Capítulo 25

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Gabriel

Me despierto sobresaltado, miro a mi alrededor y veo la pantalla de mi celular brillando, puede ser cualquier emergencia así que me estiro y agarro el celular. No veo el nombre de quién es la persona solo atiendo la llamada.

-Amorrrrrrrrr- esa voz me despierta por completo.

-¿Martina?- se que es ella solo que me ha sorprendido.

-Si esa soy yo- dice riendo.

Escucho música muy fuerte de fondo así que supongo que está en una fiesta.
Vuelvo a la llamada cuando escucho un sollozos de su parte y me alarmo.

-¿Amor qué sucede?.

-Te extraño mucho- dice y sonrío.

-Yo también te extraño amor- se queda en silencio.

-¿Ya no me quieres? ¿Es por eso que tu ex estaba ahí contigo?- vuelve a llorar, me apresuro en tranquilizarla.

-Amor como no te voy a querer, estoy enamorado desde que éramos pequeños, ¿por qué piensas que ya no te quiero?

-Es que- hipea- me siento insegura- susurra.

Mierda, esto es más serio de lo que pensé, definitivamente tengo que volver.

-Necesito que me abraces y me digas que todo estará bien, no quiero tener pesadillas- vuelve a decir.

-¿Qué pesadillas tienes amor?

-Sobre el accidente pero en vez de papá, eres tú- dice- No quiero perderte de esa forma.

-No me perderás- le aseguro.

Unos minutos más tarde se tranquiliza, así que le pregunto.

-¿Estás sola en la fiesta?- la música se oye menos fuerte, por lo que supongo que se alejó de dónde estaba.

-No, vine con Lucía pero estaba bailando con alguien y entonces quise llamarte porque quería que estemos así. Y perdón por despertarte.

-No pidas perdón, sabes que a la hora que sea estare disponible para ti. Ahora ve a divertirte y después hablamos.

-Duerme bien.

-Te quiero- le digo y suspira.

-Te amo- dice dejándome asombrando, cuando voy a responderle ella cuelga.

***

Cuando es la mañana, me levanto y empiezo a hacer mis maletas.
Luego de dos hora aproximadamente, voy y busco a Lucas para que se levante y me ayude.
Entro a su habitación y el está durmiendo boca abajo asi que lo muevo para que se despierte.

-Lucas... Lucas... ¡Despierta Lucas!- digo y lo sacudo.

-¿Qué?¿Qué pasó?

-Necesito que me ayudes en algo.

-Si viste la hora, ¿No?. Son las 7 de la mañana, Gabriel.

-Lo sé, pero es que me iré.

-¿Qué?

Se levanta de un salto y me mira.

-Me encanta hacer música, lo sabes. Pero mi chica esta allá y la extraño.

Me mira por unos segundos y sonríe.

-Si que estás enamorado de ella. Nunca pensé que estarías así. Bueno si lo pensé pero cuando fueras adulto, no a esta edad.

-Sé que somos adolescentes y todavía nos falta madurar y que tendré muchas caídas. Pero de lo único que estoy seguro es que quiero estar con ella hasta que seamos viejitos.

-Gabriel, ve con ella. Dime en qué te ayudo.

-Necesito que saques un boleto el que sea más temprano para ir.

-Esta bien- agarra su computadora y empieza a buscar- Hay uno que sale en tres horas.

-Reservalo.

-Listo.

-Ahora iré a despedirme de Sofía y a comprar algo y vuelvo.

-Tienes que venir en una hora si no quieres perder el avión.

-Si, si no me tardo.

Salgo de su habitación y rapido agarro algo de dinero y salgo de la casa.
Luego de unos veinte minutos, llego a la casa de Sofía, golpeó la puerta y me atiende.

-Gabriel, hola, pasa- niego.

-Solo vengo a despedirme- su sonrisa se desvanece.

-Te vas- afirma.

-Si.

Se lanza y me abraza.

-Que tengas buen viaje. Y cuídate.

-Tu también cuídate.

Me abraza una vez más y luego me suelta.
Despues de recorrer unas tiendas encuentro el regalo que quiero darle a Martina. Es algo simple pero me gustó la forma que tiene.
Son dos pulseras y si las unes forma una guitarra. En ese mismo lugar le pido si puede grabar mí inicial y la de Martina. Dice que si, así que más tarde ya me estoy dirigiendo hacia lo de Lucas para irnos al aeropuerto.

-Lucas, ya estoy.

-Al fin hombre pensé que no llegarías.

Agarro las maletas y nos vamos.
Llegamos treinta minutos antes de que salga el vuelo.

-Casi y no llegas- bromea.

-Si quieres decirme que me extrañarás yo también lo haré.

"Vuelo para Portland, dirigirse hacía el lugar de salida"

-Bueno ese es mi llamado- él asiente, en movimiento desprevenido lo abrazo- Sabes que si quieres visitarme lo podrás hacer.

-Lo sé. Avisame cuando llegues- dice.

-Eso haré.

Me despido una vez más y voy hacia el avión.
Luego de un par de horas llego, pido un taxi y le digo la dirección.
Más tarde llego y golpeo la puerta. La madre de Martina me atiende y me abraza.

-Gabriel, que alegría de que volviste.

-Si, quise darle una sorpresa a Martina.

-Oh claro- sonrie.

-¿Está en la casa?

-Ha salido a comprar algo pero vuelve enseguida.

-Okey, tiempo suficiente para hacerle la sorpresa. Por favor cuando llegue no le diga que he vuelto.

-Tranquilo no le diré.

-Con su permiso iré a la habitación de ella.

-Si ve.

Guardo en un rincón mis maletas y en una de ellas saco el regalo, busco alguna birome para escribir algo.

"Para que no me extrañes tanto"
Abre el obsequio.
Con amor, G.

Cuando escucho su voz dejo todo en orden y me escondo en donde está su biblioteca.
Ella entra alegre y se detiene en seco cuando ve lo que hay en su cama. Se gira hacia su hermana.

-¿Sabes algo?- pregunta y Mía niega.

-Te dejo sola para que lo abras- ella asiente.

Despacio me acerco por atrás, ella está leyendo la nota.
Envuelvo mis manos por su cintura y susurro.

-Hola amor...









Holiiiiii
Al fin volvió Gabriel.
Espero que les haya gustado.
Los quiero.

Probablemente ¿Amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora