Cap 7

1.2K 107 15
                                        


Gulf estaba tan molesto, gritos e incluso lo habían arrastrado fuera del abrazo de Mew y ahora escucho la voz de mando de un alfa, él respetaba a la familia de su Phi pero no iba a seguir tolerando los gritos menos que un alfa quisiera rebajarlo; empezó a avanzar hasta el señor Jongcheveevat, si él quería pelear Gulf no agacharía la cabeza pero antes de poder llegar a su objetivo vio como Mew estaba al suelo y lágrimas se resbalaban por sus mejillas.

Por otra parte el señor Jongcheveevat estaba dispuesto a sacar a patadas a Gulf de su casa, nadie dañaría a su hijo, él no iba a permitirlo; cuando vio a Jom sujetando a Gulf pensó que este había intentado aprovecharse del estado débil de su hijo, pues el padre de Mew sabía muy bien que cada vez los celos de su hijo eran más dolorosos para él últimamente luego de pasar los tres días de celo cuando lo veía salir de la habitación, que había sido previamente insonorizada por pedido de su hijo para que no lo escucharan llorar de dolor, lo veía totalmente decaído, parecía que en tres días adelgazaba demasiado y siempre salía pálido de su encierro.

- ¡Fuera de aquí, Kanawut! – dijo el padre de Mew, mientras observaba como el menor se acercaba a él, definitivamente habría una pelea; o eso fue lo que pensó hasta que observo como el menor dejo de ponerle atención y corrió hacia su hijo que en ese momento estaba de rodillas en el suelo llorando; apenas ahí noto que había usado su voz de mando, regreso a ver a su esposa y está también estaba en el suelo pero a ella Jom la estaba ayudando a pararse.

Se había distraído el tiempo suficiente para que Gulf llegara donde Mew, en ese momento el señor Jongcheveevat camino hacia ellos, tenía que apartar a Gulf de su hijo, pero lo que vio lo dejo desconcertado.

- Tranquilo, Phi mírame todo está bien – le decía Gulf a Mew mientras intentaba ponerlo de pie; pero el mayor no estaba colaborando, la voz de alfa de su padre lo había afectado demasiado.

- Gulf no.... No pelees – dijo finalmente Mew, con una voz rota y muy baja.

- Me porto bien, lo prometo

Después de eso, Mew se apoyó en Gulf para levantarse, Jom ya había levantado a su madre y ahora todos estaban en esa espaciosa habitación sin saber que decir, entonces la madre de Mew decidió que era el momento de que ella hiciera algo.

- Gulf, cariño... tal vez es mejor que te vayas – ella solo temía que el pequeño lastimara a su hijo, tal vez físicamente no intentaba herirlo, pero ella había notado el enamoramiento que su hijo tenía, y aunque le agradaba mucho el menor se negaba a permitir que volvieran a lastimar los sentimiento de su hijo sin ella hacer nada.

Gulf la miro por un momento, Mew aún se aferraba a su brazo y luego de escuchar a su madre parecía que estába aumentando su fuerza.

- Phi ¿quieres que me vaya?

- ..... – Mew no respondió nada, solo levanto su rostro para ver a sus padres y hermana.

- No, Phi mírame a mí – dijo Gulf tomando el rostro del mayor para que se fijara en el – si tú quieres que me vaya me iré, ¿quieres eso? , ¿quieres que me vaya?

Por supuesto que no, quería gritar Mew, pero su celo estaba llegando, sus padres estaban ahí, su papá estaba ahí, el hombre que había deseado más que nadie en el mundo que Mew fuera un alfa, ya lo había decepcionado lo suficiente, meter un alfa a su casa sería demasiado pensaba Mew; pero tan pronto como sintió que Gulf se alejaba solo centímetros de él, lo sujeto con fuerza y enterró su rostro en el cuello del menor. La señora Jongcheveevat entendió inmediatamente, aún tenía miedo de que los sentimientos de su hijo fueran lastimados, pero tendría que confiar; tendría que creer que aquel muchachito que le había regresado la sonrisa a su hijo luego de su última serie lo cuidaría.

- Vámonos – dijo la señora Jongcheveevat.

- Yo no dejare a P'Mew – dijo Gulf rápidamente, ante eso la madre de Mew no pudo evitar sonreír, definitivamente si tenía que confiar en alguien para cuidar de su hijo, confiaría en ese chico.

- Lo se cariño; se lo decía al resto – Gulf simplemente asintió ante esas palabras y empezó a frotar la espalda de Mew de forma reconfortante.

- No vamos a dejar a Mew solo – dijo el padre de Mew

- No se quedara solo, Gulf lo va a cuidar – finalizo la madre de Mew, tomo el brazo de su esposo y lo arrastro fuera de la habitación; Jom fue tras ellos; una vez fuera de la habitación y habiendo cerrado la puerta de animo a preguntar.

- Mamá está segura – Jom pregunto.

- No, no lo estoy; pero ese niño no soltara a tu hermano y tu hermano no lo soltara a él.

- Mamá, pero y si... él y Mew.... Ya sabes.... Mamá el celo de Mew llegara esta noche.

- Ambos saben eso, y lo viste Mew no se quejaba de dolor, el olor de Gulf lo calmo totalmente; no sé qué pasara o si esto es lo mejor, pero voy a confiar en Gulf, no sé de qué forma pero sé que el ama a Mew.

- Solo... solo espero que de la misma forma que Mew lo ama a el – fue lo último que dijo Jom antes de dirigirse a la cocina.

- Tú no tienes nada que decir – pregunto la madre de Mew a su esposo, lo había visto muy callado.

- Si tu confías en ese chico lo hare yo también – dijo el, no sabía porque pero cuando vio la forma en la que Gulf calmo a Mew, dejo de pensar en sacarlo a patas del lugar, cuando vio cómo su hijo se aferró a el menor y este correspondió decidió que él no haría nada para soparlos – lamento haber usado la voz, yo no pensé en cómo te afectaría a ti o a Mew – aún se sentía culpable y necesitaba disculparse con su mujer.

- Tranquilo, todos nos exaltamos un poco.

Después de eso ellos decidieron bajar a la cocina, la madre de Mew pensaba en que debía cocinar pues sabía que el menor que estaba con su hijo comía bastante y si terminaban teniendo actividades extra, estaría aún más hambriento, además debía darle de comer a Mew, en sus celos usualmente comía poco, pero algo le hacía creer que esta vez Mew iba a necesitar mucho una buena comida. Por su parte el padre de Mew solo quería bajar, seguía siendo su hijo encerrado en su cuarto con un alfa a horas de que su celo llegara, a ningún padre del mundo le hubiera gustado demasiado esa situación.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora