Capitulo Veintiuno.

2 1 0
                                    

¿Como que comprometida?

Luego de eso me hicieron preguntas incómodas pero Mis amigos me salvaron haciendo que vaya con ellos al discurso del director.

—¿Por que dijeron que estoy comprometida, Pierre?

—Es solo una tonta costumbre de Ferovianne. —dijo el restándole importancia pero a mi si me preocupaba lo que los ciudadanos piensen.

—¿Cual es? Dime. —insistí.

—Veras usualmente las parejas que pasan los nueve meses juntos de novios es porque es serio y se van a comprometer. Es una vieja costumbre tanto que la toman como regla. —explicó el.

—¿Y por que no me lo dijiste?

—No creí que fuera necesario. Tú no crees en eso.

—¿Y tú si? —pregunte y el me miró.

—Pues crecí con esa creencia así que si.

—¿Tu quieres comprometerte conmigo? —lo detuve atrás de las gradas alejándome del resto.

El me miro. —¿Tu no quieres?

—No me respondas con otra pregunta, no es cortes.

—Claro que quiero comprometerme contigo. En tu mundo ya estamos casados. —dijo él sonriendo, su hoyuelo se le marcó y sus ojos azulados brillaron.

—Pero en mi mundo no cuenta eso. Yo aún no tengo ni siquiera diecisiete años. Soy muy joven para estar comprometida.

—¿Y que de tus citas? Hay príncipes de otros países que ya te han propuesto matrimonio, y eso porque no saben que estamos juntos. —dijo el.

—No son citas porque no he salido con nadie. Y pensaba rechazar o evitar responder hasta cumplir por lo menos dieciocho años. —le dije.

—¿Tu no quieres compromisos?

—Si que quiero, pero no ahora.

—¿Y si te propusiera matrimonio? —preguntó el mirándome.

—Te diría que aceptó en dos años. —le dije y el dejo de sonreír.

—Pronto cumplirás diecisiete.

—¿Es legal casarse aquí a los diecisiete?

—Es legal casarse a los quince, no sucede pero es legal. —dijo el.

—¿No estamos bien así? —pregunte.

—Si... —dijo él— Pero quiero que todos esos príncipes de cuarta sepan que eres mía. Y que solo sales conmigo. —dijo ahora notándose molesto y evitando mirarme.

—Yo te amo, Pierre. Como a nadie más, eres al primero que le di todo, mi amor, mi "flor" como dice mamá —reímos— mi experiencia en relación...

—Y quiero ser el único en tu vida, por el resto de nuestras vidas. Y ser solo tuyo. —dijo y sacó del bolsillo de su pantalón una cajita. Oh no, el lo hará— ¿Florence Regina Venticcius Massentis, aceptarías ser mi esposa? —preguntó el arrodillándose.

Era un anillo con un diamante brillante y enorme con piedritas brillosas verdes alrededor.

—Pierre... ¿cuando quieres que nos casemos? —le pregunté conteniendo las lágrimas.

—Cuando tu estes lista. —dijo él y sonreí, se que el quiere hacerlo pronto, el es así.

—¿Antepones mi felicidad a la tuya? —pregunte y el sonrió.

—¿Que clase de esposo sería si no lo hiciera? Tu eres mi prioridad. —lo tome de las manos haciendo que se ponga en pie y sonreí.

—Aceptó. —dije finalmente y el sonrió abrazándome y llenándome de besos en el rostro. Tomo el anillo y me lo puso en el dedo anular— Por dios es... precioso. No quisiera saber cuánto haz gastado en el anillo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 25, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

PRINCESA POR SORPRESA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora