Distintas pero iguales

Cerca de navidad

Narrador Colette

—Por favor, ¡ya cállate!—Celine le lanzó un cojín a Camile.

—Sooooy una flooooor —Canto más fuerte, siguiendo la canción del centro comercial.

Solté una risita al escuchar como Celine se quejaba de Camile al escucharla cantar.

—Este animal está agonizando—Celine señaló a Camile—¿Podrían sacrificarlo?

Camile dejo de cantar enseguida —Eres una persona tan —Suspiro pesadamente— tu energía es roja y mal vibrosa—Le dio la espalda.

—No me importa, ¿Cuánto puede tardar Hernestine?—Reparo el vestidor.

Habíamos salido a comprar los atuendos que usaríamos para la cena de navidad pero tan solo llevábamos 10 minutos en la tienda y Celine ya se quejaba.

— Tendrás tu momento, deja que mi madre se tarde lo que quiera —Regaño a Celine.

—Como sea, no perderé mi tiempo aquí —Se levantó y se fue a buscar su vestido.

—Celine nunca sigue reglas —Camile negó, comiendo una de sus papas deshidratadas —¿Quieres?

—No, gracias—Le devolví la bolsa— Terminaré con Adrián—Hable rápido.

La idea me estaba carcomiendo desde que llegué a casa esa noche, Adrián me había llamado pero no conteste e insistí en que todas saliéramos para no tener que verlo.

—¿Por qué? —Camile siguió observando a Celine que escogía vestidos a montones.

—Nunca me gustó, creí que con el tiempo podría llegarme a gustar pero no es así y no creo que sea justo para ambos estar saliendo así— Admití avergonzada.

—No lo es, te has vuelto más madura —Me miro —Felicidades.

>>Realmente lo que necesito es un consejo<<

—Sobre Enzo...—Hable con inseguridad

—¿Qué sucede con él?—Guardo su bolsa de papas

—Me he dejado de él—Baje la mirada —No es como si hubiéramos estado juntos, pero igual sentí que algo paso entre nosotros, como un casi algo —Me enrede —Ya no nos veremos más.

—¡Listo!—Celine dejó caer las bolsas frente a nosotras—Ya acabe y Hernestine sigue dentro.

—Compraste 10, mamá solo comprará 1 —Regañe a Celine.

—Mejor aún, he elegido 10 en tampoco tiempo y Hernestine no puede con 1, que decepción—Se cruzo de piernas—¿De que hablaban?—Nos miro

—De Colette, dejara a Adrián y ya renunció a Enzo—Camile hablo sin ni siquiera mirarme.

—¿A qué se debe? —Me miro divertida.

—No me gusta Adrián, Enzo prefiere a Pam— Admití triste — Seré muy sincera.

Ambas me miraron atentas, Camile comiendo sus papas deshidratadas y Celine cruzada de piernas con ambas manos sobre la misma.