❝Hay una ciudad donde cada persona tiene un color especial y un significado propio.❞
Myoui Mina era paz y tranquilidad, sólo eso, nada más. Después de todo y podía vivir así para siempre.
O eso creía hasta que una persona nueva apareció.
Son Chaeyou...
Tres golpecitos en la puerta hicieron que Mina se asustara mientras preparaba su comida.
No esperaba a nadie, y tampoco creía que fuera Chaeyoung o alguno de sus amigos.
Se obligó a si misma a quitarse el delantal e ir a ver quien le interrumpía, no sin antes arreglar un poco su cabello celeste recién tintado.
— Hola ¿Qué se te ofrece?
Pero cuando subió la mirada, se encontró con un ramo de flores gigantes, las cuales eran bastante bonitas. Sus mejillas tomaron un color azul marino y este aumentó al descubrir que la persona que traía el regalo era Chaeyoung.
— Unnie, me pediste que viniera a saludar, pero no podía venir con las manos vacías.
Y ahí estaba, la sonrisa brillante que tanto había deseado ver en los últimos días. Aquella que creyó haber perdido por su estupidez e inseguridades. Chaeyoung había vuelto. Mina se permitió sonreír también al sentir una ola de calor rodear su corazoncito y sabía que al fin estaba lista para aceptarlo.
Mina se había enamorado de Chaeyoung.
Recibió las flores y sus pequeñas luces volvieron a ella, brillando y molestando a Chaeyoung al rodearla. La más pequeña soltó una risita y atrapó una en sus manos.
— Admito que las había extrañado, me sentía sola.
— Yo te extrañé a ti, gracias por las flores.
— Aún no te perdono del todo, así que tendrás que hacer méritos, Mina
Mina asintió, y se agachó para dejar un besito en la mejilla de la chica anaranjada.
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Les daré doble capítulo por el martes no actualizar. ♡
