Distintas pero iguales

Cárcel

Narrador Colette

—Yo creo que mejor me regresó—Hable nerviosa.

>>Pero que necesidad la mía de querer demostrarle a esta bruja que yo igual soy ruda, tonta me llamaría Camile y Estúpida Celine.<<

—Anda, no tengas miedo que nosotros te vamos a proteger —Me estiró la mano para subir la reja de la casa.

—Esta bien —Le di la mano y entramos al jardín.

—No hagas ruido —Hablo en un tono bajo, mientras un chico trataba de abrir la perilla.

Estábamos metiendonos en una casa que estaba sola, al parecer los dueños habían salido.

—Yo te pago lo que quieras robarte, esto no está bien —Le hable al oído —Imaginate que se metieran a tu casa.

Soltó una carcajada—Eso es imposible pero no pasa nada, esto es por diversión, relájate.

El chico hizo su trabajo y la puerta se abrió, enseguida entraron todos y empezaron a comer, romper y hurtar cosas.

—Por favor diles que no roben nada, eso no está bien —Le hable a Pam pero solo me ignoro.

No debía estar aquí, esto no era para mí, ¿Qué tal y la casa le pertenecia a un viejito? O ¿Algún familiar?.

—¡Pongan música! —Un rubio inundó todo el lugar con música a un volumen bastante alto.

—Diviertete Colette —Pam me abrazo con una cerveza en la mano.

—Es que es ilegal, podemos ir a prisión —Le quite la cerveza —Fue divertido pero ya vámonos.

—Es ilegal si te atrapan —Rodoo los ojos —No sé cómo le interesaste a Enzo —Hablo por lo bajo pero yo alcance a escuchar.

>>Creí que esto era por buena fé pero no era así, solo estaba viendo si yo era una amenaza para ella o no, maldita<<

—Ya me voy —le grite lo suficiente alto para que escuchara.

Iba a hablar pero derrepente entro un tipo alto y grito.

—¡VIENE LA POLICÍA!

Todos corrieron rápido y yo me quedé en shock, no sabía si debía esconderme o correr pero Pam me tomo del brazo y me arrastro.

—¡Mueve tu trasero!—Me jalo por el lugar, esquivando a todos.

Mis piernas reaccionaron y empecé a correr, llegamos a un jardín y volteamos hacia atrás y entonces una bocanada de aire salió de mi.

Nos miramos y entonces soltamos risas, ahora entendía a qué se refería Camile.

—Aun no acaba, debemos encontrar a Benjamín para irnos en la moto —Hablo con jadeos.

Solamente asentí y empezamos a caminar hasta que una patrulla sonó, venían tras de nosotras.

—Corre, debemos saltar esa valla de ahí —Señalo una reja bastante alta, al otro lado estaba el tal Benjamín.