PROYECTO 4S3S1N0[BORRADOR][+21]

La resurrección

Yo me vuelvo a repetir como en bucle. Yo estaba segura de que ese tipo estaba muerto, algo dentro de mí era lo único que tenía claro al 100%. Por mucho que mis recuerdos fuesen difusos y algunos inexistentes. No era posible que esté personaje hubiese resucitado, era algo que no concebía mi cabeza. Me encuentro mirando a mis padres confundidos y ellos a mi igual, unos golpes en la puerta llaman nuestra atención.

-¡Pasen! -Dice mi padre. Después la inspectora y su compañero entran.

-Que sea rápido, ella no se encuentra en condiciones, por eso esta así. Esperaremos fuera por si nos necesitas hija. -Mi padre da una palmada en mi hombro y después me dejan sola con los agentes.

-¿Quieren continuar hablando? -Muestro algo de frialdad, ya que no tengo ánimos para continuar hoy con todo.

-No, estamos aquí porque como ya sabrás le tenemos bajo custodia. Él no ha querido hablar. Pero ante muestras de sangre y ADN, que hubo que hacer para una de las pruebas. Hemos encontrado la misma compatibilidad que con usted y las otras víctimas. Sin el patrón del gen mutante. Nos resulta imposible reconocer nada del lugar, todo está prácticamente quemado. Necesitamos que nos guíes. Saber el porqué de esa compatibilidad, que es ycómo actúa. -Me reí de forma sarcástica.

-Están locos si piensan que regresaré a ese lugar, no tengo ni idea de lo que soy ahora. Ni en que alcanza han convertido. Lo que, sí puedo decirles, es que tengo muchas preocupaciones ahora para hacerles un tour por el búnker. ¿Papá? ¿Mamá? -Les llamé a gritos, quería que se marchasen y regresar a mi casa. No me encuentro con fuerzas de seguir el ritmo de la conversación. -Preocúpense por saber quién es el muchacho al cual habéis detenido, porque el culpable seguro que no. -Escucho las palabras con mucha molestia. Cuando por fin se marchan yo me tumbó y cierro los ojos para intentar descansar.

***

-¿Alicia? Despierta, soy yo. - Al abrir los ojos veo a Nereida, que me mira con mucha atención. Está demasiado cerca de mi rostro y con la respiración muy agitada.

-Corredespierta, aquí no estamos seguras. No han detenido al verdadero culpable, estamos en peligro. - Su rostro se ve muy pálido y ojeroso, se la ve muy nerviosa y no deja de tirar de mi brazo para sacarme de mi habitación.

-¿De qué hablas? Me estás asustando Nereida. -Continúa con la misma actitud.

-Él está aquí, debemos huir. - Su cara se oscurece y sus ojos muestran un punto de locura en ella. Toda esta experiencia la dejo sin ninguna cordura. Todo ese miedo que me transmiten sus ojos, me hace empatizar con ella. Sin pensarlo decido seguirla y me lleva sujeta por la muñeca y arrastras por el pasillo. No sé dónde nos dirigimos y menos porque ir a parar tan lejos de la gente que nos vigila, siento que así estaremos más desprotegidas. Ambas nos encontramos en el semisótano del hospital, bajo el hueco de las escaleras. En esa pequeña zona no hay puertas de salida, solo un par de pilas de sillas viejas. En el ambiente se podía sentir la incomodidad de las dos, pero debíamos de estar unidas si realmente él estaba aquí. 《 ¿Estaba pasándome su demencia? 》 Me doy cuenta de que en la pared hay un respiradero, parece tener un buen tamaño para entrar por él. Compruebo que podamos acceder a él, tiro de él para poder sacarlo.

-Esto es inútil, sin tenerningún objeto para ejercer presión. -Le dije a Nereida que no dejaba de mirar la escalera. -No soy capaz de sacarlo y esperar aquí, a que alguien nos encontrase mientras huíamos de alguien irreal. Era una tontería, estoy segura de que se reirían de nosotras por idiotas y paranoicas. Y no podemos escondernos ahí para siempre. Hago señas a Nereida y nos movemos del lugar, seguimos de frente por un pasillo infinito. Todo está a oscuras, lleno de camas y aparatos estropeados, y demás cosas cogiendo polvo. Al final de este vemos un viejo ascensor, intentamos que funcione. Damos al botón varias veces, algo inútil porque no funciona. Girando a la derecha encontramos una puerta, donde nos encontramos en una oficina llena de ficheros e historias. Oímos un ruido fuera y Nereida cierra de golpe, nos ponemos cada una a un lado de la puerta y esperamos a ver que sucede. Una sombra que vemos a través del cristal de la puerta, se para un momento delante de esta. Después desaparece, hacemos tiempo a que avance un trozo y después salimos. Miramos a ambos lados y nos dirigimos a la zona de la izquierda donde un pasillo igual de largo que el anterior nos comunicaba con otra sala. En la zona superior se podía leer: Salida de emergencias. Tiramos ambas de la pesada puerta, el aire frío de la calle nos golpea en la cara y nos miramos. Las dos asentimos saliendo al exterior, encontrándonos en la trasera del hospital.