Lilia VanRougue.

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Literalmente esto está basado en un sueño que tuve hace dos días.

Horror-Corto.

...

-Esto parece una clase de infierno... -Dije titubeando, casi al borde del llanto.

-Parece, pero no lo es.

Solo miraba al cielo rojo en aquella habitación iluminada solo por una bombilla, mi corazón latía con fuerza a la par que mis manos sujetaban las cortinas con temor, temblando. No podía cerrarlas y dejar de ver el inmenso paisaje horrorifico que me provocaba un sentimiento fuerte, sus ojos magenta eran el detonante de mi malestar.

Sus suaves manos me tomaron por la cintura, jalándome de espaldas atrayendome hacia él y después sentándome delicadamente en la cama. Pude observar como hacía aparecer con magia, dos bolsas de diseño minimalista semi transparentes con dulces dentro.

-Escoje que tipo de dulces prefieres, haré la cena.

Mi garganta se secó, todo a mi al rededor era distorsionado mientras mis ojos solo se centraban en mirar cada bolsa y aparentar estar analizándolas. No recuerdo cómo fue que llegué aquí, de pronto estaba feliz con mis amigos disfrutando la normalidad y ahora, no sé que pasa con este lugar tan extraño. Su rostro era sonriente, un toque de dulzura pero amenazando mi paz.

-Supongo que las estrellas. -En realidad eran chispas con forma de estrellitas.

[//*En mi sueño, el vato me mostraba dos bolsitas de plástico con chispas, una tenía estrellitas y la otra como figuras de animalitos coloridos]

-De acuerdo, iré a prepararte un pastel, querida. -Se alejó de mí y salió del cuarto.

No sabía si tendría la libertad de caminar por ahí así que simplemente me levanté y abrí la puerta. Caminé por un pasillo extenso con enormes ventanales, casi como un castillo notando que no desaparecía ese color carmesí del cielo. Luego a mi otro lado habían diversas puertas con diseños victorianos, la alfombra incluso ya me parecía bastante antigua.

Al llegar a una especie de salón enorme, miré a tres chicos más sentados en sillones de tercio pelo color oscuro, tomando el té.

-Parece que el viejo te está haciendo de cenar. Mejor escondete. -El de pelos plateados me miró tomando de su taza de té y luego señaló detrás de sí.

-Que suertuda. -Luego habló el de cuernos.

-Joven amo, no puedo creer que desee comer la comida de Lilia. -Y por final miré al que me ignoró, de hebras verde neón.

-Solo busco el baño. -Hablo por lo bajo. No pensaba que me fueran a escuchar hasta que él azabache se levantó y caminó hacia mi a paso lento. Me limité a retroceder y solo mirarlo atentamente a los ojos.

-Se encuentra por ese pasillo, hasta al fondo, la última puerta. -Su grave voz me hizo sentir pequeña en mi lugar, solo asentí y me dirigí hacia donde señaló.

Al perderme de su vista, escuché murmullos.

-Creí que el viejo pidió que no le hablaramos.

Y al seguir caminando ya no escuché más, le resté importancia evitando meterme en donde no debía así que recordando las instrucciones de aquel hombre, encontré por fin la puerta del baño. Entré y bajé mis pantalones, lo primero que vi que me sacó el corazón de una fue que en mis piernas tenía gusanos, más bien eran larvas que se retorcían entre mis muslos.

Me paralizó por completo el ver aquello, no sabía que hacer, no sentía dolor o algo pero igual no sabía cómo quitarlas. Si arrojar agua, simplemente mis manos estaban en shock y no podían tomar la llave del lavabo para quitarlas. No puedo, no puedo, todo de mi está neutro.

Yandere!Twisted Wonderland x Fem!reader [Horror-shots, escenarios, etc.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora