PRINCESA POR SORPRESA.

Capitulo Diecisiete.

Pierre pov.

Ella ahora si que no me perdonara y lo peor es que no puedo contarle ni la mitad de la historia. Nadie más que el Rey Apolo debe saberlo, ni siquiera su esposa.

Desearía poder tan solo contárselo y ya, yo la amo a ella no a bueno, ni siquiera quisiera recordarla.

Camine buscando a Florence pero no la encontré por ningún lado, en su casa no puedo entrometerme porque soy un intruso a fin de cuentas y en la academia no la encontré en ningún lugar a demás es enorme y no puedo cubrir toda la mansión.

—¿Y tu noviecita? —preguntó burlón Pierce atrás mío. Lo mire enojado.

—¿Quien te lo dijo?

—Tuve que sacárselo a Briana. No puede ser que seas tan idiota de dejarla entrar y no sacarla, por Dios eres un hechicero del más alto nivel y aún así caíste con su hechizo. Eres idiota.

—Sabes sobre su poder y sabes que no es cualquier poder. Créeme el poder la está consumiendo. Hasta pierde el sentido o sino dime tú cómo es que te venció tan rápido siendo tu mejor que ella en el combate. —me queje y tome un cigarro apoyándome en la banca de cemento mirando el cielo.

—¿Sabe algo sobre su poder y sobre la otra Florence? ¿Al menos pudiste ver que fue lo que vio? —preguntó cruzándose de brazos.

—Sabe que yo y la otra Florence salimos y nada mas. Se siente traicionada y como reemplazo pero por suerte no pudo ver todo, pero ahora no se que inventarle para que me perdone.

—Usa el hechizo. —dijo el haciendo viento con sus manos del humo del cigarro.

—No me atrevería jamás a hacérselo.

—Busca a un vampiro y que le borre ese recuerdo.

—Mala idea.

—¿Tanto te preocupa Florence? Ni siquiera es la verdadera heredera al trono. —murmuró Pierce mirando hacia otro lado.

—Sabes que estoy destinado a amarla. Y la amo, no es como ella.

—Pues sabes que también estoy destinado a amarla.

Suspire. —Lo sé. Pero ella no siente nada por ti, supéralo.

—Tu me quitaste la oportunidad de que ella sienta algo por mi.

—No, solo fui más rápido. —reí, luego suspire tirando el cigarro— Míranos, estamos enamorados de la misma chica por segunda vez, y eso que existen millones de chicas en el mundo.

—Ya. Sabes que no me entrometería con ella si están juntos. Pero inventa algo coherente. Si va a Rose a hablar ella podría sospechar fácilmente.

—¿Por que Apolo me dio esta carga tan pesada? No soporto mas el secreto. A demás podría llegar a estar viva...

—Esa loca no está viva y si lo mencionas otra vez yo acabaré contigo. —dijo Pierce amenazante.

—Por dios ella es inmortal y lo sabes. Pudo habérselas arreglado para sobrevivir.

—¿Sigues pensando en eso? Déjalo, ella está en el otro mundo.

—Pierce ella a quien amo es a ti.

—Lo sé, lo sé. ¿Por que crees que no me entrometí a ti y la actual Florence? Porque si se enamora de mi se repetiría la profecía. Ella debe ser quien gobierne a Ferovianne.

—Ya se. Apolo nos lo encargo y nosotros se lo prometimos, pero ahora el gran obstáculo es papá, ya sabes que el primer paso hacia el gobierno es ser director de la academia y Florence aún no está lista para gobernar. —dije y tome otro cigarro estresado.