Capítulo 10

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Martina

Me besó. El momento se repite en mi mente cada segundo, no esperaba eso, mi furia desapareció por completo cuando sus labios estuvieron con los míos.

Sí que fue un beso rico.

Mejor calla consciencia.

Sabes que tengo razón.

Bueno si fue un beso bueno, pero lo que ahora me tiene nerviosa es el que le haya pegado, fue algo inesperado, no quise hacer eso pero me tomo por sorpresa y reaccioné mal. No se cuanto tiempo paso que estoy así.

-¿Martina?- giro mi rostro y es Emma.

-¿Si?

-¿Qué haces ahí tirada en el césped?

Ok en que momento pase de estar sentada a estar acostada, no sé.

-Eh... nada.

-Recien venimos de ver la nueva casa, así que preparé cafe para tomar todos, ¿vienes? -asiento y me levanto, ella entra y yo le sigo desde atras.

Cuando ya estamos sentadas en la mezada con dos tazas de cafe dice algo que hace que casi escupa todo.

-¿Ha pasado algo?- niego- con Gabriel digo, ha salido algo enojado del patio y cuando volvemos te encuentras alli tirada, pensado.

-No...- titubeo.

-¿Segura? Se que es complicado convivir con un chico de tu edad- me sonrojo- así que si te molesta dime y hablare con él.

No, eso sería más problemas para él, mejor lo callo ademas solo fue un beso sin importancia.

Repítelo hasta que te lo creas.

-No, no me molesta, esta todo en orden.

-Bueno me quedo mas tranquila no querría que te incomodara.

Cuando voy a decir algo más entra alguien a la cocina.

-Madre- mierda, miro mi taza como si fuera lo mas importante del mundo.

-Hola hijo ¿necesitas algo?

-¿Podemos hablar en privado?

Se queda unos minutos en silencio asi que le levanto mi mirada y esta viéndome.

-Este yo me voy, no los molesto- digo rápidamente- gracias por el café esta riquísimo.

Vuelvo a salir al patio, sentandome en una de las sillas, saco mi celular del bolsillo y marco a Lu.

-Ey- dice.

-Hola, ¿estás en tu casa?

-No, ando con mis padres.

-Oh entonces no molesto.

-Espera antes te debo recordar que el sábado habra una fiesta y tenemos que ir-dice muy emocionada.

-Creo que no iré.

-¿Cómo que no irás? Tenemos que ir y sola no iré, así que más te vale que estes arreglada ese día.

Suspiro. Sé que no lograre convencerla.

-Esta bien, iremos- digo finamente.

-Bueno el viernes iremos de compras.

-¿O sea que mañana?

-Sí.

-Bueno mañana búscame.

-Si si, bien te dejo hablamos después- cuelga.

Probablemente ¿Amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora