Paso a una vida.

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La señora De Vareas y mi madre me miran confundidas. Mi madre me hace un gesto para que me acerque a ellas y me siento justo en el sillón de enfrente.

-Verás hija, le estaba contando a Henar tu caso. Ayer por la noche me contó que Nereida estaba en tu misma situación. Ambas estáis embarazadas y con los genes de mutación. Solo estamos dialogando para ver las posibilidades. Ambos sois mayores de edad, pero podemos daros nuestros mejores consejos. -La escucho atentamente, pero en mi cabeza tengo tantas cuestiones que no les hago caso.

***

Después de recoger un poco y relajarme, espero que llegue la hora para la 3 sesión. Esta vez la señora De Vareas quiso quedarse a ver cómo funcionaba la hipnosis. La doctora y la inspectora estaban también.

-¿Se encuentra mejor?, podemos posponer la sesión, para no hacerlas tan seguidas. Una sesión cada 15 días sería suficiente, agentes. -Dice la doctora al ver mi cara de agotamiento. En mi rostro se perciben claras marcas de cansancio y ojos vidriosos de tanto llorar. Y aunque así sea quiero acabar cuanto antes con todo esto.

-Lo, lo siento. -Tartamudeo un poco.

-Me encuentro mucho mejor. Puedo continuar. Quiero acabar cuantoantes con todo esto. -Sé que para ese momento, a un quedademasiado. Seco mis lágrimas con la manga de mi camiseta.

-No tienes por qué forzarte. -Dice de nuevo la doctora.

-Hasta que no lo encontremos, nada podrá mejorar. -Le digo, ellano se da cuenta, que ya no hay nada bien en mí. Soy alguien diferente,estoy rota y desconocida a lo que ahora llevo dentro de mí. No hablo solo por ese bebe mutante, sino porque yo misma soy mutante.Al levantarme, la agitación se fue disipando y eso me ha dejado algo mareada. Continúo haciaadelante muy despacio, me volteo para mirarlos y me tengo que sujetar al sillón. Mi actitud cambia, ahora ya no me apetece hablar de nada. -Tiene razón doctora, no me forzaré. Lo mejor será que descanse. -Regreso a mi dormitorio sin ni siquiera despedirme de todos en el salón. Ya no sé cuál es la verdadera realidad. Por momentos creo vivir en un sueño constante y otros en una pesadilla. A un que creo que todo acabo, no lo siento así. He soñado tantas veces con esa realidad y volvía al mismo zulo, que no me puedo creer que esto sea verdad y que no sea otra horrible pesadilla. Pero, aun así,tendré que revivirlo, una y otra vez. Hasta que en algún momento consiga sanar mis heridas. Así eso fuese posible.Un alboroto en la parte de abajo de la casa llama mi atención y entreabro la puerta un poco para saber que pasa.

-Está arriba, espero que al verte se anime un poco. -Escucho a mi madre, pero no a la persona que está con ella. Después unos pasos en la escalera me comunican que vienen hacia mí. Cierro la puerta y me meto en la cama, tapándose por completo. Creyendo que la magia de la ropa de la cama me protegerá.

-¿Hija? ¿Soldado?

-¿Papá? Era su voz, de eso estaba segura. Bajó la sabana poco a poco para tener visión. Y allí estaba él, vestido de calle, con su clásico peinado militar y una sonrisa de anhelo. El mismo que sentía yo, luego me estrecho entre sus brazos.¿Cuándo había llegado? ¿Se quedaría más tiempo? Llevaba tanto tiempo de misiones fuera, que de manera egoísta solo quería que me cuidase a mí.

-Mi pequeña... ¿Qué es lo que te han hecho? -Me sentía tan frágil en sus brazos. Durante un rato no dijimos nada, después me sentí poderosa sabiendo que un hombre de las fuerzas de seguridad del estado. Y preparado en el campo de combate para destrozar a cualquiera con sus manos. Ese momento mi fuerza interior fue quien hablo por mí.

-Papá, quiero entrenar contigo. -Él me miró confundido. -¿Estás segura? No va a ser fácil. Tendrás que trabajar duro. -Dijo él con el semblante serio.

PROYECTO 4S3S1N0[BORRADOR][+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora