Capitulo 19

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Taylor

Salí un rato para despejar mi mente, ya por alguna razon las pesadillas se estaban haciendo más frecuentes. Así que, encendí un cigarro, me frote las manos para entrar en calor y observe el vecindario y de pronto vi a Ronny bajar por su ventana como si fuese Ninja, la verdad es que era bastante cuidadosa y logro bajar sin que nadie la viera o escuchará, excepto.—Eres sigilosa.—dije mientras exhalaba el humo del cigarro. Ella se volteo y me miró fijamente, con asombro lo cual era predecible ya que literalmente se estaba escapando de su casa

—¿Que haces aquí?.—pregunto cruzándose de brazos en intento de parecer lo menos preocupada posible

—Tengo insomnio, ¿Tú a dónde vas?.—pregunté, pero al parecer no tenía intenciones de decirme

—Iré a ver chicos desnudos, en algún baño.—dijo y por su tono de voz supe que bromeaba, por otro lado, su expresión seguía siendo la misma

—¿No te basto con lo de hoy?.—pregunté en un balbuceo, ya que el cigarro entre mis labios no me permitía hablar con tanta fluidez

—Am….¿que puedo decir?, soy inconformista.—respondió dando lentos pasos hacia mi. Le mostré una sonrisa torcida y nuevamente expulse el humo, que se mezclaba con el vapor que salía de mis labios por las bajas temperaturas.—El cigarro no te ayudará a dormir, créeme.—dijo y luego se sento a mi lado, cruzando las piernas hasta quedar sentada en posición indio

—Lo se, pero tampoco tengo interés en hacerlo.—aclare. La chica miro al resto de la calle y tembló un poco.—¿A dónde vas Ronny?.—reitere una vez que termine de apagar el cigarro

—Al fin del mundo.—susurro, conservando la actitud bromista

—¿Puedo ir?.—pregunté siguiendo el juego e imitando su tono de voz

—Tal vez.—respondió y luego se metió la mano en el bolsillo, no duro más de dos segundos hasta que de el saco unos cupones, me los enseño y luego se puso de pie, meciendo los papeles en el aire.—¡Vamos acosador!.—exclamo.

Después de caminar, y cruzar ilegalmente los semáforos en rojo, entramos en una cafetería que desconocía por completo, que tenía una apariencia de bar.—¡Massón!.—dijo Ronny mientras se acercaba al que atendía el local

—¡Ronny!.—dijo él dándole un abrazo como si se conocieran a se años. La chica soltó una carcajada

—Massón el es Taylor Anderson un amigo, Taylor el es Massón y prepara el mejor café del mundo.—nos presento Ronny, con una emoción en sus ojos

—Esta chica resucitó, ¿lo sabes?.—me pregunto Massón mientras Ronny se sentaba sobre el mesón. Asentí mirando a la chica, que me hizo un gesto con la cabeza para que ignorara el comentario del hombre

—Oye Massón, ¿puedes atender estos cupones?.—pregunto Ronny extendiéndole los cupones sobre la mesa

—Ronny estos son de a se dos años.—aclaro Massón tomando los papeles

—Por favor, no hay nadie, solo por esta vez.—suplico la chica, inclinándose hacia él. Massón la miro unos segundos y luego miro los cupones que aún tenía en sus manos.—¿Si?.—insistió hasta que finalmente asintió.—Gracias.—Ronny se bajo del mesón de un salto y luego comenzó a buscar una mesa, no entendía por qué se daba tantas vueltas en elegir una si todo estaba vació.—¡Aquí!. —dijo señalando una mesa que tenía vista hacia afuera. Nos sentamos y comenzamos a esperar los cafés.—Vas a degustar el mejor café del mundo.—dijo apoyando sus brazos sobre la mesa

—Ya veremos.—dije relajando mi cuerpo, apoyando mi espalda en el respaldo de los asientos.
Pasaron unos tres minutos para que, Massón hiciera acto de presencia, con nuestros cafés en sus manos

El amor se asemeja a una drogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora