Cap 2

1K 99 13
                                    

Cuando la mamá de Mew lo vio llegar a casa y correr a encerrarse en su habitación no le quedo ninguna duda de lo que estaba ocurriendo, llevaba ya más de medio año en que su celo estaba descontrolado, habían llamado a un doctor particular, el cual tenía un contrato firmado para no revelar nada sobre los tratamientos que aplicaban a Mew, pero este no había podido hacer nada más que darle una receta de supresores de una marca diferente, esperando que esta vez hiciera mayor efecto.

Mew se encontraba en su cama envuelto en las cobijas, sujetando fuertemente la almohada mientras intentaba controlar sus fuertes dolores.

-Hijo, donde están tus supresores- le pregunto preocupada su madre, esperando que al tomar estas sus dolores se minimizaran al menos un poco.

-Termine los que llevaba conmigo y el resto se quedó en mi departamento – dijo Mew mientras las lágrimas rodaban por sus ojos.

- Le pediré a Jom que salga a comprar – inmediatamente salió de la habitación llamando a su hija.

Todos pensaban que en la familia de Mew, él era alfa y su hermana era omega; pero estaban bastante equivocados. Mew podía perfectamente recordar la primera vez que su celo llego, todos hasta ese entonces creían que el sería un alfa, su padre se veía bastante orgulloso, decía que tal vez incluso podría ser un alfa de alfas los cuales eran bastante extraños en su familia ya había uno, su hermano, el mismo que aprovechaba cualquier oportunidad para relucir este hecho, haciendo que todos los demás agacharan su cabeza luego de oír su voz de mando.

Claro que todas esas pretensiones llegaron a su fin cuando Mew tenía 15 años y se encontraba de paseo en la playa con su familia, Mew se había sentido más acalorado de lo normal pero creía que era todo debido al clima caloroso de la playa, estaba además demasiado emocionado ya que habían decidido salir de Bangkok así que él había decidido que no había forma de que un poco de calor extra arruinara ese viaje. Apenas llegaron al hotel Mew decidió ir a la playa así que salió rápidamente de su habitación puesto solo un short para nadar; ese año habían rentado una habitación bastante espaciosa que contaba con una pequeña sala dos cuartos y el baño, su padre estaba con Jom en la sala cuando vio salir corriendo a su hijo y a su esposa tras él.

Tan pronto como Mew piso la arena sintió un calor aun mayor al que había sentido acompañado por un dolor en el vientre e inmediatamente cayo en la arena sujetando su abdomen; su madre que había estado tras de él vio como todos los alfas alrededor de su hijo lo observaban, sintió mucho temor por lo que pudieran hacerle a su hijo ya que ella aun estando un algo lejos de su hijo pudo capturar el olor dulce que emanaba y lo descontrolados que estaban poniéndose algunos alfas, el guardavidas se acercó a su hijo y ella corrió tan rápido como pudo, agradeció internamente al notar que el guardavidas era un omega, el mismo solo le dijo que se llevara a su hijo al hotel rápido y el contendría a los alfas de la playa que empezaban a acercarse.

Mientras llevaba a su hijo al hotel y ya solo faltaban un par de habitaciones para entrar a la suya su pequeño fue arrebatado de sus brazos y ella arrojada al suelo; la habitación en la que habían encerrado a su hijo no habría por más fuerte que ella golpeara, empezó a gritar fuertemente llamando la atención de los demás huéspedes. En el instante en que Mew dejo de sentir los brazos de su madre empezó a temblar más fuerte, noto que era arrastrado por un alfa, cuando fue arrojado fuertemente a una cama vio al hombre, el cual era un hombre mayor de al menos 50 años, tenía canas y un estomago enorme.

-Por favor suélteme – decía entre sollozos Mew, pero no lograba apartarlo del todo, ya que al ser su primer celo su cuerpo no estaba respondiéndole bien.

-Tú quieres esto pequeño – dijo el alfa con una sonrisa mientras se podía encima Mew – tu cuerpo me lo dice, deja de fingir...... tiene el aroma más dulce del mundo pequeño.

- ¡No, por favor ....mamá¡ - gritaba Mew cuando su pantaloncillo fue sacado, sintió que todo estaba perdido hasta que hoyo un fuerte golpe después de eso el peso sobre el dejo de sentirse, abrió los ojos y vio a su padre el cual tenía al otro alfa en el suelo mientras lo golpeaba, vio cómo su madre lo cubría con una manta y lo sacaba de su habitación; solo estaban a 3 habitaciones de la suya antes de que casi fuera violado.

Paso los siguientes tres días en su cuarto encerrado su madre que lo cuidaba, estaba un poco asustado aun; noto que en esos tres días su padre no fue a verlo ninguna vez.

-Papá está decepcionado de mi – pregunto al segundo día Mew a su madre – él quería que yo fuera un alfa, todos querían que yo fuera un alfa – termino en pequeños sollozos.

- Él te ama, no ha entrado porque piensa que podrías estar asustado de ver a un alfa – pero Mew pudo notar en su rostro que no estaba siendo del todo sincera.

-Pero es papá, nunca me haría daño; el me salvo.

- En un día más tu celo deberá terminar, iremos al doctor y veras a papá tranquilo bebe, ahora descansa.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora