Transmigre a Kiss me liar

El alfa más civilizado

-Tranquilo, todo está bien.- dijo Keith mientras sostenía a Yeonwoo en un abrazo protector. Hace unos minutos había escuchado unos ladridos y después voces en esta parte de la mansión y cuando se acercó vio cómo su secretario era atacado por un perro cuyo dueño, Grayson, solo se reía de la situación -¿Por qué sigues aquí Grayson?.- pregunto claramente molesto.

Alex comenzó a ladrar hacia el alfa que le había quitado su presa, ganándose una mirada asesina de este y un gran ataque de feromonas. Al final solo pudo esconderse detrás de su dueño con el rabo entre las patas.

Grayson disimulo su molestia con una sonrisa frívola, él mismo no sabía bien si estaba molesto porque su querido perro acababa de ser intimidado o por la escena enfrente de él -Ya me iba, pero me encontré con Yeonwoo en el camino…

-Señor Pittman, ¡no puedo respirar!- El omega que en un inicio estaba confundido, se estaba asfixiando al tener su rostro enterrado en el pecho Keith, quien actualmente era una fuente masiva de feromonas. Tuvo que empujar con fuerza al alfa para salir de sus brazos y tomar aire, aun así, debido a la cercanía, su rostro ya estaba sonrojado y sus piernas temblando.

-¿Estas bien?- Pregunto Keith al ver que Yeonwoo no lloraba ni estaba a punto de desmayarse como creyó que estaría. Steward había dicho que tendría una convulsión cunado percibiera alguna otra feromona… -Grayson, deshazte de tus feromonas.- Ordeno rápidamente.

-¿Qué?

-Señor Pittman estoy bien, no es necesario. Parece ser que las feromonas del señor Miller… no me afectan.- Explico Yeonwoo, quien solo quería terminar cualquier discusión lo más pronto posible y cambiarse de pantalones, pues su cuerpo seguía reaccionando de la misma forma cada vez que se exponía por mucho tiempo a las feromonas de estos dos y era muy incómodo.

-¿Cómo que no te afectan? Steward dijo que solo con mis feromonas estarías bien… ¿Por qué con Grayson también?- pregunto Keith mientras tomaba del brazo a Yeonwoo, exigiendo una respuesta clara y satisfactoria de él.

-¿De qué diablos están hablando?- Grayson no tenía ni idea de que era lo que estaba pasando, a estas alturas ya no pudo mantener su frívola sonrisa.

-Yo… he desarrollado un trastorno postraumático a partir de lo que sucedió en la fiesta del barco ese día, ahora no puedo exponerme a las feromonas de otros, pero parece ser que con las suyas estoy bien.- le explico Yeonwoo mientras intentaba sutilmente soltarse del agarre de Keith

-¿Pero porque?- Recalco Keith, tomando su brazo con más fuerza -Esta claro que no le temes a mis feromonas porque sabes que yo jamás tocaría a un hombre, pero ¿Por qué Grayson también?

La exigencia terca del alfa y el dolor de ser sostenido con tal fuerza y quizá la falta de sol (ya tenia sueñito), hicieron que Yeonwoo se molestara.

-¿Pregunta por qué? Señor Pittman el día que sufrí un intento de violación por parte de tres estúpidos alfas, el señor Grayson Miller me llevo a mi casa y me ayudo cuando yo incluso había perdido mis zapatos. En cambio, no olvide que usted, SEÑOR.- dijo Yeonwoo mientas miraba al alfa con total desprecio y asco -me dio por completo la espalda e incluso me culpo de la situación. La verdadera pregunta debería ser ¿Por qué a pesar de todo accedí a seguir trabajando para usted? Y si usted dice que jamás tocaría a un hombre, entonces no me toque.- Término de decir mientras soltaba con fuerza su brazo del agarre de Keith.

La sorpresa estaba escrita en el rostro de ambos alfas cuando Yeonwoo se marchó solo dándole una pequeña mirada de disculpa a Grayson.

Keith por primera vez sintió algo de culpa, recordó la discusión que tuvo con Yeonwoo ese día y como el omega había salido llorando y con la ropa destrozada de la habitación,  pero este sentimiento de culpa se perdía contra la ira que crecía en su interior. Desde ayer había estado evitando intencionalmente a Yeonwoo, pues cuando estaba junto a él sentía que no sería tan malo sostener a un hombre durante el sexo, esos pensamientos le disgustaban. Pero a pesar de eso, el hecho de que Yeonwoo solo estuviera bien con sus feromonas, lo hacía sentir indispensable para él, como si el Omega no pudiera vivir sin su presencia. Era un extraño sentimiento que preferiría no compartir con nadie.