Distintas pero iguales

Cambio

Narrador Colette

Ha pasado una semana y no sé nada de Enzo, Adrián parece una sanguijuela indestructible por qué no se aleja de mi y lo peor es que mamá lo quiere aquí todo el tiempo.

Por otro lado, Estábamos en la habitación de Celine nos hablaba seriamente acerca de Orlando y lo importante que era para ella, parecía una niña pequeña explicándonos que el era diferente que todo era color de rosa ya que era dulce pero a la vez un semental en la cama.

—Es que aquí aplica que la práctica hace al maestro —Se mordió el labio inferior Celine.

—Pero es amigo de papá, el nos crío! —Camile bebía de su té.

—Yo ya te di mi opinión, si vas enserio bien y si no pues entonces ya déjalo y no nos involucres mas.

Celine arrugó sus cejas.

—Yo te apoyo con el chico malo de Enzo y tú me das la espalda —Se cruzo de brazos.

Enseguida senti como se apachurro mi corazón, recordando que no sabía nada de él.

—Callate Celine, lastimas a Colette —Camile me abrazo —Tal vez tiene un problema familiar, yo tampoco lo he visto y siempre anda por aquí.

—Y tu qué relación tienes con todos esos chicos peligrosos? —Hablo Celine

Me separé de ella para prestarle mejor atención.

—Nada, solo que me recuerdan de tiempo pasados y vienen a visitarme—Se encogió en hombros y bebió de su té.

—Pero si te comportabas como una chica mala?—le pregunté

Cuando Camile vivió toda su historia yo no estuve cerca ya que me fui a vivir un tiempo con papá pero al tener problemas con su novia, mi padre me regreso con mi mamá, prefiriendo a su novia.

—Algo —Camile se mostró tensa.

—¡Cuentale cuando fuiste a prisión! Y la desalmada de Hernestine te dejo ahí —Celine hablo animada.

Camile se mostró mas tranquila —Fueron buenos tiempos, podía correr y escalar sin problemas ahora ya me caigo y me canso —Solto una risita.

—Una vez se metió a la casa de los  Wriger, hubieras visto —Celine soltó carcajadas.

—Basta, que vergüenza —Hablo Camile tratando de restarle importancia —Me persiguió la policía por un buen tiempo ya después justifique mi cuartada y ya así no estuve en prisión.

—¿Por qué te metiste? —Hable confundida.

>>No le veía sentido arriesgar tu vida a lo tonto.<<

—Pues solo por juego, retos, adrenalina —Se encogió en hombros.

—¿Cuántas veces estuviste en prisión?

>>Ya que estábamos en confíanza pues ya podía preguntar<<.

—Cinco, ¿no? —Le hablo a Celine.

—Si —Sonrió mientras le quitó su té para beberlo pero hizo un gesto de desagrado y se lo devolvió —que horror, no le des eso a mis sobrinos.

—Es sano —bebio del té —Ya ni me los recuerdes que los extraño mucho, ya me arrepentí de habérselos dejado a mi madre.

—Estupida, eso es lo que eres —Hablo Celine con tranquilidad.

Ambas volteamos asombradas a verla.

—¿Qué? Solo a ti se te ocurre dejar a mis sobrinos con ella, te dejo en prisión dos días, tuve que regresar de Francia para pagar la fianza —Hablo molesta Celine.

—Bueno, es su abuela y aunque sea estricta los ama —Camile trato de convencer a Celine.

Celine alzo una ceja —Tratas de convencerme o te estás convencido de que es buena para ellos? —solto una risa.

Camile rodó los ojos

Decidimos irnos a dormir ya que por esta noche nos quedaríamos solas por qué mamá se fue a ver a la tía Hilda, por supuesto se llevó a los gemelos por qué se llevaban bien con los hijos de mi tía, ya que al contrario de nosotros mi tía solo tenía hijos y para variar tres.
Desperté al escuchar un arranque fuera de la casa, me pare de inmediato a ver por la ventana por qué me recordó cuando Enzo me dejó aquí, pude reconocer su auto y salí enseguida de casa pero no lo alcance. Sin pensarlo dos veces, me abrigue para salir a buscarlo.

—¿A dónde vas? Ya es tarde Colette —Me sorprendió Camile.

—¿Qué haces despierta? —Trate de cambiar de tema.

—Estoy ...—Cerro la puerta —viendo una película, ¿A dónde vas?

—A ningún lado —Hable inocente.

—¿Con esa ropa? —Me encaró —Solo cuídate Colette, llámanos si pasa algo.

Agradecí mentalmente que no me hiciera más preguntas, sali dispuesta a buscarlo, tomé un taxi y me dejo a unas cuantas calles, llegué y por fin lo visualice sobre un auto, riendo con Dan y otros dos chicos. Me acerque con algo de pena y en cuanto me visualizo su cara se transformó en un gesto de ...¿Enojo? ¿Sorpresa? ¿Desagrado?.

Poner canción de multimedia para mejor efecto :), opcional

—Hola —Hable con pena.

>>Para alguien que ya había besado, sentía algo de pena el verlo<<

—¿Qué haces aquí? —Hablo en un tono frío.

—Pues no se nada de ti, me preocupe —Hable más segura —No me contestas la llamadas.

—Pues si no te contesto es por qué no me interesa saber de ti, ¿No crees?

>>¿¡Qué!?<<

—Pero, ¿Por qué? Estábamos bien hace unas semanas.

>>No podía creer lo que me decía, ¿Acaso era una broma? ¿Por qué jugar conmigo así? <<

—Solo fue un beso, relájate —Encendio un cigarro —¿Acaso nunca habías besado? Solo ya pasó.

>>Mi corazón se quebró y las palabras de Adrián resonaron en mi cabeza "¿Qué pasa si a él no le interesas Colette?"<<

—¿Entonces todo fue una mentira? —lo encare con los ojos cristalizados.

—Arreglamos las cosas y ya está —Le dió una calada a su cigarrillo —Andate a llorar a tu casa.

Nunca pensé explotar pero simplemente paso.

—¡Pues andate tú a la mierda!, El que se lo pierde eres tú —Le quite el cigarrillo, lo aplaste

—Me da igual —Se giro.

>>No entendía nada, ¿Qué había echo mal? <<

—¡Pues a mi también me da igual!

Quería insultarlo pero las palabras no me salían, solo quería llorar.

Me fui de ahí y no me giré a ver si venía detrás por qué ya no me importaba, todo había acabado y de eso estaba segura.

No quería molestar a mis hermanas y menos llegar a casa, llame Adrián y en un abrir y cerrar de ojos pude visualizar su auto aproximadose, salió rápido y me abrazo, no pude evitarlo y me rompí.

Llore como nunca lo había hecho y el estuvo ahí escuchandome y en ningún momento me hablo acerca de nosotros, solo me escucho y me aconsejo como un amigo.

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