Harry movió su brazo para así ponerlo sobre mis hombros, mientras yo recargaba mi cabeza en el hombro de él.
-Debería llevarte a casa- dice luego de unos minutos.
He perdido la cuanta de el tiempo estando aquí, el paisaje es tan bello y se siente muy bien estar con Harry así.
-Deberías pero no quieres- le digo en tono de broma y este ríe.
-¿Qué te hace pensar eso?- pregunta con burla.
-Yo lo sé.
-Ya. Pues no es verdad- responde burlón.
-Oh- dijo fingiendo tristeza.
Él se endereza y me mira.
-Estaría todas las noches y días de mi vida contigo, Maggie- responde mirando directo a mis ojos.
Los ojos de Harry están brillosos, la poca luz que hay los hace ver tan lindos y profundos que podría perderme en ellos. Mi móvil vibra y algo se retuerce en mi interior, ¿será él?.
Y no es él, es mamá pidiemdome que vuelva a casa antes de que se haga más tarde. Bufo y le enseñó el mensaje a Harry, este rueda los ojos y se para de la banca.
-Vamos- dice tendiendome una mano.
No dudo y la tomó entrelazandolas. Sonrió antes el acto, él a entrelazados nuestras manos. Se siente bien, su mano es cálida y se siente muy bien.
~*~
-Gracias, Harry- le dijo cuando nos encontramos aparcados afuera de casa.
-No es nada, gracias a ti por estar hoy conmigo-me dice sonriendo.
Diablos, esa sonrisa.
-Que tengas buena noche- me despido y me acerco a él.
Lo abrazo, el me abraza. Pronto nos separamos pero seguimos muy cerca, puedo sentir su respiración. Él se lame los labios y sonríe de lado.
-Igual tu, Magg- responde para luego dejar un largo y caliente beso en mi mejilla.
Le sonrió y bajo de su carro con la respiración agitada. Madre mía yo queria besarle, quería besar aquellos rosados y apetitosos labios.