Capitulo 48

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Ronny

 

Desde que Taylor se había ido, me comencé a sentir muy mal, porque lo había olvidado, había olvidado nuestros planes. Me quede unos segundos en el pórtico de la casa con el cabello nuevamente mojado, pero la verdad es que eso no me importaba, solo quería que él no se fuera y que todo siguiera igual.

—Mamá.—dije entrando en la casa un poco temblorosa por el frio que estaba haciendo afuera

—¿Qué ocurre?.—pregunto ella mientras caminaba hacia la cocina con unos platos en las manos. Mi padre por otro lado al, la estaba ayudando al recibirlos y dejarlos en el lavavajillas

—¿Tenemos que ir este fin de semana?.—pregunte siguiendo sus pasos hasta quedar sentada en una de las sillas de la isla de la cocina. Ella termino de entregarle los platos a mi padre y con rapidez se volteo hacia mi

—¿Qué ocurre?.—reitero mirándome extrañada, yo baje la mirada hacia mis manos un segundo y sin poder evitarlo comencé a tartamudear

—Es que…—a veces odio mi incapacidad para decir lo que me pasa y odio aún mas que mi boca no me ayude en nada

—¿Te peleaste con él?.—pregunto casi en una afirmación cruzándose de brazos y con el ceño fruncido

—No, pero….—dije levantando la mirada

—Hija no creo que sea para tanto. Podrás verlo otro día.—dijo mi padre uniéndose a la conversación. Solté un suspiro, me pase las manos por el cuello y trate de auto convencerme de que no era para tanto 

—Así es.—concordó mi madre dándome la espalda. Incline mi cabeza hasta quedar recostada entre mis brazos que se encontraban entrelazados en la mesa.—Oye, ¿a se cuanto que no ves a tus primas?.—puse los ojos en blanco al escuchar eso, porque nunca me había llevado bien con las hijas de las hermanas de mi madre y ahora con todo lo que pasó en la familia suponía que la relación se había marchitado aún mas.—¿El se molestó?.—pregunto volviendo al tema inicial y el que me había llevado a estar sentada enfrente de ellos con una culpabilidad insoportable, pero negué con la cabeza al instante, porque eso era lo que me había demostrado.—Bueno, solo serán tres días, así que cambia esa cara.—dijo acariciando mis hombros. Levante aún mas el mentón, lleve mi mano a una de las suyas que tenía sobre mi hombro y con el pulgar comencé a acariciarla

—Esta bien.—dije mientras mentalmente iba aceptando todo.

                                                             ***

Lo que más odio de viajar es empacar, porque siempre entro en un colapso mental cuando tengo que elegir que llevar o que usar en mi destino, así que en mi primer colapso había tirado toda mi ropa sobre la cama y una que otra prenda había llegado al suelo. Izzi me observaba desde la cama con una pequeña mueca en sus labios mientras se retocaba sus uñas

—Lleva esto.—me dijo tirándome una ropa interior muy provocadora que ni yo sabía muy bien por que la tenía entre mis cosas

El amor se asemeja a una drogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora