Capitulo 44

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Ronny

Las cosas con Taylor estaban demasiado difíciles y hasta incluso confusas, y no hablo por nuestra relación, sino por él y las cosas que le estaban pasando, cosas que lo han tenido muy distraído y perdido a cada momento. Odiaba verlo así, odiaba que sus actitudes fueran tan impredecibles y sobre todo, odiaba que el se mintiera así mismo al decir que estaría bien, porque no lo esta y no lo estara si se sigue negando a recibir un tratamiento más serio.

Cuando le plantee la idea de ir con él a la cena que tendría con sus padres, la verdad es que, mi cerebro no estaba funcionando del todo en ese momento, y no era porque no quisiera, pero me asustaba la incómoda situación que viviríamos en un par de horas

-¡Ronny!.-llamo mi madre de un grito que me obligó a salir de la cama

-¿Si?.-dije una vez que llegue al descanso de la escalera. Mi madre se encontraba en la entrada de la casa con un montón de papeles en sus manos y con un aspecto muy desarreglado, pero que no me sorprendió para nada, ya que ese es su aspecto antes de irse a trabajar

-Hoy llegaré tarde, extendieron mi turno, así que dejaré dinero para que pidas algo para la cena.-aviso mientras iba dejando unos billetes en la mesita de la entrada

-No te preocupes, cenaré en casa de Taylor.-dije sentándome en el escalón

-No me dijiste nada acerca de eso.-gruño con el ceño fruncido y eso hizo que me cohibiera un poco

-Lo siento, iba decirte, pero lo olvide.-me excuse poniendo mis manos en mis mejillas, porque en verdad lo había olvidado. Ella se cruzo de brazos y con cauteloso pasos se acerco hasta mi

-¿Está todo bien?.-me pregunto una vez que llego al descanso de la escalera. La observe con un poco de temor porque unas ganas de gritarle que nada estaba bien, que Taylor no lo estaba y que tenía muchísimo miedo por todo me atacaron. Pero como siempre, me trague aquellas intenciones

-Sí.-respondí mientras iba dibujando una falsa sonrisa en mis labios. Mi madre se inclino de forma muy tierna hacia mi, beso mi frente con la misma ternura y con frialdad se alejo de mi.

7:45p.m

-¡Ya me voy!.-informe desde la entrada de la casa mientras me iba poniendo mi abrigo

-¿A qué hora llegarás?.-pregunto mi padre desde la cocina con su taza de café en sus manos. Camine hacia la entrada y me apoye en el marco

-Como a las once.-respondí vacilante, porque para ser honesta no tenía idea de cuando duraría

-Bien.-dijo y luego se acerco la taza a los labios

-Te quiero.-dije, me voltee, camine hacia la puerta y finalmente me fui.

Llegué hasta la vereda de mi casa y me quedé ahí unos minutos, observando hacia la casa de Taylor con un nudo en la garganta, que me asechaba a cada segundo. Respire profundo un par de veces y luego me obligue a ser fuerte por una noche, y por él. Cruce la calle con las manos en los bolsillos y cuando estaba apunto de llamar a la puerta una voz llamo detrás de mi en un susurro, me voltee con espanto y al ver Taylor ahí apoyado en el pilar del pórtico de la casa me confundí y me tranquilice a la vez

-Hola.-salude en un murmuro mientras observaba la puerta y luego, al voltearme hacia él me di cuenta de que algo le inquietaba, así que me acerque con rapidez

-Esta aquí.-dijo con dificultas y con el mismo tono bajito de antes.-El está aquí.-itero y luego de forma rápida tiro de mi brazo hasta su cuerpo haciendo que se rompiera el espacio que nos separaba.-Escúchame, no respondas si no quieres, porque él suele hacer preguntas sobre las vidas de los demás, pero...

El amor se asemeja a una drogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora