Me sentía extremadamente fatal. Sentía unas pesadas bolsas debajo de mis ojos y, efectivamente allí habían unas, negras y feas.
Restregué mis ojos por novena vez y relamo mis secos labios. Pase una mano por mi enredado y seco cabello, con el fin de desenredarlo.
« Ting, ting, ting »
Suspire y cogí mi móvil para abrir aquel mensaje.
Desconocido: Deja de tirar tu cabello.
¿Eh?
Yo a desconocido: ¿Dónde estas?
Desconocido: A tu lado.
Mi corazón se aceleró y mi respiración se atascó, sentí a alguien sentarse a mi lado y al profesor entrar.
- ¿Cómo te sientes? Maggie - pregunto una ronca voz a mi lado.
Mierda, no.
- B-bien - susurre.
Sentí a la persona removerse a mi lado y suspiro.
- ¿Que va mal? - pregunto.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo y sólo quería hechar me a correr, lejos de él.
- Quítate - escupi.
- ¿Por qué? Maggie - pregunto.
- No te quiero aquí - volví a soltar bruscamente.
- No creas que me iré porque tu me lo pides - respondió soltando una falsa carcajada.
- Bien - fue lo único que respondí.
~*~
Yo a desconocido: Odio a ese tipo.
Desconocido: ¿Eh?
Yo a desconocido: Harry Styles. Lo odio, es tan... Me da miedo, es escalofriante. Y si juntas eso con las cosas que se dice de él...
Desconocido: Maggie, no lo conoces.
Yo a desconocido: Creo que se lo suficiente de él como para mantenerme alejada.
Desconocido: Basta. El día que te pares a tener una conversación sería con él quizás,
cambies de opinión. No puedes juzgar a alguien que no conoces.¿Qué rayos?
Yo a desconocido: Y ¿que? Vamos, ¿qué ahora eres su defensor o algo?
Desconocido: Sólo basta, Maggie.
Yo a desconocido: Vete a la mierda.
Joder, lo he mandado a la mierda. Pero rayos, yo no soy así. Él es tan tonto cuando quiere, eso realmente me frustra, el no saber quien es me frustra.
Mi móvil seguía sonando pero yo no le prestaba atención, sabía que era él. No iba a cambiar mi forma de ver a Harry.
Relamí mis labios y pose mis ojos en una pareja que había a lo lejos. Fruncí el entrecejo reconociendo aquella chaqueta de cuero. Era un chico y estába a espaldas, él estaba acompañado por una chica, la cual tenía un largo y claro cabello, su tez era aceitunada y usaba lentes.
Vi como él chico movía su mano hasta dejarla en el brazo de la chica y acariciarlo, ella le sonrió y bajo su mirada. Vi como él levanto la barbilla de la chica con su mano derecha y creí que la respiración se me iba.
No otra vez, no otra vez.
El chico se inclinó hacia la chica con el fin de besarla, pero ella corrió la cara. Él soltó una carcajada y mis pelos se pusieron de puntas.
Aquel chico había tratado de besar a la chica. Él chico quería besar a la chica. Mi chico iba a besar a la chica. Cuando prometió que nunca volvería a pasar, volvió a pasar.
Cuando lo aceptas una vez, ya no hay quien lo pare.