→Cap 38 ; ❀

20 6 0
                                        

—Mina, cuando miras las estrellas ¿no te dan ganas de saber todas las constelaciones?

—Las sé todas, Canis Major, Canis Minor, Lepus, Orión...

Mientras Mina hablaba, Chaeyoung la miraba algo impresionada. Ella no tenía idea de nombres o figuras en las estrellas, para ella sólo eran un gran regalo, algo para admirar toda la vida. Como le gustaría tener una.

—Yo no sé nada de eso...

—Oh. —Mina se dio cuenta de que estaba hablando de más, sus mejillas se colorearon por la repentina vergüenza. Se dio la vuelta en la manta que tenían sobre el césped del jardín y abrazó a Chaeyoung por la cintura, acomodando su cabeza sobre su hombro—. Es sólo que, cuando era pequeña, no me gustaba jugar con los otros niños, eran muy ruidosos y se movían mucho. Así que mi madre comenzó a comprarme libros para pasar el rato, sé muchas cosas gracias a ello.

—Ya veo... ¿Y no te molesta estar conmigo?

—¿A qué te refieres?

Chaeyoung se dio la vuelta, acomodando su cuerpo de costado mientras pequeños claveles crecían a su lado. Miró a Mina con cierta timidez.

—Eres la tranquilidad, yo soy la euforia. Somos diferentes, tú eres tranquila y silenciosa, yo casi siempre ando por ahí bailando o haciendo mucho ruido. ¿Eso no te molesta?

Mina sonrió. Chaeyoung tenía razón. A pesar de que le había costado mucho acostumbrarse a la idea de tener a la más alta revoloteando por ahí, ahora no estaba segura de poder vivir sin ello.

La mano azulada que anteriormente estaba sobre el cuerpo de Chaeyoung, pasó a su mejilla para acercarla e iniciar un beso.

Chaeyoung era la única constelación que Mina quería admirar por siempre.

Chaeyoung era la única constelación que Mina quería admirar por siempre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Colours | Michaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora