PRINCESA POR SORPRESA.

Capítulo Uno.

Florence pov.

—Mamá yo no se nada de nada, no quiero ir allí. No es una escuela normal. Aquí ya tengo una vida. —mi madre me miró enojada, la enojada debería ser yo, espero a que papá muriera para decirme que tengo poderes y que tengo no se que...

—¡Iras y se acabó! Tu papá quería enseñártelo todo el y me hizo prometer cuando naciste que si le pasaba algo tu irías a la academia. Tengo que cumplir mi promesa. —gritó enojada.

—¡Bien! Iré pero solo con la condición de que me dejes cambiar mi look y me pagues todo. —le dije y ella me miró aguantando más insultos. Sonreí.

—Ok, pero yo aprobare o no tu look. —dijo y termine cediendo.

Adivinen mi signo.

Seguramente pensaron en todos menos en el que realmente soy porque mi signo es un signo olvidado.

En fin. Fui ese día a la peluquería, me teñí el cabello con unas mechas rubias ya que mi color natural es castaño claro. Después le pedí a mamá que me dejara hacerme al menos el tatuaje de mi signo ya que es el protagonista en mi vida y la justificación de todos mis errores según mamá.

—¿Entonces que quieres tatuarte muñeca? —habló el señor rudo lleno de tatuajes y piercings.

—El signo de Capricornio. —dije y mamá me miró algo aterrada a la idea de las agujas en mi piel.

—¿Es tu signo o el de tu asustadiza madre?

—Aunque no lo parezca ahora, es de Aries, créeme. —le dije y el se carcajeó.

Decidí hacérmelo en el costado del dedo de en medio. Para serles sinceras si me dolió pero bueno lo quería.

Mi madre decidió hacerse las uñas y aproveche a hacérmelas yo también. Las hice de negro y fucsia. Compramos ropa y regresamos a casa.

—¿Cuando se supone que empiezo el jodido instituto?

—No le digas instituto, es la academia. Y no uses insultos conmigo. —se quejó— Empiezas mañana.

—¡MAÑANA! —grite corriendo a organizar todas mis cosas.

Cuando termine de hacer mi primer maleta mamá entro al cuarto.

—Escucha debes saber algunas cosas antes de ir a la academia. —dijo algo sería dentándose en la silla de mi tocador.

—Habla. —dije mientras organizaba mi maquillaje.

—No debes decirle a nadie, excepto a la directora, tu fecha de nacimiento. Solo diles que eres de Capricornio y en tu caso que naciste en enero. Nada mas. Ya que sabes eso es algo muy personal allí y los signos festejan sus cumpleaños por temporada, de diciembre a enero Capricornio. Y así con los demás signos. Tu fecha la pueden usar para sacarte tu carta astral y hacerte algún hechizo malvado. No debes decírselo ni a tus compañeras ni amigas. Y si insisten diles que naciste el 1 de enero, pero nunca digas tu fecha. Lo que si puedes decir son tus tres signos que ya te enseñe. Sol en Capricornio, luna en Acuario y Ascendente en Leo. ¿Entendiste? —dijo seria.

—¿Solo a la directora? ¿Y como puedo confiar en ella? —pregunté algo desconfiada ahora.

—Porque ella es tu tía. Y ella sabe la fecha de todos sus alumnos. Si hace algo o divulga puede perder su vida. —dijo mi madre.

—¿Tengo una tía y recién me entero? ¿Cuantos secretos más piensas ocultar? Seguro me vaya allá y me entere más cosas que puedan alejarme de ti. No quiero dudar de ti mamá, nunca. Debes ser sincera conmigo, este es el momento.