❝Hay una ciudad donde cada persona tiene un color especial y un significado propio.❞
Myoui Mina era paz y tranquilidad, sólo eso, nada más. Después de todo y podía vivir así para siempre.
O eso creía hasta que una persona nueva apareció.
Son Chaeyou...
Al poco tiempo de que la relación de Chaeyoung y Mina avanzara, decidieron vivir juntas para aprovechar cada instante que tenían con la otra.
Y, Chaeyoung sabía que uno de los momentos más inolvidables de ese primer día viviendo juntas, fue ver a la chica azulada dormir.
Cuando Mina dormía, sus mejillas tomaban un color azul marino como cuando se avergonzaba, pero unas pequeñas lucecitas la iluminaban simulando pecas alrededor de su rostro.
Chaeyoung creyó que podría haberse pasado toda la vida mirando sólo esa escena.
Aunque claro, cuando Mina despertó, la chica anaranjada se dio la vuelta rápidamente y fingió dormir con su mascota a un lado.
La de cabellos caramelos era bastante feliz, excepto el día que conoció a Dahyun. Su instinto le decía que ella era la persona por la cual había sufrido.
Pero a Chaeyoung no le gustaba estar enojada con las personas, así que rápidamente la perdonó.
"Chaeyoungie, pienso que esto te quedaría muy bien." Dahyun le mostró una camisa azul con estrellas bastante bonita. "Oh, me encanta ¿Es para mí?" "Por supuesto, creo que es de tu talla."
La chica gris le dio la prenda y puso una de sus manos en la mejilla de color naranja de Chaeyoung.
La imagen que vio, fue la de un capullo de flor de tipo Margarita en medio de un jardín. La única, estaba sola.
Luego vio a Chaeyoung y Mina esperando, para ver que cuando la flor se abriera, una pequeña de un color parecido al del kiwi pero más claro, apareciera entre destellos y luces de color azul en medio del verde pasto.
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