Capítulo 16

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Martina

-¿Entonces, me acompañas?- pregunta Mía.

-No me gusta salir a comprar ropa, Mía y lo sabes.

-Hazlo por mí ¿sí?- formando un puchero- Hace bastante que no tenemos una salida entre hermanas.

-Yo quería dormir.

-Ya dormiste todo el día de ayer- suspiro.

-Está bien vamos.

-Te amo- dice abrazándome fuerte- ve a ponerte algo decente te espero afuera.

Cuando ya estoy cambiada salgo para afuera.

-Lista vamos.

-No tardaste tanto... ¿Te despediste de tu amado?- me ruborizó.

-Salió, me dijo que tenía que hacer algo- ha estado todo el día así de raro, ayer cuando le dije que me dejara dormir más, algo sucedió ya que cuando me levanté el estaba muy sonriente le pregunté y solo respondió:

-Me hace estar feliz contigo eso es todo.

-Ok, andando- dice.

Agarra el auto y arranca el acelerador bastante rápido, eso hace que algunos recuerdos vuelvan.

-No vayamos rápido- digo en un susurro.

-Mierda, lo siento tienes razón, bajaré la velocidad, respira si- asiento- no pasará nada.

Respiro unos minutos hasta que me calmo.

-Ya estoy bien.

-Perdóname, aveces olvido eso...

-Lo sé, tranquila- sonrió.

Cuando llegamos me arrastra hacía el primer local que está cerca.

-¿Que comprarás?- le pregunto.

-Vestidos.

-Está bien, veamos que encontramos.

Voy a la parte de vestidos, pasando uno por uno y nada me convence.

-¿Encontraste algo que te gustará?

-No, nada todavía ¿y tú?

-Algo.

-¿Podemos ir a ver otro local?

-Si, pago lo que llevaré, espérame afuera.

Salgo afuera y reviso si tengo algún mensaje, como no hay ninguno guardo de nuevo mi celular.

-Listo, vamos.

Caminamos unas tiendas más hasta que suena el celular de Mía y ella se aleja un poco. Cuando corta la llamada le pregunto:

-¿Quién era?

-Sebastián- dice sonriendo.

-Mi cuñado favorito y ¿que quería?

-Me invitó al cine esta noche.

-Que bien, bueno sigamos a ver si encuentro algo.

Seguimos mirando por las vidrieras hasta que lo vi, un hermoso vestido color dorado con pequeñas lentejuelas.

-Entremos aquí- le digo, busco con la mirada a alguna chica que nos atienda y cuando la veo me acerco a ella- Hola quisiera ver el vestido que está allá- digo apuntando la vidriera.

-Hola si ya te lo traigo, ve para los vestidores- asiento- ¿El dorado, verdad?

-Si, si.

Voy a dónde me dijo y entro.

Probablemente ¿Amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora