Hades El trono del Olimpo #3 la trilogía

Capítulo 9

/Primera persona Apolo/

Aquel ser me lanza un puñetazo directamente mi rostro. Me echo un poco para atrás consiguiendo un poco despacio mirando fijamente mí oponente.

Aquel sujeto muestra una pequeña sonrisa al saber que tiene una ventaja.

—¡Apolo! ¡Acabad con el de una buena vez! —Exclama Amanda dándome un poco de ánimo.

—¡Guarda silencio! —Exclama la mujer muy molesta.

—¡Suéltame! —Grita Amanda con algo de molestia.

Miro hacia la mujer dedicándole una mirada molesta. Aquella persona se echa un poco para atrás. Mientras Amanda me mira con un semblante de preocupación.

—¡Dejarla en paz! — exclamo muy molesto frunciendo el ceño de enojo.

De pronto recibo un puñetazo en el estómago. Me echo un poco para atrás sintiendo un poco de dolor. Caigo de rodillas respirando agitadamente.

—¡Concéntrate! Estoy aquí—me dice el ser misterioso mirándome fijamente.

Me pongo de pie sin decir ni una sola palabra. Me quito mi camisa blanca mostrando mi pecho bien musculoso. Eres todo un tramposo...

Lo miró fijamente dedicándole una mirada molesta, mientras mis manos se llenan de fuego.

De pronto la mujer suelta un grito desgarrador que resuena por todo el lugar haciendo eco. Miro a las chicas contemplando que Amanda se aleja rápidamente de aquella persona.

—¡No puede ser! —Dice el ser desesperado.

Rápidamente me lanzó hacia el colocándome al frente, dándole un puñetazo de fuego justo en el estómago haciendo que salga disparado rompiendo algunos árboles en el trayecto.

De repente unas ninfas salen de los arbustos colocándose al frente de Amanda para protegerla. La mujer por su parte se da la vuelta y se va corriendo.

Rápidamente me acerco Amanda agarrando la entre mis brazos saliendo de ahí corriendo. Las ninfas me acompañan que haciendo guardia.

—¡Apolo! —Exclama una voz muy molesta que resuena por todo el bosque. —¡Vuelve aquí cobarde! — grita con más fuerza.

Sigo corriendo, observando al frente a las ninfas guiándome a un lugar seguro.

Después de un rato.

Los encontramos en lo más profundo del bosque. El lugar se encuentra sumergido en una profunda tranquilidad se escucha el sonido de los pajaritos y de algunos insectos.

Me ha repuesto de un árbol soltando un suspiro de alivio. Amanda a atendido mis heridas y ahora me siento mucho mejor. Amanda me observa mostrándome una pequeña sonrisa.

—Aquel tipo te persiguió hasta aquí—dice Amanda algo preocupada.

—No vino por mi... Ha venido por otra cosa—menciono algo pensativo mirando hacia otro lado.

—De verdad lo siento, por lo ocurrido—comenta Amanda con un tono triste.

—No es tu culpa—le digo acariciando levemente su cabello mostrándole una sonrisa—. Es mía, por no poder evitarlo, pero lo importante es que estas bien —coloco mi mano en su mejilla derecha.

—Para la próxima voy a tener más cuidado—comenta Amanda muy decidida.

—Lo sé, eres una ninfa muy valiente—le digo mostrándole una pequeña sonrisa.

—Muchas gracias, amor, tú también ten más cuidado tu eres un dios increíble—me dice algo preocupada.

—Contigo a mi lado sé muy bien que estaré bien—le digo con un tono de orgullo agarrando su mano fuertemente.

—Chicos, disculpen—Interrumpe una ninfa acercándose a nosotros. —Esos tipos ya no los están persiguiendo—informa ella con un tono tranquilo—

—Muchas gracias por su ayuda—agradece Amanda con un tono gentil.

—Es un gran placer, tu ayudaste a una amiga, además las ninfas los ayudamos entre nosotras—dice la ninfa mostrando una pequeña sonrisa.

Habrá que informar a Hera de lo ocurrido. Me las vas a pagar por atacarme y por atacar mi amor.

—Estuviera increíbles— menciona Amanda algo impresionada.

—Hicimos lo mejor posible— menciona la ninfa mostrando una pequeña sonrisa. — Entonces es Apolo el dios del sol uno de los dioses olímpicos— comenta algo asombrada.

—Mucho gusto— respondo seriamente mientras me coloco de pie.

—Es todo un dios griego con esos bellos músculos y ese gran poder— comenta la mujer con un tono muy alegre.

—Gracias— digo exponiendo una pequeña sonrisa riendo me un poco con un leve sonrojo en mejillas.

—¿Saben algo sobre él? — pregunta Amanda con un tono curioso.

—Ha estado por aquí caminando desde hace mucho tiempo— comenta la ninfa con un tono serio—. Lo hemos visto pero los hemos escondido—

—De seguro fue el responsable del ataque a la ninfa que salvamos—Mención Amanda seriamente.

—Por supuesto que sí, ella me lo dijo todo— afirma la ninfa con un tono algo molesto.

—Chicas, deben tener cuidado él es algo peligroso, yo lo voy a dar una lección— le digo seriamente frunciendo el ceño de enojo.

—Gracias Apolo, espero que lo consiga cuentan con nosotras, no se preocupen estaremos bien— dice la ninfa con un tono alegre.

—Por supuesto que lo hará— dice Amanda muy decidida dando un paso al frente. Muestro una pequeña sonrisa colocando mi mano encima en su cabeza. La ninfa se ríe un poco mostrando un semblante alegre.

—¿Pueden ayudarnos a salir del bosque? — pregunto con un tono curioso.

—Claro que si—Responde la ninfa alegremente—. Por favor síganme y yo lo llevaré a la salida— dice dándose la vuelta y empieza caminar.

Después de un rato. Los encontramos en la sede del bosque. Muestro una pequeña sonrisa al contemplar el sol el cielo.

—Gracias por tu ayuda— dice Amanda con un tono alegre.

—De nada las ninfas te debíamos un favor— responde la ninfa mostrando una sonrisa.

Me acerco Amanda dándole un fuerte abrazo con mucho cariño me alegro de que te encuentre bien.

De repente veo una ninfa, Calisto y Artemisa acercándose a nosotros al vernos muestra una pequeña sonrisa.

—¿Encuentran bien? — pregunta Calisto algo preocupada.

—Tranquila estamos muy bien— responde Amanda mostrando un semblante tranquilo.

—Estamos bien no te preocupes— comento con un tono sereno dando un paso al frente.

—Me alegro de verte me ha dado un susto—Menciona Artemisa mostrando una sonrisa.

—Lo lamento mucho tuve un pequeño inconveniente—Digo tranquilamente mostrándole un gesto alegre.

Las chicas se reúnen y empieza a hablar sobre lo ocurrido. Artemisa le da un fuerte abrazo Amanda mostrando una pequeña sonrisa. Ella por su parte corresponde al abrazo muy gentilmente.

Lo importante es que ustedes se encuentran bien. Algún día voy a encontrarte.

Continuará...

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