragante con mi ensalada, ¿quien rayos era?
Si era uno de los chicos o chicas, de verdad que no era divertido.