Capítulo 29

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/Primera persona Valquiria/

Me encuentro caminando por un bosque junto a Hades está al frente caminando con pasos lentos, mientras yo estoy atrás cuidando su espalda. El lugar está muy tranquilo no hay ningún peligro por la zona. Los árboles están muy tranquilos y se pueden ver algunos pajaritos revoloteando. Pero igualmente me mantengo atenta. Estamos en una isla...

De pronto Hades se detiene, me coloco a su lado y ambos contemplamos una pequeña casa hecha de madera. Se puede escuchar de fondo como alguien está martillando algo. Es muy bonita, así que esta es su nueva casa. Se pueden ver algunas estatuas decorando el lugar.

Hades coloca su mano al frente de mí. Muevo la cabeza en señal de sí y ambos nos acercamos lentamente a la puerta. Hay que tener cuidado tenemos que ser precavidos.

El sonido del martillo se detiene de golpe, dejando el lugar en un profundo silencio. Abro los ojos como platos algo sorprendida. Hades toca la puerta varias veces y se detiene esperando una respuesta. Me mantengo tranquila sin decir ni una sola palabra observando la puerta apretando el manco de mi espada.

—¿Quienes? —pregunta una voz muy gruñona. Al parecer se encuentra bien... Hemos llegado justo a tiempo.

Hades suelta un suspiro de alivio mostrando una pequeña sonrisa. Suelto una pequeña carcajada a tapando me la boca.

—Hefesto soy yo Hades abre la puerta—dice Hades con un tono tranquilo.

—¡Hades! –Exclama algo emocionada y sorprendido—. Hace tiempo que no vienes a visitarme—dice Hefesto con un tono de molestia.

La puerta se abre saliendo Hefesto sosteniendo un martillo en sus manos con un semblante algo amargado. Lleva puesto un delantal de color negro con algunas herramientas en los bolsillos. Al vernos muestra una pequeña sonrisa. Muevo la mano saludando lo gentilmente, Hades por su parte muestra una expresión alegre.

Hace mucho tiempo que no lo veía se nota que ahora tiene un poco más de músculos. Aunque la barba ya no es tan larga como antes.

—Hola viejo amigo—dice Hades tranquilamente mostrando una sonrisa

—Hace tiempo que no los veo a los dos, me alegro de volverlos a ver—menciona Hefesto algo emocionado. —Adelante puedes pasar—dice el herrero dándose la vuelta entrando su morada. Nosotros lo seguimos entrando en la casa.

Después de unos minutos. Los encontramos en la sala alrededor de una mesa. Hay muchas escudos, espadas y lanzas decorando las paredes además de unos cuantos cuadros. Me parece muy bonito y genial. Encima de la mesa hay una gran jarra de té acompañada de unas galletas de chocolate. Hades y yo estamos sentados juntos, mientras Hefesto se encuentra al frente de nosotros dándole unos sorbos a su tasa.

—Bienvenidos a mi hogar, a mí me resulta muy cómodo—dice Hefesto muy contento.

—Es bonito—menciono con algo de emoción. Hay muchas salvavidas, escudos y espadas de atenienses como espartanos que me parece muy geniales.

—Me parece que está bien—dice Hades tranquilamente.

—Gracias lo he decorado yo mismo—menciona Hefesto tranquilamente mostrando una sonrisa.

—Se nota mucho hay muchas hay muchísimas griegas muy buenas—menciono con un tono alegre.

—¿Y qué tal te va en Grecia? —Pregunta Hades tranquilamente.

—Todo está bien, este lugar es muy tranquilo y pacífico me han venido a visitar algunos viejos conocidos Poseidón y algunos más—menciona Hefesto con mucha alegría—. ¿y a ustedes? —

Hades El trono del Olimpo #3 la trilogíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora