Yandere!Twisted Wonderland x Fem!reader [Horror-shots, escenarios, etc.]

One Shot(1/?) - Vice líderes/Malleus.

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The Backrooms.

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Advertencia: mucho texto, violento y figuras retorcidas mencionadas.

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Todo a mi al rededor era amarillo, parecía estar como en un edificio vacío en el cual solo se escuchaba el sonido de mis pasos sobre la alfombra. Era aterrador mirar mi entorno, no sabía que pasaría así que solo seguí caminando buscando no sé qué. No entendía por qué estaba acá sin embargo, no era la primera vez en la que de pronto ya no estaba en mi hogar, una vez llegada la noche aparecía en este misterioso lugar al que creía que solo sería un sueño extraño la primera vez. La segunda fue como una continuación y a la tercera supe que esto no iba a parar de suceder.

Las luces parecían atenuarse conforme avanzaba, algunas habitaciones estaban oscurecidas y cuando avanzaba, volvían a iluminarse. Era como si hubiera sombras acechándome, viendo lo que hacía ya que me sentía observada a partir del tercer día. Y he llevado la cuenta de los días en los que he tenido estos sueños tan extraños, que parecen no tener un fin.

Despierto.

Mis ojos lagrimosos observan con temor el techo de mi cuarto, por fin estaba de vuelta en casa. Los rayos de sol comenzaban a alzarse y asomarse por mi habitación. El sonido de personas en la planta baja me hizo despertar por completo. La sensación de inquietud había desaparecido y me levanto de mi cama colocando mis sandalias, para luego dirigirme al cuarto de baño. Como me había duchado por la noche, pude evitarme la fatiga del agua fría a las seis y media de la mañana. Luego de asearme un poco me coloqué el uniforme escolar , entre toda mi rutina de la mañana antes de bajarme a desayunar.

Mi madre me recibe con un buenos días y al sentarme ella deja el plato con la comida servida, más un vaso de licuado.

-¿Cómo dormiste? -Pregunta.-

-Bien, algo bien.

-¿Algo?

-¿Recuerdas sobre los sueños de los que te hablé? Ya es el décimo. -Miro a mi plato, inspiro el olor de la cocina y prosigo.- Esta vez pude avanzar un poco más pero todo seguía igual.

Mi madre se quedó callada por un momento hasta que volvió a levantarse para lavar unos trastes.

-Deja de darle muchas vueltas al asunto, quizás tu mortificación es la que hace que tu cerebro reviva esas experiencias del primer sueño. Sabes que no soy experta en esto, pero no te voy a mandar a un psicólogo por eso.

-Lo sé, tampoco es necesario malgastar dinero así. Creo que tienes razón. -Y con ello termino mi desayuno, al levantarme me acerco al fregadero para lavar mis trastes y luego irme a lavar nuevamente los dientes. Por siguiente tomar mi mochila asegurando que llevo los libros necesarios y luego bajar las escaleras.