Prometido

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Narrador Colette

Me levanté arrastrando los pies de la cama, estaba con los ojos hinchados y la boca seca.

—Colette a desayunar.

—En un segundo.

Baje con pereza

—No hay agua Hernestine —Hablo irritada Celine.

—Pues la están arreglando —Hablo con tranquilidad

—No sabía que el agua se arreglaba —Celine hablo con la misma tranquilidad que la de mamá.

Solté una risita

—¿Por qué traes los ojos así? —Mamá hablo y enseguida se me atoro el pan tostado, no pude evitar ver a Celine en señal de ayuda.

—Es mi culpa —Hablo Celine con tranquilidad —Estuvimos viendo películas de amor.

—Exageran en esas películas, nada es real — Se levantó mamá y le agradecí en voz baja a Celine —Arreglate por qué iremos con la familia Carlo ahorita.

—¿Ahorita? Pero se acostumbra verlos en la noche, tengo que ir a la escuela.

Celine se levantó de la mesa y salió del comedor, dándome a entender que no quería problemas.

—Si pero no importa, Gregory es el director —Hablo con entusiasmo.

Me límite hacer una cara de confusión.

—El te dejará entrar más tarde.

—No quiero que me ayude, quiero lograr mis metas con mis propios méritos —Me levanté de la mesa.

—No te va arregalar nada, solo es en esta ocasión.

Suspire pesado, no quería más problemas pero...

—¿Qué pasa si no me quiero casar con el?

Su rostro reflejo todo, estaba molesta y eso me asustó.

—Olvídalo, solo me arreglaré.

Ella asintió y enseguida me fui a mi habitación, solo lo conocería, no había nada que temer.

Terminé de arreglarme y salí con mamá, mientras Celine negaba con la cabeza.

—Revelate —Decía en voz baja cada que mamá no estaba cerca—Manda a todos a la mierda

Solo le sonreía con tristeza, en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos ahí y lo peor de todo es que yo olía mal por qué no había agua para bañarme.

—Bienvenidos— Nos invitó a pasar la señora Carlo.

—Gracias —Hable rápidamente ya que mamá me dió un empujón.

—Peter está bañándose, en un momento baja.

—Que suerte —Hable de manera automática lo cual molesto a mi madre.

—¿Por qué? —Hablo el señor Carlo.

—No hay agua en casa, al parecer la están arreglando.

—Oh ya, si gustas puedes bañarte aquí —Hablo el señor Carlo.

—No es necesario —Recorde el momento en el que bese su calva del señor Carlo y el calor invadió mis mejillas.

—Se que no te sientes muy cómoda pero olvidemos todo el pasado ya nos explico Hernestine que Celine ha influido.

Gire mi cabeza hacia mi mamá la cual asentía —Bueno, no me puso una arma en la cabeza para hacerlo así que también es mi culpa.

Mi madre regreso el té que hace un rato le había dado la señora Carlo.

Distintas pero igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora