Nada es lo que parece

Cap 21

El despertar de Mew fue de los mejores, aún estaba apoyado en el pecho del menor y escuchaba perfectamente sus latidos, cuando quiso moverse para levantarse al baño los brazos del menor lo rodearon con fuerza. Hubo una pelea para lograr soltarse, una que estuvo llena de besos robados ya que el menor se negaba a dejar que se levantara, solo lo soltó cuando le recordó que tenía un horario de trabajo así que necesitaba comer algo.

Después de bañarse el mayor fue a preparar el desayuno, pensaba despertar luego al menor para que se bañara y comiera algo además así podría cambiar las sabanas, pero lo sorprendió cuando escucho como el menor se encargaba de llevar las sabanas a la lavadora y colocar nuevas en la cama antes de entrar a bañarse, claro que todo lo hizo con un puchero en su rostro, definitivamente las siete de la mañana de un lunes era demasiado temprano para el menor.

El menor llego a la cocina de Mew, luciendo un poco más despierto luego del baño, y lo que más alegro al mayor fue verlo con su ropa, le gustaba lo cómodo que le resultaba al menor estar en su departamento. Al terminar el desayuno Mew creyó que el menor iría a completar sus horas de sueño, por ello tomo un libro y se sentó en el sofá, estudiaría algo hasta que Stu pasara por él para ir a una entrevista y Bester por el menor para dirigirse a una sección de fotos, pero vio al menor regresar con una pequeña manta, se acomodó en el sofá de forma que apoyaba su cabeza en las piernas del mayor, se tapó con la manta y quedo dormido. Mew estudiaba mientras deslizaba sus dedos en el cabello del menor, era una escena tan domestica que calentaba el corazón de ambos.

Al finalizar el día de trabajo Mew deseaba ver al menor, pero sabía que el aun no estaría en su departamento aun, además no habían hablado de verse.

- Al departamento o a casa de tus padres – pregunto Stu, la mente de Mew se estaba debatiendo si era buena idea ir al departamento del menor, tal vez llamarlo y preguntarle pero le preocupaba presionarlo demasiado – ¿a dónde Mew?

- Al departamento... - Mew estaba cansado de sobreanalizar todo, en especial con el menor que siempre era tan sencillo con todo – Al departamento... de Gulf por favor.

Mew no pudo ver la sonrisa de Stu cuando dijo eso, ya que estaba sumido en sus propios pensamientos.

El mayor entro al departamento del menor sin ningún problema ya que la llave del departamento del menor siempre estaba en su llavero, lo primero que hizo fue ir a bañarse, para ello fue al armario del menor para tomar algo de ropa para ponerse, ahí noto que el menor tenía unas cajas grandes ahí dentro, era extraño ya que parecía que lo estaba escondiendo.

Decidió olvidarlo de momento he ir a bañarse, una vez salió del baño el menor aun no llegaba, por ello fue a la cocina para preparar algo ligero para que los dos comieran, había pensado en enviarle un mensaje al menor para decirle que estaba ahí, pero cuando empezó a cocinar e imagino la escena en su cabeza del menor entrando, decidió que sería mejor sorprenderlo.

La comida estaba lista, y el menor aun no llegaba, solo en ese momento considero que tal vez Gulf no fuera al departamento, por ello fue al cuarto a buscar su celular para llamarle y preguntarle donde estaba, pero ahí noto que no había cerrado las puertas del armario, cuando iba a hacerlo las cajas volvieron a llamar su atención, no quería ser entrometido pero la curiosidad pudo con él.

Acomodo una caja en el suelo y se sentó para poder ver lo que tenía, mientras la bajaba noto que había algunas cosas ya que sintió como las cosas se movían, al quitar la tapa se sorprendió.

- Que es.... – Mew estaba sin palabras, frente a él estaba una caja llena de juguetes sexuales, un montón de dildos de diferentes tamaños y materiales, esposas, había algunos controles y vio algunas cosas que no entendía como una cadena con bolitas, decidió bajar la otra caja para ver que había ahí, fue exactamente igual, mas juguetes sexuales.

El mayor nunca experimento tanto con su sexualidad, así que ver todas esas cosas hizo que se sintiera avergonzado, tomo uno de los dildos con cuidado y empezó a verlo era blandito, además era grande y grueso.

- ¿Por qué es tan blandito? – Mew estaba pensando en voz alta, en su mente empezó a compararlo con el pene del menor – el de Gulf es mejor

- Gracias – al escuchar esa voz el rostro de Mew palideció, alzo su vista y vio al menor apoyado en la puerta viéndolo con una sonrisa.

- Yo... - el mayor se apresuró a soltar lo que tenía en las manos y se levantó deprisa - ... te prepare algo para comer vamos, estaba a punto de pasar junto al menor pero este lo detuvo con sus brazos impidiendo que pasara.

- Te ves lindo todo rojo – el mayor no pudo contestar nada ya que los labios lo interrumpieron, no se dio cuenta que el menor lo llevo de regreso al lugar donde estaban las cajas hasta que se separaron.

- No quería entrometerme... pero me bañe y cocine, y no llegabas – el mayor miraba a cualquier lado menos a las cajas al menor o a las cajas.

- No me molesta, estoy feliz de verte con mi ropa.

- ¿Por qué tienes eso? – Mew quería saber, aunque aún no se animaba a ver al menor.

- ¿Qué cosa? – respondió el menor fingiendo no entender

- ¡Nong!

- Jajaja no te enojes, me lo regalaron mis fans

- ¿Esto?

- Sabes quieren que sea tu omega

- Pero, tu dejas todos los regalos en casa de tu mama – cuestiono el mayor

- No quiero que ella se encuentre esto cuando va a limpiar el cuarto de regalos

- Y ... porque no se los regalas a Grace, ella es una omega, le servirían más que a ti

- Porque es mi hermana, no creo que ella quiera que yo le regale cosas así, y yo no quiero regalarle cosas así, eso sería incómodo.

- Bueno, creo que tienes razón, pero entonces porque no los tiras

- Me los regalaron los fans, y es raro pero sé que lo hacían con buenas intenciones – El menor se calló un momento, luego empezó a besar el oído del menor y morderlo un poco – además, ahora podríamos usarlo juntos.

- Vamos a comer- respondió el mayor rápidamente mientras apartaba al menor y corría a la cocina.

En la cocina el mayor calentó rápidamente la comida, cuando vio al menor caminar al sofá, sabía que la sonrisa del menor era por lo rojo que él estaba, pero eso no lo molesto lo hizo reír, le gustaba el pequeño provocador que era Gulf.

La comida fue tranquila, pusieron una película aunque no le prestaron mucha atención, prefirieron hablar de su día, entre risas la comida término, el mayor decidió quedarse a pasar la noche, el mayor iba a subir a la cama, cuando vio al menor dirigirse al armario y sacar una de las cajas.

- Vamos a jugar P'Mew